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Los padres de la menor se encontraban a poco más de tres horas de su domicilio; la niña fue encontrada cocinando su propia cena
Austin, Texas.- Una pareja fue detenida por dejar sola a su hija de 11 años durante casi dos días para asistir a un concierto de rock en Detroit (MI), a 2.000 kilómetros de su domicilio en Spring (Texas), informaron hoy medios hispanos.
Los padres de la niña, John Guerrero y Virginia Yearnd, se encuentran desde el pasado 24 de agosto en la cárcel de condado de Harris (Texas), acusados de abandono de una menor y conducta temeraria, por lo que el juez no permitió la libertad bajo fianza.
Una tía abuela de la pareja fue la encargada de advertir a las autoridades de la situación de la niña, después de que la mujer llamara al domicilio para hablar con sus familiares el 23 de agosto por la noche y fuera la pequeña quien contestó al teléfono.
Mientras conversaban, ella le dijo que sus padres no se encontraban en casa y que estaba sola desde el día anterior porque habían ido al concierto de la banda británica GodFlesh en Detroit.
La Policía de Springs, un pueblo boscoso a la afueras de Houston, acudió al domicilio en el que encontró a la menor en buen estado de salud y cocinando su propia cena. La chica fue entregada al Departamento de Protección al Menor (CPS, por sus siglas en inglés), mientras los agentes intentaban dar con el paradero de los padres.
A la mañana siguiente del concierto, Virginia Yearnd habló con un agente y le explicó que, efectivamente, habían dejado a la niña sola en casa para acudir a un concierto, aunque mintió sobre su paradero.
La mujer aseguró que se encontraban en Luisiana, estado limítrofe con Texas, a poco más de 3 horas en coche, y no en Michigan, situado a 20 horas por carretera desde la localidad en la que residen.
A petición de la madre, la menor fue trasladada de nuevo para quedar bajo el cuidado de una vecina amiga de la familia. Según el Código Penal de Texas, de ser declarados culpables Guerrero y Yearndpodrían ser condenados a un máximo de 2 años de cárcel y el pago de una multa de 10.000 dólares.
Los padres de la menor se encontraban a poco más de tres horas de su domicilio; la niña fue encontrada cocinando su propia cena
Austin, Texas.- Una pareja fue detenida por dejar sola a su hija de 11 años durante casi dos días para asistir a un concierto de rock en Detroit (MI), a 2.000 kilómetros de su domicilio en Spring (Texas), informaron hoy medios hispanos.
Los padres de la niña, John Guerrero y Virginia Yearnd, se encuentran desde el pasado 24 de agosto en la cárcel de condado de Harris (Texas), acusados de abandono de una menor y conducta temeraria, por lo que el juez no permitió la libertad bajo fianza.
Una tía abuela de la pareja fue la encargada de advertir a las autoridades de la situación de la niña, después de que la mujer llamara al domicilio para hablar con sus familiares el 23 de agosto por la noche y fuera la pequeña quien contestó al teléfono.
Mientras conversaban, ella le dijo que sus padres no se encontraban en casa y que estaba sola desde el día anterior porque habían ido al concierto de la banda británica GodFlesh en Detroit.
La Policía de Springs, un pueblo boscoso a la afueras de Houston, acudió al domicilio en el que encontró a la menor en buen estado de salud y cocinando su propia cena. La chica fue entregada al Departamento de Protección al Menor (CPS, por sus siglas en inglés), mientras los agentes intentaban dar con el paradero de los padres.
A la mañana siguiente del concierto, Virginia Yearnd habló con un agente y le explicó que, efectivamente, habían dejado a la niña sola en casa para acudir a un concierto, aunque mintió sobre su paradero.
La mujer aseguró que se encontraban en Luisiana, estado limítrofe con Texas, a poco más de 3 horas en coche, y no en Michigan, situado a 20 horas por carretera desde la localidad en la que residen.
A petición de la madre, la menor fue trasladada de nuevo para quedar bajo el cuidado de una vecina amiga de la familia. Según el Código Penal de Texas, de ser declarados culpables Guerrero y Yearndpodrían ser condenados a un máximo de 2 años de cárcel y el pago de una multa de 10.000 dólares.