Noticias de Yucatán
(Expansión) -Durante la primera etapa de vida de un niño se forma casi
90% de sus conexiones neuronales. Si esto se hace de manera saludable, sin que
el menor esté expuesto a situaciones dolorosas o estresantes, en la edad adulta
podrá tener mejores capacidades de retención, comunicación e inteligencia
emocional, lo que lo convertirá en una persona más productiva, según Jack P.
Shonkoff, director del Centro de Desarrollo Infantil de la Universidad de
Harvard.
“Las empresas contratarían a personal cada vez más
capacitado, así que mejoraría la eficiencia en sus organizaciones, lo que sería
un beneficio económico para ellos y para la sociedad en general”, explicó
Mariano Montero, director de Fundación Femsa, durante el segundo simposio de
desarrollo infantil temprano Interacciones que Transforman.
Por ello, la Fundación Femsa, Lego Foundation y el Fondo
Unido México propusieron que, en conjunto, la iniciativa privada y el gobierno
inviertan en el desarrollo infantil temprano, para que la productividad laboral
en el país aumente a largo plazo. De acuerdo con el Fondo de las Naciones
Unidas para la Infancia (Unicef), por cada dólar invertido en un niño de cero a
cinco años, en su etapa adulta habrá retornos de entre 6 y 17 dólares.
“Las empresas
mexicanas deberían pactar con el gobierno. Ellas pondrían el financiamiento
para establecer prácticas que mejoren la educación de los niños, pero las
instituciones gubernamentales deberían devolverle el dinero otorgado a las
compañías una vez que éste rinda frutos con intereses”, sugirió Montero.
La inversión en el desarrollo infantil temprano se tiene
que realizar a través de los padres, coincidieron los especialistas. Ellos
deben recibir la capacitación para enseñarle a los niños las habilidades que
les pueden servir en el futuro. Y cuando los padres trabajen, las empresas
tendrán otorgarles más flexibilidad para que puedan acompañar a los infantes en
las primeras etapas.