Noticias de Yucatán
Este 11 de noviembre, una patrulla policial llegó a una gasolinera de Las Vegas tras recibir reportes de que un hombre intentaba estrangular a una mujer mientras una niña pequeña trataba de intervenir en el conflicto y apartar al agresor.
Al descender de la patrulla y ver que proseguía la pelea, un policía detectó que el hombre –más tarde identificado como Phillip Pitts, de 41 años– estaba armado con una pistola. Según posteriores reportes policiales, el agente le ordenó que soltara el arma y dejara a la mujer apartarse, pero la lucha no cesó. En un determinado momento, Pitts apuntó la pistola contra su propia cabeza y le gritó al policía que iba a pegarse un tiro.
Llegó entonces otro agente y vio que Pitts, sin cejar en la pelea, presionó la pistola contra el vientre de la mujer. Pese a que le ordenó repetidas veces que soltara el arma y se alejara de la mujer, el agresor no lo hizo y el policía disparó dos veces contra Pitts, que al caer al suelo seguía apuntando en dirección de la mujer.
Entonces el agente hizo dos disparos más. Junto con su compañero, procedió a desarmar a Pitts y llamar a una ambulancia. El agresor murió en el acto, pero la mujer sí necesitó asistencia médica, ya que resultó herida en el vientre durante los primeros disparos del agente. Se encuentra en condición estable, según informó este martes el asistente de sheriff Tom Roberts, en una rueda de prensa acerca del incidente.
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Mientras la investigación de lo sucedido sigue en curso, el agente David Nesheiwat, quien mató al agresor, se encuentra en suspención bajo permiso administrativo. Los medios locales, entre ellos FOX 5, precisan que el hombre abatido y la mujer estaban casados y la pareja tenía una hija de 10 años, que fue testigo de la pelea entre sus padres.
(Actualidad RT)