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La Organización Mundial de la Salud (OMS) declaró el 27 de septiembre que el riesgo de que el ébola cruce la frontera de la República Democrática del Congo es “muy alto”, y el brote ya se aproxima a Uganda.
La OMS aumentó su nivel de alerta oficial debido a la violencia de los grupos paramilitares locales, que ha obstaculizado los esfuerzos para contener el brote, al igual que sucede con el movimiento de la población en el este del Congo, donde apareció el brote más reciente en agosto.
No obstante, el riesgo de que el ébola se disemine mundialmente sigue siendo bajo, aseguró la agencia.
Desde el año 2000, se han presentado tres brotes de ébola en Uganda, con un total de unos seiscientos casos. A pesar de ser un país pobre, su sistema de atención médica está relativamente bien organizado y su Ministerio de Salud declaró que comenzará una campaña de vacunación, si se detectan casos.
En el interior del Congo, la respuesta al brote se ha visto obstaculizada por los combates, así como por el hecho de que una cantidad reducida de víctimas ha huido o se ha negado a ir a centros de tratamiento, con lo cual el virus se ha propagado a nuevas regiones.
Además, los políticos locales que se aprovechan del temor y la confusión antes de las elecciones de diciembre han alentado a la gente a desconfiar de los esfuerzos del gobierno nacional, comentó Peter Salama, el director de la respuesta a emergencias de la OMS, en una conferencia de prensa en Ginebra, según informó Reuters.
En las próximas semanas, problemas como esos podrían “crear las condiciones para una tormenta perfecta”, dijo Salama.
Hasta el pasado viernes se habían registrado 155 casos confirmados o probables del brote de ébola. Alrededor de 102 pacientes han muerto y se dio de alta a 45 pacientes curados.
En una declaración en video, el ministro de Salud del Congo, Oly Ilunga Kalenga, manifestó que el brote era tres veces más grande que el del verano en la provincia central de Équateur. El funcionario atribuyó el hecho a varios factores.
En el área afectada viven más personas y hay mayor movilidad debido a que, en su mayoría, son comerciantes. La región tiene mejores caminos y conexiones de agua, pero es más peligrosa por los grupos paramilitares que operan en ella.
Se ha vacunado a cerca de doce mil trabajadores de la salud y personas que tuvieron contacto con víctimas conocidas.
Aunque los casos de ébola siguieron disminuyendo y solo se detectan diez casos nuevos cada semana, la OMS manifestó alarma de que se haya identificado un primer caso en Tshomia, un pueblo pesquero al otro lado del lago Alberto, en Uganda.
Los refugiados suelen cruzar el lago para huir; tan solo este año, 75,000 congoleses lo hicieron para ingresar en Uganda y escapar de los combates en la provincia de Ituri, de la cual forma parte Tshomia, según un informe de la organización de ayuda humanitaria de la Comisión Europea.
Los funcionarios en Ituri mencionaron el caso de una mujer que había asistido al funeral de una de las primeras víctimas de ébola en Beni, donde inició el brote actual.
Aunque se le estaba dando seguimiento, ella se negó a vacunarse, se escapaba entre las visitas de los trabajadores sanitarios y viajó unos 120 kilómetros al norte antes de enfermarse. Visitó a un curandero tradicional y una clínica rural antes de su muerte en el hospital regional de Tshomia el 20 de septiembre.
Las autoridades están vacunando a más de cien personas que tuvieron contacto con ella, y la clínica local que visitó tuvo que ser desinfectada.
Aunque los trabajadores sanitarios no han sido víctimas de ataques hasta ahora, veintiuna personas fueron asesinadas recientemente en Beni. Se dice que el grupo paramilitar de fundamentalistas islámicos conocido como las Fuerzas Demócratas Aliadas es el responsable de las muertes. El grupo tiene un historial de combates transfronterizos con el ejército de Uganda, ataques a los funcionarios de Naciones Unidas y masacres de civiles.
Tras los asesinatos, se ordenó al personal médico que dejara de laborar durante 48 horas; sus esfuerzos subsecuentes fueron obstaculizados por un periodo de luto de cuatro días declarado por los funcionarios locales, comentó la OMS.
El Ministerio de Salud ha afirmado en su cuenta de Twitter que circulan muchos rumores sobre el ébola que deben desmentirse. Se dice que prisioneros con ébola escaparon de la prisión de Beni, que se estaba vacunando a los niños sin el consentimiento de sus padres y que las estudiantes adolescentes que estaban menstruando fueron obligadas a acudir a los centros de tratamiento.
Se han construido cuatro centros para el tratamiento del ébola y un equipo médico ya llegó a Tshomia.
Fuente: El Periódico de México
La Organización Mundial de la Salud (OMS) declaró el 27 de septiembre que el riesgo de que el ébola cruce la frontera de la República Democrática del Congo es “muy alto”, y el brote ya se aproxima a Uganda.
La OMS aumentó su nivel de alerta oficial debido a la violencia de los grupos paramilitares locales, que ha obstaculizado los esfuerzos para contener el brote, al igual que sucede con el movimiento de la población en el este del Congo, donde apareció el brote más reciente en agosto.
No obstante, el riesgo de que el ébola se disemine mundialmente sigue siendo bajo, aseguró la agencia.
Desde el año 2000, se han presentado tres brotes de ébola en Uganda, con un total de unos seiscientos casos. A pesar de ser un país pobre, su sistema de atención médica está relativamente bien organizado y su Ministerio de Salud declaró que comenzará una campaña de vacunación, si se detectan casos.
En el interior del Congo, la respuesta al brote se ha visto obstaculizada por los combates, así como por el hecho de que una cantidad reducida de víctimas ha huido o se ha negado a ir a centros de tratamiento, con lo cual el virus se ha propagado a nuevas regiones.
Además, los políticos locales que se aprovechan del temor y la confusión antes de las elecciones de diciembre han alentado a la gente a desconfiar de los esfuerzos del gobierno nacional, comentó Peter Salama, el director de la respuesta a emergencias de la OMS, en una conferencia de prensa en Ginebra, según informó Reuters.
En las próximas semanas, problemas como esos podrían “crear las condiciones para una tormenta perfecta”, dijo Salama.
Hasta el pasado viernes se habían registrado 155 casos confirmados o probables del brote de ébola. Alrededor de 102 pacientes han muerto y se dio de alta a 45 pacientes curados.
En una declaración en video, el ministro de Salud del Congo, Oly Ilunga Kalenga, manifestó que el brote era tres veces más grande que el del verano en la provincia central de Équateur. El funcionario atribuyó el hecho a varios factores.
En el área afectada viven más personas y hay mayor movilidad debido a que, en su mayoría, son comerciantes. La región tiene mejores caminos y conexiones de agua, pero es más peligrosa por los grupos paramilitares que operan en ella.
Se ha vacunado a cerca de doce mil trabajadores de la salud y personas que tuvieron contacto con víctimas conocidas.
Aunque los casos de ébola siguieron disminuyendo y solo se detectan diez casos nuevos cada semana, la OMS manifestó alarma de que se haya identificado un primer caso en Tshomia, un pueblo pesquero al otro lado del lago Alberto, en Uganda.
Los refugiados suelen cruzar el lago para huir; tan solo este año, 75,000 congoleses lo hicieron para ingresar en Uganda y escapar de los combates en la provincia de Ituri, de la cual forma parte Tshomia, según un informe de la organización de ayuda humanitaria de la Comisión Europea.
Los funcionarios en Ituri mencionaron el caso de una mujer que había asistido al funeral de una de las primeras víctimas de ébola en Beni, donde inició el brote actual.
Aunque se le estaba dando seguimiento, ella se negó a vacunarse, se escapaba entre las visitas de los trabajadores sanitarios y viajó unos 120 kilómetros al norte antes de enfermarse. Visitó a un curandero tradicional y una clínica rural antes de su muerte en el hospital regional de Tshomia el 20 de septiembre.
Las autoridades están vacunando a más de cien personas que tuvieron contacto con ella, y la clínica local que visitó tuvo que ser desinfectada.
Aunque los trabajadores sanitarios no han sido víctimas de ataques hasta ahora, veintiuna personas fueron asesinadas recientemente en Beni. Se dice que el grupo paramilitar de fundamentalistas islámicos conocido como las Fuerzas Demócratas Aliadas es el responsable de las muertes. El grupo tiene un historial de combates transfronterizos con el ejército de Uganda, ataques a los funcionarios de Naciones Unidas y masacres de civiles.
Tras los asesinatos, se ordenó al personal médico que dejara de laborar durante 48 horas; sus esfuerzos subsecuentes fueron obstaculizados por un periodo de luto de cuatro días declarado por los funcionarios locales, comentó la OMS.
El Ministerio de Salud ha afirmado en su cuenta de Twitter que circulan muchos rumores sobre el ébola que deben desmentirse. Se dice que prisioneros con ébola escaparon de la prisión de Beni, que se estaba vacunando a los niños sin el consentimiento de sus padres y que las estudiantes adolescentes que estaban menstruando fueron obligadas a acudir a los centros de tratamiento.
Se han construido cuatro centros para el tratamiento del ébola y un equipo médico ya llegó a Tshomia.
Fuente: El Periódico de México