Noticias de Yucatán
(apro.) De acuerdo con el presidente nacional del PAN,
Ricardo Anaya, la ciudadanía está insatisfecha con el actual sistema por la
inseguridad, la desigualdad social, y la corrupción.
El líder nacional del PAN expuso sus propuestas ante José
Woldenberg quien lo entrevistó para el programa de televisión “Pensar México.
Diálogos sobres lo retos del próximo sexenio”, en la FIL de Guadalajara.
Posteriormente, en entrevista, Ricardo Anaya reiteró que
para el 13 de diciembre ya estará lista la coalición del Frente Ciudadano por
México y que ganarán la elección presidencial del 2018.
Entre sus planteamientos, Anaya recordó que 2017 es el
año más violento en los últimos 20 años, según lo demuestran las estadísticas,
por lo que se necesita “recuperar la capacidad de las policías” estatales y
municipales, y evitarse que el Ejército siga supliendo sus funciones.
“Hemos entrado en un círculo vicioso, porque ahora
tenemos alcaldes y gobernadores que prefieren que la Federación les envíe el
Ejército y la Marina, les subsidie sus responsabilidades”. Calificó como
extraordinaria la tarea de los cuerpos militares, pero insistió en que no les
corresponde constitucionalmente esa labor.
Descartó que se requieran más recursos para seguridad,
puesto que en los últimos 10 años se triplicó el gasto para esa materia, pero
este año es el más violento, insistió.
Anaya propuso decomisar bienes a la delincuencia
organizada, y poner orden a los penales.
Mencionó que un 80% de las 400 cárceles del país tienen
un nivel de autogobierno, lo cual es aprovechado para cometer el 80% de las
extorsiones y que hasta el 50% de los secuestros se planean desde ahí.
Considera necesario “poner orden” en los reclusorios para abatir esos delitos,
pero no mencionó cómo.
Sobre la pobreza, el panista explicó que en la última
década se ha ido reduciendo la masa salarial, pues al inicio de este sexenio un
42% de ciudadanos ganaban de dos salarios mínimos para abajo, ahora es un 50%.
En ese sentido planteó que exista un “ingreso básico
universal”, lo que implicaría que todos los ciudadanos cada mes reciban una
pequeña cantidad de dinero sin ninguna condición, como sucede en programas
pilotos implementados en la India, Finlandia, Canadá, y Holanda.
Estimó que lo anterior se financiaría con recursos
adicionales que se obtienen por recaudación, los cuales en los últimos dos años
sumaron un total de 850 mil millones de pesos y que no estaban etiquetados para
ningún fin. También propuso recortar privilegios a la burocracia dorada, como
el seguro de gastos médicos a donde se fueron 2 mil millones de pesos anuales,
así como programas sociales.
Con respecto a la corrupción, fustigó que los casos no
tengan castigo a pesar de los escándalos, puso de ejemplo a los hermanos
Moreira, exgobernadores de Coahuila, acusado de dañar al erario y de tener
nexos con la delincuencia organizada.
Anaya también mencionó que la ciudadanía está inconforme
con el actual sistema democrático debido a las enormes deficiencias que existen
en materia de fiscalización de los recursos de las campañas políticas.
“Sabemos que quienes ejercen el poder en México,
literalmente sacan dinero de las arcas para inyectarlo a las campañas políticas,
no tenemos un sistema eficiente de fiscalización. Lo vimos ahora en la elección
a gobernador del Estado de México, una autentica elección de estado, donde
corrieron miles de millones de pesos que no fueron detectados por la autoridad
electoral”, refirió.
Ejemplificó con la campaña a la gubernatura en Coahuila
en la pasada elección, que a pesar que sí se detectó que se rebasó el tope de
13 millones de pesos, “la sala Superior una y otra vez, resolvía que lo
determinado por el INE (Instituto Nacional Electoral), por mayoría, no tenía un
sustento suficiente”.
Consideró que es un error que el INE se convirtiera en el
fiscalizador de las campañas federales y locales. “El modelo no está
funcionando necesariamente como quisiéramos”, comentó.
Acerca de la postulación de José Antonio Meade para ser
el candidato del PRI a la presidencia, dijo que le resulta intrascendente,
debido a que las personas están cansadas y hartas de ese partido, y del
gobierno corrupto e ineficaz.