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Internet está lleno de coaches y asesores nutricionales. También de especialistas en fitness y aplicaciones para entrenar. Su objetivo es ayudarte a que elimines esos kilos de más y mejores tu salud. No todas, sin embargo, son igualmente fiables. "Hoy, hasta un dependiente de herbolario puede recomendarte una dieta, incluso para tratar una enfermedad, algo que es muy grave", explica Esther Yánez, doctora en Bioquímica y Biología Molecular y coordinadora del Ciclo de Técnico en Dietética de la Universidad Alfonso X el Sabio (UAX) y miembro del Centro de Formación Profesional Alfonso X el Sabio y la plataforma onlineOpenUAX. En 2016, el Colegio General de Dietistas-Nutricionistas de la Comunidad Valenciana alertaba de que el 70% de los que figuran en Internet son un fraude. “Si buscas en Google alguien que te lleve una dieta, de los 100 primeros puestos, solo 23 tienen la titulación de dietista-nutricionista", afirmaba Alma Palau, su presidenta. Por eso es importante reconocer a un buen profesional antes de ponerse en manos de cualquiera. Está en juego nuestra salud. Prestar atención a varios factores puede ayudarnos a identificar al experto correctamente formado.
Solicitar a nuestro entrenador o nutricionista el título es un buen comienzo. “Cuando vas al médico, asumes que lo es, lo mismo ocurre con los entrenadores y los especialistas en alimentación. Por eso puede darnos vergüenza pedírselo. Sin embargo, es importante hacerlo porque hay mucho intrusismo en estos campos”, apunta Yánez. “La formación es fundamental, no se suple con la experiencia”, asegura José Luis Maté, jefe de estudios del grado en Ciencias de la Actividad Física y del Deporte de la UAX, un campus privado ubicado en Madrid. "El grado o los ciclos de grado medio o superior te habilitan para dedicarte a la docencia, a la gestión deportiva y para ser preparador físico o entrenador personal”, afirma Maté.
En el campo de la nutrición, la educación se imparte a varios niveles para formar profesionales con tareas diferentes. El más amplio es el médico endocrinólogo, que es el especialista al que se debe recurrir en casos de obesidad o enfermedades derivadas del sobrepeso. Los nutricionistas y los dietistas son los encargados de elaborar las combinaciones de alimentos más adecuadas para proporcionar una alimentación correcta a una persona, teniendo en cuenta sus circunstancias concretas. Basándose siempre en evidencias científicas. "La principal diferencia entre ambos es que el nutricionista está habilitado para realizar una evaluación del estado nutricional del paciente. El dietista trabaja a partir de las medidas tomadas por el nutricionista o el endocrinólogo”, apunta la experta.
Antes de recomendarnos una dieta, el buen profesional debe hacer una valoración de nuestro estado de salud general mediante una extensa entrevista y varias pruebas. Si en vez de realizar todo este proceso, el supuesto profesional nos ofrece una dieta estándar sacada de un cajón, conviene sospechar. “Debe conocernos para elaborar un programa personalizado, no basta con que te pese y te mida”, asegura Yánez. Para ello elaborará una historia con datos personales y, con seguridad, nos pedirá que solicitemos una analítica a nuestro médico. “Después analizará nuestra dieta, nuestra conducta a la hora de comer, nuestros horarios, la actividad física que realizamos y nos pedirá que hagamos un registro de los alimentos que tomamos”, añade la experta. Esa información permitirá al profesional realizar una serie de cálculos para conocer, entre otros aspectos, nuestro gasto energético.
La dieta que elabore debe ser equilibrada, con una adecuada distribución de los nutrientes, en función de nuestros intereses. "Sin días de ayuno, por ejemplo", agrega Esther Yánez. “También si nos ofrece perder muchos kilos en poco tiempo. Los milagros no existen en dietética. Las pautas establecen que en una situación de sobrepeso el ritmo de pérdida saludable está en medio kilo a la semana”, añade.
Apps y entrenadores personales
En el fitness tampocoexisten milagros. La mejora física y el crecimiento muscular llevan tiempo si se hacen dentro de los parámetros correctos. Por ello, un buen entrenador nunca nos pedirá nada fuera de nuestro alcance y adaptará los ejercicios a nuestras posibilidades. “Las rutinas de ejercicio no son iguales para todo el mundo, por eso no se puede establecer una sin conocer las posibilidades físicas de la persona a la que va enfocada”, asegura José Luis Maté. La entrevista también, por tanto, es esencial antes de establecer un plan de ejercicio. En ella, el especialista debe preguntarnos sobre nuestro estado físico y nuestros objetivos. Una vez tengamos la tabla de ejercicios, nos indicará cómo ejecutarlos.
A través de Internet han surgido páginas dedicadas a entrenamientos y aplicaciones que diseñan rutinas y monitorizan tus ejercicios. Estos programas son útiles para indicar los ejercicios que te ayudarán a lograr tus objetivos, pero no ofrecen ningún tipo de observación personalizada. "No sustituyen la labor de un profesional que te puede corregir la ejecución de tus movimientos o el volumen de carga para evitar lesiones", explica Maté que asegura que los consejos del experto siempre irán encaminados a mejorar la salud, antes que la estética. Ellos mismos, añade, deben transmitir con su aspecto y su actitud esa salud. “Si tú no te cuidas, los demás no van a poner la mejora de su estado físico en tus manos”, concluye.
Internet está lleno de coaches y asesores nutricionales. También de especialistas en fitness y aplicaciones para entrenar. Su objetivo es ayudarte a que elimines esos kilos de más y mejores tu salud. No todas, sin embargo, son igualmente fiables. "Hoy, hasta un dependiente de herbolario puede recomendarte una dieta, incluso para tratar una enfermedad, algo que es muy grave", explica Esther Yánez, doctora en Bioquímica y Biología Molecular y coordinadora del Ciclo de Técnico en Dietética de la Universidad Alfonso X el Sabio (UAX) y miembro del Centro de Formación Profesional Alfonso X el Sabio y la plataforma onlineOpenUAX. En 2016, el Colegio General de Dietistas-Nutricionistas de la Comunidad Valenciana alertaba de que el 70% de los que figuran en Internet son un fraude. “Si buscas en Google alguien que te lleve una dieta, de los 100 primeros puestos, solo 23 tienen la titulación de dietista-nutricionista", afirmaba Alma Palau, su presidenta. Por eso es importante reconocer a un buen profesional antes de ponerse en manos de cualquiera. Está en juego nuestra salud. Prestar atención a varios factores puede ayudarnos a identificar al experto correctamente formado.
Solicitar a nuestro entrenador o nutricionista el título es un buen comienzo. “Cuando vas al médico, asumes que lo es, lo mismo ocurre con los entrenadores y los especialistas en alimentación. Por eso puede darnos vergüenza pedírselo. Sin embargo, es importante hacerlo porque hay mucho intrusismo en estos campos”, apunta Yánez. “La formación es fundamental, no se suple con la experiencia”, asegura José Luis Maté, jefe de estudios del grado en Ciencias de la Actividad Física y del Deporte de la UAX, un campus privado ubicado en Madrid. "El grado o los ciclos de grado medio o superior te habilitan para dedicarte a la docencia, a la gestión deportiva y para ser preparador físico o entrenador personal”, afirma Maté.
En el campo de la nutrición, la educación se imparte a varios niveles para formar profesionales con tareas diferentes. El más amplio es el médico endocrinólogo, que es el especialista al que se debe recurrir en casos de obesidad o enfermedades derivadas del sobrepeso. Los nutricionistas y los dietistas son los encargados de elaborar las combinaciones de alimentos más adecuadas para proporcionar una alimentación correcta a una persona, teniendo en cuenta sus circunstancias concretas. Basándose siempre en evidencias científicas. "La principal diferencia entre ambos es que el nutricionista está habilitado para realizar una evaluación del estado nutricional del paciente. El dietista trabaja a partir de las medidas tomadas por el nutricionista o el endocrinólogo”, apunta la experta.
Antes de recomendarnos una dieta, el buen profesional debe hacer una valoración de nuestro estado de salud general mediante una extensa entrevista y varias pruebas. Si en vez de realizar todo este proceso, el supuesto profesional nos ofrece una dieta estándar sacada de un cajón, conviene sospechar. “Debe conocernos para elaborar un programa personalizado, no basta con que te pese y te mida”, asegura Yánez. Para ello elaborará una historia con datos personales y, con seguridad, nos pedirá que solicitemos una analítica a nuestro médico. “Después analizará nuestra dieta, nuestra conducta a la hora de comer, nuestros horarios, la actividad física que realizamos y nos pedirá que hagamos un registro de los alimentos que tomamos”, añade la experta. Esa información permitirá al profesional realizar una serie de cálculos para conocer, entre otros aspectos, nuestro gasto energético.
La dieta que elabore debe ser equilibrada, con una adecuada distribución de los nutrientes, en función de nuestros intereses. "Sin días de ayuno, por ejemplo", agrega Esther Yánez. “También si nos ofrece perder muchos kilos en poco tiempo. Los milagros no existen en dietética. Las pautas establecen que en una situación de sobrepeso el ritmo de pérdida saludable está en medio kilo a la semana”, añade.
Apps y entrenadores personales
En el fitness tampocoexisten milagros. La mejora física y el crecimiento muscular llevan tiempo si se hacen dentro de los parámetros correctos. Por ello, un buen entrenador nunca nos pedirá nada fuera de nuestro alcance y adaptará los ejercicios a nuestras posibilidades. “Las rutinas de ejercicio no son iguales para todo el mundo, por eso no se puede establecer una sin conocer las posibilidades físicas de la persona a la que va enfocada”, asegura José Luis Maté. La entrevista también, por tanto, es esencial antes de establecer un plan de ejercicio. En ella, el especialista debe preguntarnos sobre nuestro estado físico y nuestros objetivos. Una vez tengamos la tabla de ejercicios, nos indicará cómo ejecutarlos.
A través de Internet han surgido páginas dedicadas a entrenamientos y aplicaciones que diseñan rutinas y monitorizan tus ejercicios. Estos programas son útiles para indicar los ejercicios que te ayudarán a lograr tus objetivos, pero no ofrecen ningún tipo de observación personalizada. "No sustituyen la labor de un profesional que te puede corregir la ejecución de tus movimientos o el volumen de carga para evitar lesiones", explica Maté que asegura que los consejos del experto siempre irán encaminados a mejorar la salud, antes que la estética. Ellos mismos, añade, deben transmitir con su aspecto y su actitud esa salud. “Si tú no te cuidas, los demás no van a poner la mejora de su estado físico en tus manos”, concluye.
Fuente: El país