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China está desarrollando activamente su próxima generación de armas nucleares y los expertos alertan del riesgo de un conflicto a raíz de una nueva carrera armamentista, según un artículo de South China Morning Post.
En los últimos años, Pekín ha llevado a cabo un promedio de cinco pruebas al mes para simular explosiones nucleares, de acuerdo con los datos de la Academia china de Ingeniería Física. Mientras tanto, EE.UU. realiza ensayos de este tipo menos de una vez al mes en promedio.
En concreto, entre septiembre de 2014 y diciembre pasado, China llevó a cabo alrededor de 200 experimentos de laboratorio para simular una explosión nuclear.
En comparación, EE.UU. realizó solo 50 pruebas entre 2012 y 2017, alrededor de diez por año, según el Laboratorio Nacional Lawrence Livermore.
El artículo explica que aunque una prohibición internacional impide que se prueben armas atómicas, las principales potencias nucleares han podido continuar sus esfuerzos realizando pruebas simuladas. En este tipo de ensayos, se utiliza una instalación que simula el calor extremo, la presión y las ondas de choque producidas en una explosión nuclear real, lo que proporciona a los científicos los datos necesarios para desarrollar armas nucleares más avanzadas.
De hecho, es probable que Pekín ya haya superado a Washington en algunas áreas importantes de la investigación con armas nucleares, apunta Luo Guoqiang, del Laboratorio Estatal Clave de Tecnología Avanzada para la Síntesis y Procesamiento de Materiales en la Universidad Tecnológica de Wuhan (China). Este experto explica que "parte del impulso proviene de los avances técnicos, y parte, del aumento del apoyo financiero del Gobierno".
El riesgo de un conflicto nuclear
A medida que China se una a EE.UU. y Rusia en la búsqueda de armas nucleares más precisas como elemento de disuasión contra potenciales amenazas, la inminente carrera de armamentos tendría un efecto opuesto: aumentar el riesgo de un conflicto nuclear, advierten los analistas citados por el diario.
Si las pruebas intensivas de Pekín desencadenaran una nueva carrera de armas nucleares al estimular una respuesta de EE.UU., "sería una mala noticia para todos", asevera Wang Chuanbin, otro investigador del laboratorio chino.
Por su parte, James Lewis, vicepresidente del Centro de Estudios Estratégicos e Internacionales, un 'think tank' con sede en Washington, asegura que una nueva ronda de la carrera armamentista nuclear ya ha comenzado, aunque la opinión pública aún no es consciente de ello.
En este sentido, el experto recuerda que la Casa Blanca está considerando un plan de 1,2 billones de dólares para mejorar sus reservas nucleares. A principios de este año, el Pentágono anunció que desarrollaría nuevas armas nucleares de baja potencia que podrían montarse en misiles de crucero convencionales y ser lanzadas por submarinos.
"Si otros usan armas nucleares contra nosotros, tenemos que tomar represalias"
La nueva generación de armas nucleares tácticas de China está diseñada para su uso en batallas de corto alcance, por ejemplo, para eliminar a todo un grupo de portaviones, detalla South China Morning Post, que recuerda que Pekín está envuelto en una serie de disputas territoriales en áreas como el mar de la China Meridional y el Himalaya.
Sin embargo, el experto naval Li Jie asegura que, después de años de rápido desarrollo, las fuerzas militares convencionales de China son capaces de salvaguardar los intereses de la nación en las áreas disputadas sin tener que recurrir a opciones nucleares, por lo que la posibilidad de que China use alguna vez este tipo de armas en la región es remota.
Aún así, "si otros países usan armas nucleares contra nosotros, tenemos que tomar represalias", advierte el experto, para concluir que "esta es probablemente la razón por la cual hay investigaciones para desarrollar nuevas armas".
China está desarrollando activamente su próxima generación de armas nucleares y los expertos alertan del riesgo de un conflicto a raíz de una nueva carrera armamentista, según un artículo de South China Morning Post.
En los últimos años, Pekín ha llevado a cabo un promedio de cinco pruebas al mes para simular explosiones nucleares, de acuerdo con los datos de la Academia china de Ingeniería Física. Mientras tanto, EE.UU. realiza ensayos de este tipo menos de una vez al mes en promedio.
En concreto, entre septiembre de 2014 y diciembre pasado, China llevó a cabo alrededor de 200 experimentos de laboratorio para simular una explosión nuclear.
En comparación, EE.UU. realizó solo 50 pruebas entre 2012 y 2017, alrededor de diez por año, según el Laboratorio Nacional Lawrence Livermore.
El artículo explica que aunque una prohibición internacional impide que se prueben armas atómicas, las principales potencias nucleares han podido continuar sus esfuerzos realizando pruebas simuladas. En este tipo de ensayos, se utiliza una instalación que simula el calor extremo, la presión y las ondas de choque producidas en una explosión nuclear real, lo que proporciona a los científicos los datos necesarios para desarrollar armas nucleares más avanzadas.
De hecho, es probable que Pekín ya haya superado a Washington en algunas áreas importantes de la investigación con armas nucleares, apunta Luo Guoqiang, del Laboratorio Estatal Clave de Tecnología Avanzada para la Síntesis y Procesamiento de Materiales en la Universidad Tecnológica de Wuhan (China). Este experto explica que "parte del impulso proviene de los avances técnicos, y parte, del aumento del apoyo financiero del Gobierno".
El riesgo de un conflicto nuclear
A medida que China se una a EE.UU. y Rusia en la búsqueda de armas nucleares más precisas como elemento de disuasión contra potenciales amenazas, la inminente carrera de armamentos tendría un efecto opuesto: aumentar el riesgo de un conflicto nuclear, advierten los analistas citados por el diario.
Si las pruebas intensivas de Pekín desencadenaran una nueva carrera de armas nucleares al estimular una respuesta de EE.UU., "sería una mala noticia para todos", asevera Wang Chuanbin, otro investigador del laboratorio chino.
Por su parte, James Lewis, vicepresidente del Centro de Estudios Estratégicos e Internacionales, un 'think tank' con sede en Washington, asegura que una nueva ronda de la carrera armamentista nuclear ya ha comenzado, aunque la opinión pública aún no es consciente de ello.
En este sentido, el experto recuerda que la Casa Blanca está considerando un plan de 1,2 billones de dólares para mejorar sus reservas nucleares. A principios de este año, el Pentágono anunció que desarrollaría nuevas armas nucleares de baja potencia que podrían montarse en misiles de crucero convencionales y ser lanzadas por submarinos.
"Si otros usan armas nucleares contra nosotros, tenemos que tomar represalias"
La nueva generación de armas nucleares tácticas de China está diseñada para su uso en batallas de corto alcance, por ejemplo, para eliminar a todo un grupo de portaviones, detalla South China Morning Post, que recuerda que Pekín está envuelto en una serie de disputas territoriales en áreas como el mar de la China Meridional y el Himalaya.
Sin embargo, el experto naval Li Jie asegura que, después de años de rápido desarrollo, las fuerzas militares convencionales de China son capaces de salvaguardar los intereses de la nación en las áreas disputadas sin tener que recurrir a opciones nucleares, por lo que la posibilidad de que China use alguna vez este tipo de armas en la región es remota.
Aún así, "si otros países usan armas nucleares contra nosotros, tenemos que tomar represalias", advierte el experto, para concluir que "esta es probablemente la razón por la cual hay investigaciones para desarrollar nuevas armas".