Una de las principales características de nuestra bella capital es que quizás es la única ciudad que aún conserva la presencia de sus antiguos y legendarios arcos coloniales, los cuales indicaban los límites de la población en tiempos de la ocupación española.
De estas simbólicas construcciones sólo se conservan tres: el de San Juan ubicado en la calle 64 con 69, al costado sur del parque del mismo nombre; el de Dragones, junto al Cuartel llamado de la misma manera, construido en la esquina de calles 61 y 50, y el denominado Del Puente el cual se localiza en el cruce de las arteria 63 y 50.
Los demás que existieron en esa época, trágicamente se demolieron.
Sin embargo, el estado que hoy día lucen estas imponentes estructuras deja mucho que desear de la preocupación de nuestras autoridades sobre conservar el patrimonio arquitectónico de Mérida para las futuras generaciones.
Por ejemplo, el situado en la calles 63 x 50, además de las pintas de grafittis en algunas de sus paredes, su parte superior se encuentra visualmente saturado para una gran maraña de cables de electricidad, los cuales impiden aún más apreciar su belleza estructural.
En el caso del Arco de Dragones, gran parte de la superficie superior luce erosionada y bastante desgastada por las inclemencias del tiempo y el medio ambiente y quizás el que se salva de ser el menos descuidado es el ubicado a un costado del Parque de San Juan.
Es importante destacar, que si consideramos que recientemente fuimos nombrados como Capital Americana de la Cultura (CAC) 2017, este tipo de construcciones deberían lucir aún mucho mejor atendidas y cuidadas.
Estamos seguros que pronto el Ayuntamiento de Mérida hará algo para que quienes vengan con motivo de la designación de CAC se lleven una mejor impresión.
De estas simbólicas construcciones sólo se conservan tres: el de San Juan ubicado en la calle 64 con 69, al costado sur del parque del mismo nombre; el de Dragones, junto al Cuartel llamado de la misma manera, construido en la esquina de calles 61 y 50, y el denominado Del Puente el cual se localiza en el cruce de las arteria 63 y 50.
Los demás que existieron en esa época, trágicamente se demolieron.
Sin embargo, el estado que hoy día lucen estas imponentes estructuras deja mucho que desear de la preocupación de nuestras autoridades sobre conservar el patrimonio arquitectónico de Mérida para las futuras generaciones.
Por ejemplo, el situado en la calles 63 x 50, además de las pintas de grafittis en algunas de sus paredes, su parte superior se encuentra visualmente saturado para una gran maraña de cables de electricidad, los cuales impiden aún más apreciar su belleza estructural.
En el caso del Arco de Dragones, gran parte de la superficie superior luce erosionada y bastante desgastada por las inclemencias del tiempo y el medio ambiente y quizás el que se salva de ser el menos descuidado es el ubicado a un costado del Parque de San Juan.
Es importante destacar, que si consideramos que recientemente fuimos nombrados como Capital Americana de la Cultura (CAC) 2017, este tipo de construcciones deberían lucir aún mucho mejor atendidas y cuidadas.
Estamos seguros que pronto el Ayuntamiento de Mérida hará algo para que quienes vengan con motivo de la designación de CAC se lleven una mejor impresión.