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Si existen denuncias en contra del dirigente del sindicato petrolero, Carlos Romero Deschamps, no se van a detener. "Eso no significa que nos vamos a meter a la vida interna de un sindicato. También, al mismo tiempo, no vamos a darle impunidad a nadie y si existen denuncias se va a proceder en lo que a nosotros corresponde", sostuvo el presidente Andrés Manuel López Obrador, quien confió en que en este caso la Fiscalía General de la República actúe en apego a su autonomía.
No obstante, acotó: "en el caso de que un asunto se atorara, inmediatamente, cuando menos, en forma respetuosa, sin ofender a nadie, lo daríamos a conocer a los ciudadanos" para que se forjen un criterio a partir de la información. Y es que López Obrador se dijo convencido de la máxima con la que se regían los liberales: "se puede gobernar con la fuerza de la opinión pública".
El Presidente insistió en el combate a la corrupción como su divisa de gobierno aludiendo a la cuestionada adquisición de 700 ferrotanques en una operación en la que se dieron 400 millones de pesos como anticipo a cambio de nada. Pese a ello, censuró López Obrador, Petróleos Mexicanos (Pemex) presentó una denuncia que "ni un pasante de derecho la haría, genérica, sin pruebas y se cometió el fraude. Hasta ahora no hay justicia", dijo y subrayó que en este caso no será aplicado el "punto final".
Durante su conferencia matutina, para dimensionar los alcances que alcanzó la corrupción, López Obrador precisó: "Es que Pemex y el gobierno en general estaban al servicio de gente sin escrúpulos morales. Estaban tomadas las instituciones, secuestradas por bandoleros, por una pandilla de rufianes, de corruptos".
Para dar el balance de la situación tras la tragedia en Hidalgo, López Obrador fue consultado sobre el surgimiento de una nueva organización sindical en Pemex y los presuntos vínculos de Romero Deschamps sobre denuncias por corrupción.
"No protegemos sindicatos, no protegemos a líderes sindicales. El gobierno no tiene dirigentes preferidos, no hay línea de proteger a nadie", respondió en torno a la viabilidad de la nueva organización.
Sin embargo, fue explícito sobre el proceder gubernamental en el caso de haber denuncias contra Romero Deschamps. "También deben existir las denuncias, sería muy bueno que en este caso se sepan, y como se está planteando, lo voy a solicitar. Si existen denuncias, para tener elementos: que se dé a conocer cuándo se presentaron, que no sea sólo la nota periodística, con todo respeto, sino que haya papeles".
El jefe del Ejecutivo federal señaló que la autoridad competente debe actuar, porque yo estoy seguro de que con los cambios en la Fiscalía General de la República (FGR), "todo esto va a ir mejorando, no va a haber la impunidad esta que existe de 99 por ciento, que es una vergüenza”.
No obstante, el mandatario había señalado explícitamente que bajo la nueva figura de la FGR "nunca vamos a dar ninguna consigna, como era antes cuando existía la Procuraduría General", y tampoco se va a pugnar por la fabricación de delitos para imputar a opositores.
Adelantó que si no hay avances, se darían los datos para garantizar a los ciudadanos su derecho a la información y “no sólo eso, el derecho a que la gente participe, opine, y a mí me importa mucho eso, lo de la fuerza de la opinión pública. Porque una autoridad puede decir: ‘No me lo exige la ley’. Sí, pero no es nada más la ley, es la justicia, es la moral, es la ética. No es: ‘A ver cómo le doy la vuelta a la ley o cómo utilizo los recovecos de para ampararme’”.
López Obrador reivindicó la importancia que tiene para el país el combate a la impunidad y la corrupción: "vamos a limpiar al país y que de una vez se sepa, no va a haber ni un paso atrás en el combate a la corrupción. No luché ni me apoyó la gente para llegar a convertirme en alcahuete de corruptos. Cero corrupción, cero impunidad".
En el contexto de sus alusiones a la estrategia del combate al robo de combustible, López Obrador lo asoció a la necesidad de combatir la corrupción. "Tenemos que arrancar de raíz este mal para, aunque no les guste y me llamen mesiánico, purificar la vida pública del país. Hay que acabar con la corrupción". La Jornada