La detención de Eleazar Medina Rojas, (a) “El Chelelo”, identificado como presunto líder del Cártel del Golfo, no es la primera de un capo del narcotráfico en Yucatán.
De acuerdo con los archivos de Megamedia, otros jefes o familiares de organizaciones criminales en México fueron aprehendidos en el Estado, en particular en Mérida; donde según algunas versiones establecen la residencia de sus parientes más cercanos.
Medina Rojas fue apresado el miércoles 5 pasado de manera fortuita. Agentes de la Secretaría de Seguridad Pública (SSP) le marcaron el alto al vehículo, una camioneta Chevrolet Cruze con matrícula de Quintana Roo, en la que viajaba.
La revisión de rutina, según la versión oficial, fue en la calle 33 con 12 del fraccionamiento Montebello, en una exclusiva zona del norte de Mérida.
Aunque se le menciona como una de las cabezas del Cártel del Golfo, “El Chelelo” en realidad sería el segundo en el mando de Los Zetas; y ya habría sido detenido con anterioridad por las autoridades.
Primera detención
La primera vez fue en abril de 2007, en Nuevo Laredo, Tamaulipas, y se le señaló como supuesto jefe de plaza del Cártel del Golfo en esa ciudad fronteriza con Estados Unidos, y se le condenó a ocho años de prisión. La otra fue en 2016, un año después de salir de la cárcel, en una operación conjunta de elementos de la Armada de México, Ejército, Policía Federal y PGR, y se le vinculó como el número dos en la estructura de la organización criminal de Los Zetas en la zona norte del país
Medina Rojas al parecer vivía por temporadas en Mérida bajo el nombre de Roberto Tomás Máximo, según una credencial falsa del INE. En el momento de la detención le acompañaban sus escoltas, Sergio Vargas Dávila, Máximo Tomás Emmanuel y Valdés Ronnie Emmanuel, todos con nombres apócrifos
En años anteriores, a partir de la primera década de 2000, Yucatán ha sido señalado por autoridades de todos los niveles de gobierno como trampolín del narco, pero hay evidencias de que utilizan al Estado para establecerse por temporadas o fijar la residencia de sus más cercanos familiares.
Por ejemplo, evidencias documentadas por las autoridades federales y estatales señalan que Mérida ha sido refugio de otros jerarcas de la droga como Ignacio “Nacho” Coronel Villarreal (abatido en Zapopan, Jalisco, el 9 de julio de 2010) y Antonio “Tony Tormenta” Cárdenas Guillén (muerto en un tiroteo con marinos en Matamoros, Tamaulipas, el 5 de noviembre de 2010), que tuvieron altos rangos en las organizaciones criminales a las que pertenecieron.
Miguel Rodríguez Olivera, pieza importante del Cártel de Sinaloa, y a quien en su momento el gobierno de Estados Unidos tenía en su lista negra y congeló sus cuentas bancarias, también vivió en 2011 en Yucatán.
El capo, que fue ejecutado en un restaurante de Cancún, Quintana Roo, era cercano colaborador de Joaquín “El Chapo” Guzmán Loera, hoy juzgado en una corte de justicia de Nueva York, de nuevo dejó al descubierto los vínculos que los cárteles tienen con Yucatán, ya que el asesinado residía temporalmente en Mérida.
Exclusivo club
Miguel Rodríguez Olivera, integrante de la banda “Los Güeros”, todos colaboradores claves de “El Chapo”, tenía una licencia de conducir vigente expedida en Mérida y una credencial de socio de un exclusivo club de golf meridano. Vivía en la ciudad bajo el nombre de Miguel Angel Rodríguez Sánchez.
Durante 2010 y 2011 Juana Raquel Alvarado Torres, alias Raquel Alatorre Correa, convirtió a Yucatán en su centro de operaciones. Invirtió decenas de millones de pesos en 13 propiedades y aceptó en su grupo delictivo al yucateco Carlos Gustavo Reyes Arce.
El 20 de agosto de 2012 Juana Raquel, Reyes Arce y otras 16 personas mexicanas fueron detenidas en Nicaragua, la policía de ese país centroamericano los acusó de lavado de
dinero, crimen organizado y transporte internacional de drogas.
La Policía Federal hizo diversos cateos en propiedades que Juana, a semejanza de la Reina del Sur, adquirió residencias y terrenos en Mérida y otros municipios yucatecos. Compró una casa en la privada Marsella, un rancho de 24 hectáreas en el municipio de Teya; también los predios 299 de la calle 8 del fraccionamiento Vista Alegre; 369-C de la calle 50 del fraccionamiento Francisco de Montejo, y 569 de la calle 13-1 con 72 de Pensiones.
En enero de 2013 causó revuelo la detención de Roberto Nájera Gutiérrez, alias “La Gallina“, en un sitio cercano a Buctzotz. El identificado como narcotraficante eligió la zona ganadera de Tizimín como base para el lavado de dinero del Cártel de Sinaloa, según la PGR.
El narco, que incursionó como ganadero en el oriente de Yucatán, fue acusado de dos homicidios y otros delitos. Nájera Gutiérrez llegó de Chiapas al Estado hace algunos años y compró ranchos en Tizimín.
En octubre de 2014, autoridades federales detuvieron en Pedregales de Tanlum, en el poniente de Mérida, a Lázaro Rivadeneyra González, alias “Greñas”, presunto líder de “Los Zetas” en la plaza de Playa del Carmen, Quintana Roo. La captura se realizó durante un partido de fútbol.
El presunto delincuente tenía su residencia en Mérida.
El 27 de febrero de 2015, la Policía Federal también capturó a Flavio Gómez Martínez, operador financiero de “Los Caballeros Templarios” y hermano de Servando, alias “La Tuta”, líder de esa famosa banda. Flavio y la madre de los cabecillas de esa agrupación criminal tenían nueve meses de residir en Mérida, en el fraccionamiento Paraíso Maya.
También en 2015, elementos policíacos federales detuvieron en Chelem a Víctor Aguirre Garzón, alias “El Gordo”, presunto líder del Cártel Independiente de Acapulco y quien tenía más de un año de vivir en Yucatán. Aunque estos son algunos nombres, la lista de algunos de los principales líderes del crimen organizado ligado al narcotráfico podría sorprender y ser mayor a la que se percibe o conoce.
El patrón del narcotráfico se sabe que residen o vivieron en las zonas residenciales más exclusivas de Mérida y se paseaban por esos rumbos en lujosos vehículos blindados y acompañados de escoltas fuertemente armados, de la misma manera como fue capturado hace tres días “El Chelelo”.
Otros capos
Hay pruebas de la presencia en la capital yucateca de otros capos con menos renombre, pero con funciones relevantes en sus organizaciones, como Rafael Salinas Cornejo, José Enrique Rejón Aguilar, Emilio Garza Báez, José Antonio Medina Castro (a) “Tornado”, Miguel “El Güero” Rodríguez Olivera y José Antonio Díaz Pantoja.
Centro de operaciones
Durante 2010 y 2011, Juana Raquel Alvarado Torres, alias Raquel Alatorre Correa, convirtió a Yucatán en su centro de operaciones. Invirtió decenas de millones de pesos en 13 propiedades y aceptó en su grupo delictivo al yucateco Carlos Gustavo Reyes Arce.
Lavado de dinero
El 20 de agosto de 2012 Juana Raquel, Reyes Arce y otras 16 personas mexicanas fueron detenidas en Nicaragua, la policía de ese país centroamericano los acusó de lavado de dinero, crimen organizado y transporte internacional de drogas.
Empleada de salón de belleza
Juana Raquel se dio de alta en el IMSS como empleada de un salón de belleza ubicado en la calle 9-C del fraccionamiento El Prado de la capital yucateca. Megamedia