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Chicago.- El oficial de la Policía de Chicago Jason Van Dyke, acusado por la muerte a balazos del joven afroamericano Laquan McDonald, defiende que no es racista, según declaró en una entrevista publicada hoy.
El agente, que la noche del 20 de octubre de 2014 abatió con 16 balazos al joven de 17 años Laquan McDonald, señaló al diario Chicago Tribune que no es racista y que teme pasar el resto de su vida en prisión tras el juicio que comenzará el próximo cinco de septiembre en esta ciudad de Illinois (EE.UU.).
"Yo rezo cada día", declaró el oficial, quien ha roto el silencio que ha mantenido en los últimos cuatro años y ha ofrecido entrevistas a medios de Chicago, en las que se confiesa "extremadamente nervioso" por el proceso judicial que afronta.
Puedo estar mirando la posibilidad de pasar el resto de mi vida en prisión por haber hecho mi trabajo como fui entrenado, como un policía de la ciudad de Chicago
El 12 de octubre de 2014, Van Dyke, un veterano agente de la Policía de esta ciudad de Illinois, asestó al joven 16 balazos, la mayoría de ellos cuando el abatido ya se encontraba en el suelo, según un video que las autoridades de Chicago dieron a conocer tras el suceso y que desató grandes protestas.
Van Dyke, un agente de raza blanca, mantiene que en el momento de los hechos el joven iba armado con un cuchillo y se sintió amenazado, a pesar de que en el video se aprecia que McDonald se estaba alejando de él cuando recibe el primer tiro.
El acusado, que enfrenta cargos de asesinato en primer grado, confesó al rotativo que ese 20 de octubre fue el día más difícil de su vida, mientras que al medio local FOX 32 llegó a afirmar que ha lidiado con "pensamientos suicidas".
La muerte de McDonald y la de otras de afroamericanos por disparos de policías blancos generó el nacimiento del movimiento civil "Black Lives Matter" ("Las vidas negras importan"), que reclama el fin de la violencia policial contra la comunidad negra.
De cara al comienzo del juicio del oficial, se prevé una concentración a las afueras del juzgado.
- De cara al comienzo del juicio del oficial, se prevé una concentración a las afueras del juzgado
Chicago.- El oficial de la Policía de Chicago Jason Van Dyke, acusado por la muerte a balazos del joven afroamericano Laquan McDonald, defiende que no es racista, según declaró en una entrevista publicada hoy.
El agente, que la noche del 20 de octubre de 2014 abatió con 16 balazos al joven de 17 años Laquan McDonald, señaló al diario Chicago Tribune que no es racista y que teme pasar el resto de su vida en prisión tras el juicio que comenzará el próximo cinco de septiembre en esta ciudad de Illinois (EE.UU.).
"Yo rezo cada día", declaró el oficial, quien ha roto el silencio que ha mantenido en los últimos cuatro años y ha ofrecido entrevistas a medios de Chicago, en las que se confiesa "extremadamente nervioso" por el proceso judicial que afronta.
Puedo estar mirando la posibilidad de pasar el resto de mi vida en prisión por haber hecho mi trabajo como fui entrenado, como un policía de la ciudad de Chicago
El 12 de octubre de 2014, Van Dyke, un veterano agente de la Policía de esta ciudad de Illinois, asestó al joven 16 balazos, la mayoría de ellos cuando el abatido ya se encontraba en el suelo, según un video que las autoridades de Chicago dieron a conocer tras el suceso y que desató grandes protestas.
Van Dyke, un agente de raza blanca, mantiene que en el momento de los hechos el joven iba armado con un cuchillo y se sintió amenazado, a pesar de que en el video se aprecia que McDonald se estaba alejando de él cuando recibe el primer tiro.
El acusado, que enfrenta cargos de asesinato en primer grado, confesó al rotativo que ese 20 de octubre fue el día más difícil de su vida, mientras que al medio local FOX 32 llegó a afirmar que ha lidiado con "pensamientos suicidas".
La muerte de McDonald y la de otras de afroamericanos por disparos de policías blancos generó el nacimiento del movimiento civil "Black Lives Matter" ("Las vidas negras importan"), que reclama el fin de la violencia policial contra la comunidad negra.
De cara al comienzo del juicio del oficial, se prevé una concentración a las afueras del juzgado.
