Noticias de Yucatán. Noticias de Hoy
Las encuentras despellejadas, colgadas junto al fogón, en donde se van secando, hasta que es posible molerlas y convertirlas en polvo, para que pueda ser consumida. Se trata de la carne de víbora de cascabel, producto que de acuerdo con doña María Esperanza Balán Mendoza, cura el cáncer y otros padecimientos.
Vecina de la comunidad de Chicbul, a unos 20 minutos de la villa de Sabancuy, María Esperanza, de 57 años de edad, es quien se encarga de vigilar el proceso de secado y molido de la víbora, para envasarla en frasco de cristal, reciclado de conocidas marcas de café.
Salen a la caza
Mientras sus familiares -cuatro varones entre su esposo y sus hijos- cuidan al ganado o limpian las parcelas, se encargan de localizar a las víboras de cascabel, por su singular sonido al mover la cola, para tratar de ahuyentar a sus enemigos.
Luego de que es hallada, a la víbora se le corta la cabeza y el cascabel, el cuerpo se mete en una bolsa y lo llevan a la casa, en Chicbul, en donde se le quita la piel y se coloca sobre el fogón, para que el calor y el humo provoquen la deshidratación de la carne hasta el punto de facilitar el molido de la misma.
“A nosotros hay personas que nos encargan la carne. Sin embargo, nos resulta más el vender el polvo de este producto, con el que se cura el cáncer y otros padecimientos, de acuerdo con nuestros clientes”, explica Balán Mendoza.
Con un molino manual, la carne ya seca se convierte en polvo, mismo que tiene un color amarillento y de olor similar al pescado. Una vez envasado, se vende a 30 ó 70 pesos, según el tamaño del recipiente.
No hay sustento médico
De acuerdo con José Renán González Fuentes, médico cirujano, hasta el momento no existe sustento científico que permita determinar que esta carne efectivamente cure el cáncer.
“La cura del cáncer con éste y otros productos, considero que es más producto de la fe, pero no hay estudios que al respecto”, comentó. La Jornada Maya