ILUSIÓN CONVERTIDA EN VIOLENCIA
Con la ilusión de mantener unida a su familia, y bajo la promesa de llevar una vida mejor en la cual no le faltaría nada, hace cuatro años, una mujer italiana decidió abandonar su país y migrar junto con su esposo mexicano y sus tres hijas, a la ciudad de Puebla, donde al cabo de unos meses al igual que sus pequeñas, comenzó a ser víctima de violencia física, sicológica, económica y patrimonial. Hoy el agresor está vinculado a proceso por el delito de lesiones y violencia familiar.
“Él a mí me ha quitado todo lo que tenía, dejé mi país, a mi familia, mi casa, un seguro, un trabajo bien remunerado, y ahora me encuentro aquí, vulnerable, es gracias a mis padres que están jubilados en Italia y nos mandan dinero, que he logrado sobrevivir, de no ser así hoy estaría en las calles y sin mis hijas”, contó la víctima de 36 años de edad, quien actualmente estudia un doctorado y es becaria del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (CONACYT).
Fue en el año 2000 cuando el ahora acusado, un arquitecto poblano de renombre, viajó a Italia por cuestiones de estudio. Ahí, conoció a la hoy víctima con quien contrajo nupcias en 2005 para después procrear a tres pequeñas.
Sin embargo, en 2014 el sujeto convenció a la mujer de venir a México, específicamente a Puebla, lo anterior con la promesa de brindarle a ella y a sus hijas, una vida mejor a la que llevaban en Italia. La ahora víctima, aceptó con la finalidad de mantener unida a su familia, sin embargo, ya en Puebla todo cambió.
“Cuando llegamos a Puebla, en los primeros meses, abandonó a su familia, ya dentro de su contexto cultural, cambió radicalmente, se mostró machista, violento y hasta peligroso, incluso comenzó a tener otra vida personal, dejó de proveer progresivamente a su familia. En su país se sintió fuerte, seguro”, narró la mujer italiana, quien confesó haberse sentido desprotegida y en algún momento hasta dudó en denunciar al creer que el padre de sus hijas ya había “arreglado” todo por seguramente conocer más las leyes del país.
Y es que tras divorciarse y establecer visitas con las pequeñas, el sujeto en una ocasión decidió ya no regresarlas con su madre por dos semanas, tiempo en el que incluso las mantuvo incomunicadas, hasta que la mujer se enteró de la Fiscalía General del Estado, la cual intervino, localizó y entregó a la menores de edad, quienes presentaron algunas lesiones y condiciones de violencia sicológica.
La agraviada asegura que el padre de sus hijas actuó en todo momento en complicidad con su familia, sin embargo, este hombre ya fue vinculado a proceso por violencia familiar y lesiones, además de que un juez de lo familiar, le impuso medidas cautelares como una orden de restricción.
No obstante, la pelea legal continúa ya que la defensa particular del acusado ha interpuesto un recurso de apelación contra el auto de vinculación a proceso, de tal manera que la víctima espera y confía en que las autoridades mexicanas, poblanas, actúen conforme a derecho y la resolución sea a favor de ella y de sus hijas, por quienes no temió denunciar y continúa de pie.
“Por respeto a mi persona, a mis hijas, tuve que denunciar y ante tanta injusticia debido a la situación de la que fui víctima, encontré la fuerza para salir adelante. Cuando nos tocan a los hijos, todo es diferente”, relató la agraviada quien a pesar de lo difícil que es, decidió compartir su experiencia para que ninguna mujer más, ya sea mexicana, italiana o de cualquier país, sea víctima de cualquier tipo de violencia.
DECENAS DE MUJERES SON VIOLENTADAS AL DÍA
Respecto al clima de violencia que sufren las mujeres en la entidad, María Eugenia Calderón Oliman, fiscal de Asuntos Jurídicos y Derechos Humanos de la Fiscalía de Puebla, reveló que al día, en la Unidad Especializada en Atención a la Violencia Familiar y de Género, recibe más de 20 denuncias por violencia en contra de la mujer, ya sea física, sicológica, económica o patrimonial.
Por lo anterior y con el interés incluso de reducir el número de feminicidios, la fiscal invita a la mujeres que sufren de violencia, acudan a denunciar, sin importar si son del estado o del país, ya que el trato es el mismo ya que la Fiscalía funciona como un sistema de apoyo para ellas.
“Les brindamos los albergues para sacarlas de su entorno de violencia, se recurren a medidas de protección, alimento, ayuda sicológica y jurídica además de acompañamiento. La Fiscalía tiene dos funciones muy importantes, la investigación de los delitos, la persecución de los delincuentes, y por otro lado, la atención que las víctimas necesitan es integral”, explicó la funcionaria, quien subrayó que uno de los objetivos también es ayudar a la mujer para que al final terminen empoderadas.
Por último, exhorta a que las víctimas se acerquen a la Agencia Especializada en la Atención de Violencia Familiar y Delitos sexuales que se ubica en la avenida 10 Oriente, número 414.
