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El municipio de Progreso siempre se caracterizó por un lugar tranquilo, pacífico, sin embargo, se han presentado últimamente pleitos de jóvenes utilizando armas de fuego.
El incremento de vandalismo en el municipio de Progreso, se ha vuelto un grave problema social sin control; las familias porteñas han manifestado su temor por los pleitos, consumo de drogas y agresividad que tienes jóvenes en diversas colonias de la localidad.
A principios del mes de marzo, se supo que se escuchó la denotación de al menos cuatro disparos, luego de una trifulca por un supuesto ajuste de cuentas entre grupos delictivos de Progreso y de la comisaría de Chicxulub Puerto.
Es preocupante la situación, ya que las calles del centro del puerto están siendo invadidas por jóvenes de entre 14 y 20 años que se dedican a fomentar el incremento del vandalismo y originar con esto conflictos en el puerto.
Como bien se sabe, una de las comisarías con una situación peligrosa del vandalismo, es Flamboyanes donde al caer la tarde, integrantes de estos grupos, en su mayoría menores de edad, salen a grafitear las calles y ocasionar disturbios e inclusive en repetidas ocasiones atacan a los vecinos lapidando sus casas a pedradas.
Sin embargo, en esta ocasión vecinos de la calle 39 entre 80 y 84 centro, se encuentran “hartos” de la situación de que lleguen a su rumbo vándalos a ocasionar conflictos. Y es que por ello, hicieron una denuncia anónima para pedirles a las autoridades del municipio tomen cartas en el asunto.
Mencionaron que mayormente son los fines de semana cuando se intensifica la presencia de vándalos por la zona mencionada. Denunciaron que por el rumbo se ponen a fumar mariguana y consumir drogas, el cual, al momento de sus “alucinaciones” empiezan a ocasionar desmanes.
Ante esta situación los vecinos manifestaron su molestia contra “El Gusito” quien ha estado en el Cereso de Mérida por robo y asalto a transeúntes en el puerto.
Los vecinos que prefirieron guardar el anonimato, piden a las autoridades de seguridad de Progreso, poner una patrulla fija en la zona, porque en varias ocasiones hay pleitos y consumo de droga, afectando a los colonos y sobre todo un peligro para los niños que habitan cerca, debido que en cualquier momento empieza la trifulca tirando piedras, palos, cristales, etc.
