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A pocos metros del complejo habitacional de Gran San Pedro Cholul y el Campus de Ciencias Sociales Económico-Administrativas de la UADY, se encuentra un cenote, que por varios años sirvió de punto de encuentro para los jóvenes universitarios. El día de hoy permanece cerrado, y según se supo mediante una denuncia en redes sociales, se encuentra muy sucio por la acumulación de basura, predominando las latas y botellas de cerveza.
A pocos metros del complejo habitacional de Gran San Pedro Cholul y el Campus de Ciencias Sociales Económico-Administrativas de la UADY, se encuentra un cenote, que por varios años sirvió de punto de encuentro para los jóvenes universitarios. El día de hoy permanece cerrado, y según se supo mediante una denuncia en redes sociales, se encuentra muy sucio por la acumulación de basura, predominando las latas y botellas de cerveza.
Alan Velázquez, estudiante de la Universidad Tecnológica Metropolitana (UTM), acudió durante la semana pasada a este antiguo punto de recreación juvenil, junto a dos amigos de las facultades de Antropología y Economía de la UADY. Al llegar encontraron que en el cuerpo de agua flotaban decenas de latas de cerveza y botellas de vidrio. El joven compartió en Facebook fotografías de los desechos después de realizar una limpieza del lugar.
Actualmente el cenote se encuentra cerrado al público. Esto después de que hace dos meses la UADY reclamara el terreno donde se ubica, según informó el arquitecto David Gamboa Ancona, responsable de Servicios Generales del Campus de Ciencias Sociales Económico-Administrativas y Humanidades.
Personal de vigilancia, docentes del campus, un administrativo del complejo habitacional de Gran San Pedro Cholul, un vecino del área, así como La Jornada Maya pudieron constatar que a la entrada principal del cenote, ahora se encuentra una lona que especifica que el lugar es propiedad de la máxima casa de estudios.
El dato aún no es de conocimiento amplio en la universidad, ya que la Sociedad de Alumnos, administrativos de la Facultad de Antropología y algunos estudiantes, al ser cuestionados, ignoraban que la Universidad tuviese, desde hace poco, el derecho del terreno.
Flavio Baak, representando al actual presidente de la Sociedad de Alumnos, comentó que el cenote hace unos meses se encontraba limpio y conservado. Señaló que cuando el cenote se encontraba libre, hasta hace un par de años, los estudiantes acudían y recogían la basura que algunas veces quedaba en el agua, aunque al no haber un lugar especial para destinar los desechos, la mayoría de los recipientes de las bebidas alcohólicas quedaban a unos metros alrededor del pozo.
Alan Velázquez, quien desde hace tres años visitó continuamente el lugar y conocía al antiguo propietario del terreno, refirió que en esos años los estudiantes que acudían al lugar siempre tenían “conciencia”, y aunque el alumnado iba al lugar e incluso realizaba carnes asadas, siempre intentaban mantener el área limpia. Además, señaló que el propietario acumulaba las latas de cerveza que en ocasiones llevaban los jóvenes y las vendía a modo de pequeña ganancia.
En algún punto, el antiguo propietario comenzó a cobrar una cuota de 20 pesos para ingresar al cenote. Como concordaron Flavio Baak y Alan Velázquez, el apoyo se destinaba a la limpieza del depósito de agua. “Estaba más limpio que cuando estaba libre”, señaló el representante de la Sociedad de Alumnos.
Una vecina del lugar afirmó que la entrada al cenote se hacía desde la calle frente al supermercado de Gran San Pedro Cholul. Costaba 20 pesos, pero ahora está cerrado e incluso hay un guardia de la universidad que vigila el lugar, informó. Asimismo, contó que hace unos días vio cómo unos estudiantes intentaban entrar al lugar brincando la malla, pero fueron detenidos y expulsados del terreno por el guardia.
Al visitar el lugar, La Jornada Maya observó hasta dos entradas formales al lugar, las cuales se encuentran cerradas con cadenas, una de ellas muestra una lona de seguridad de la Universidad. En otro punto, ubicado a pocos metros de la Facultad de Antropología, hay una vereda con un pequeño cartel que indica “no pasar”. Frente a este, encontramos más de una docena de envases de cerveza vacíos. Asimismo, se constató la existencia de hasta dos visibles sendas entre la maleza que conducen a la dirección donde se encuentra el cenote.
Alan Velázquez responsabilizó al antiguo propietario como posible responsable, “por venganza, porque como ya le clausuraron la entrada a todos, ni él, creo que en venganza tiró todas las bolsas de latas de cervezas y cristales”.
Asimismo, Flavio Baak recordó que al acudir al lugar algunas veces encontró a trabajadores de construcción del fraccionamiento junto a otras personas “extrañas” en el cenote, a veces con alcohol "y otro tipo de cosas” lo cual incomodaba a la mayoría de los estudiantes.
Respecto a las imágenes difundidas por Facebook, Flavio comentó que sorprendió ver al cenote "en esas condiciones”.
En redes sociales, personas que vieron la publicación, señalaron a los propios estudiantes como culpables de la suciedad del terreno.
David Gamboa, responsable de Servicios Generales del Campus de Ciencias Sociales Económico-Administrativas y Humanidades, señaló que actualmente el cenote se encuentra cerrado debido a que se realizará una limpieza de toda el área. Aunque no anticipó que el cenote se vuelva a abrir ni que se tengan proyectos en mente.
La Jornada Maya