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15 años después del accidente aéreo que causó la muerte de 62 militares españoles en Turquía, se ha encontrado una pierna en un cementerio turco que podría pertenecer a una de las víctimas mortales de aquella tragedia.
El hallazgo ha sido comunicado por el Gobierno de Turquía. Los restos habrían sido encontrados y enterrados unos dos meses después del siniestro aéreo porque no pudieron ser identificados. El Ministerio de Defensa español lo ha confirmado este lunes y ha anunciado que inicia un proceso de cooperación judicial con Turquía.
Este hecho ha sido conocido después de que un familiar de un militar fallecido preguntara al Ministerio de Defensa de España si quedaban restos en el país en el que ocurrió la tragedia, y la institución española elevó la pregunta al Ministerio de Asuntos Exteriores de Turquía, quienes han informado de que una extremidad inferior fue enterrada en el cementerio de la localidad de Maçka en julio de 2003, tras no poder determinar su identificación.
El escándalo del Yak-42
El accidente estuvo rodeado de polémica desde el primer momento. Antes del siniestro ya se cuestionaban las condiciones de los aviones exsoviéticos alquilados por España para el transporte de tropas, incluso varios de los militares que fallecieron habían expresado a familiares y allegados su temor a volar en el artefacto, ya que consideraban que estaba en malas condiciones.
Pero el escándalo fue aún mayor cuando se comprobó que 30 de las 62 víctimas españolas habían sido repatriadas sin identificar, una información que fue ocultada por las autoridades españolas. Fue un juez quien tuvo que ordenar la exhumación de los restos, para identificarlos y entregarlos a sus seres queridos.
15 años después del accidente aéreo que causó la muerte de 62 militares españoles en Turquía, se ha encontrado una pierna en un cementerio turco que podría pertenecer a una de las víctimas mortales de aquella tragedia.
El hallazgo ha sido comunicado por el Gobierno de Turquía. Los restos habrían sido encontrados y enterrados unos dos meses después del siniestro aéreo porque no pudieron ser identificados. El Ministerio de Defensa español lo ha confirmado este lunes y ha anunciado que inicia un proceso de cooperación judicial con Turquía.
Este hecho ha sido conocido después de que un familiar de un militar fallecido preguntara al Ministerio de Defensa de España si quedaban restos en el país en el que ocurrió la tragedia, y la institución española elevó la pregunta al Ministerio de Asuntos Exteriores de Turquía, quienes han informado de que una extremidad inferior fue enterrada en el cementerio de la localidad de Maçka en julio de 2003, tras no poder determinar su identificación.
El escándalo del Yak-42
El accidente estuvo rodeado de polémica desde el primer momento. Antes del siniestro ya se cuestionaban las condiciones de los aviones exsoviéticos alquilados por España para el transporte de tropas, incluso varios de los militares que fallecieron habían expresado a familiares y allegados su temor a volar en el artefacto, ya que consideraban que estaba en malas condiciones.
Pero el escándalo fue aún mayor cuando se comprobó que 30 de las 62 víctimas españolas habían sido repatriadas sin identificar, una información que fue ocultada por las autoridades españolas. Fue un juez quien tuvo que ordenar la exhumación de los restos, para identificarlos y entregarlos a sus seres queridos.