Noticias de Yucatán
Integrantes de las bandas “Sureño” y “Los del cementerio” se enfrentaron por la tarde en un sector de Maxcanú.
El campo de batalla fue en la calle 30 entre 23 y 25 del fraccionamiento Los Cocos.
Con piedras, botellas, palos y hasta voladores se realizó el pleito que comenzó alrededor de las 5:15 de la tarde, y en la que participaron unas tres decenas de vándalos, jóvenes en su mayoría.
De acuerdo con información recabada en el lugar, las hostilidades se iniciaron cuando dos integrantes de la pandilla de “Los de los cementerio” apedrearon una casa de la calle 30, en el fraccionamiento Los Cocos, donde al parecer vive uno de los “Sureños” quien golpeó la noche anterior a uno de los miembros de la banda rival.
Minutos después llegaron unos 20 pandilleros e intensificaron la lluvia de piedras contra su adversario, e incluso quemaron una motocicleta de una persona quien fue a comprar a una tienda cercana.
Vecinos del fraccionamiento y del sector conocido como “La Colonia” llamaron al 911 para pedir la intervención de la Policía, sin embargo, hasta las 6:30 de la tarde no llegó ningún agente lo que dio tiempo a que arribaran al sitio integrantes de “Los sureños”, encabezados por su líder “El pelón”, quien según los vecinos de la comunidad es hijo de un elemento de la SSP.
Dos horas después del comienzo de las hostilidades llegaron los agentes de la Policía Municipal, qienes sólo observaron los hechos y se retiraron.
Unos 15 minutos más tarde, los policías regresaron y hablaron con los familiares del dueño de la moto quemada y acudieron a la casa de uno de los pandilleros, pero no lo hallaron, y de nuevo se retiraron.
Hasta alrededor de las 8 de la noche, tres horas después de que comenzó el enfrentamiento, llegó al sitio un convoy de agentes estatales y municipales, e incluso de la Policía Estatal Investigadora y se dirigieron a una casa de la calle 30 con 25 de “Los Cocos”, donde se efectuaba una fiesta, al parecer en busca de los vándalos, pero no detuvieron a nadie, sólo tomaron fotografías de las evidencias de la batalla campal.
Algunos vecinos reventaron voladores, con la intención de ahuyentar a los pandilleros. Hasta las nueve de la noche, el pleito entre miembros de ambas bandas concluyó y los elementos policíacos se retiraron del lugar.
Los vecinos del fraccionamiento se dicen hartos y quisieron hacer pública su denuncia, pues según afirman, cada vez que hay un pleito se llaman a las autoridades, pero siempre llegan tarde y son las viviendas las que pagan las consecuencias, ya que terminan con cristales rotos por los objetos usados como proyectiles por los vándalos.
A pesar de que los líderes de ambas bandas están identificados, no son detenidos por la Policía, y los vecinos se sienten indefensos y a merced de los pandilleros.- Megamedia
Integrantes de las bandas “Sureño” y “Los del cementerio” se enfrentaron por la tarde en un sector de Maxcanú.
El campo de batalla fue en la calle 30 entre 23 y 25 del fraccionamiento Los Cocos.
Con piedras, botellas, palos y hasta voladores se realizó el pleito que comenzó alrededor de las 5:15 de la tarde, y en la que participaron unas tres decenas de vándalos, jóvenes en su mayoría.
De acuerdo con información recabada en el lugar, las hostilidades se iniciaron cuando dos integrantes de la pandilla de “Los de los cementerio” apedrearon una casa de la calle 30, en el fraccionamiento Los Cocos, donde al parecer vive uno de los “Sureños” quien golpeó la noche anterior a uno de los miembros de la banda rival.
Minutos después llegaron unos 20 pandilleros e intensificaron la lluvia de piedras contra su adversario, e incluso quemaron una motocicleta de una persona quien fue a comprar a una tienda cercana.
Vecinos del fraccionamiento y del sector conocido como “La Colonia” llamaron al 911 para pedir la intervención de la Policía, sin embargo, hasta las 6:30 de la tarde no llegó ningún agente lo que dio tiempo a que arribaran al sitio integrantes de “Los sureños”, encabezados por su líder “El pelón”, quien según los vecinos de la comunidad es hijo de un elemento de la SSP.
Dos horas después del comienzo de las hostilidades llegaron los agentes de la Policía Municipal, qienes sólo observaron los hechos y se retiraron.
Unos 15 minutos más tarde, los policías regresaron y hablaron con los familiares del dueño de la moto quemada y acudieron a la casa de uno de los pandilleros, pero no lo hallaron, y de nuevo se retiraron.
Hasta alrededor de las 8 de la noche, tres horas después de que comenzó el enfrentamiento, llegó al sitio un convoy de agentes estatales y municipales, e incluso de la Policía Estatal Investigadora y se dirigieron a una casa de la calle 30 con 25 de “Los Cocos”, donde se efectuaba una fiesta, al parecer en busca de los vándalos, pero no detuvieron a nadie, sólo tomaron fotografías de las evidencias de la batalla campal.
Algunos vecinos reventaron voladores, con la intención de ahuyentar a los pandilleros. Hasta las nueve de la noche, el pleito entre miembros de ambas bandas concluyó y los elementos policíacos se retiraron del lugar.
Los vecinos del fraccionamiento se dicen hartos y quisieron hacer pública su denuncia, pues según afirman, cada vez que hay un pleito se llaman a las autoridades, pero siempre llegan tarde y son las viviendas las que pagan las consecuencias, ya que terminan con cristales rotos por los objetos usados como proyectiles por los vándalos.
A pesar de que los líderes de ambas bandas están identificados, no son detenidos por la Policía, y los vecinos se sienten indefensos y a merced de los pandilleros.- Megamedia