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Con el fin de proveer un tratamiento alternativo para la regeneración de piel que ayude a los habitantes de Yucatán, investigadores de la Unidad de Materiales del Centro de Investigación Científica de Yucatán (CICY) crearon una membrana, que funciona como bandita adhesiva, que ayuda a regenerar la piel y curar las heridas de manera más rápida a partir del colágeno de la medusa.
La doctora Nayeli Rodríguez Fuentes, investigadora Cátedras Conacyt adscrita a la Unidad de Materiales del CICY y asesora en este proyecto científico, detalló que este desarrollo serviría como un tratamiento alternativo para la regeneración de tejido. En este sentido, indicó que estas membranas (material similar a la “curita” o una pequeña esponja) sirven como un andamio donde las células de la piel humana pueden crecer y ser implantadas en las heridas. “Se colocan en la cavidad donde se encuentren las lesiones en la piel, para que este material pueda ayudar al paciente a que no pierda sangre y se consoliden las lesiones de forma rápida”.
Asimismo, explicó que esta membrana proviene de la medusa, un organismo que tiene características estructurales similares a las de la piel humana, por lo que luego del análisis de morfología se descubrió su potencial para aplicarse a la regeneración de piel. Además, este organismo marino se encuentra disponible y cercano a las costas yucatecas, por lo que se podría aprovechar este recurso natural para generar andamios que funcionen como tratamientos alternativos a enfermedades de la piel, principalmente, úlceras por pie diabético.
Este proyecto participó en la Cohorte 2018 del Nodo Binacional de Innovación Sureste (NoBI Sureste), teniendo como líder investigador a la doctora Nayeli Rodríguez Fuentes, como mentora de negocios a la licenciada Mabel Martínez Candelario y como líder emprendedor al maestro Irving Fernández Cervantes.
El maestro Fernández Cervantes, quien originalmente planteó este proyecto y lo desarrolló como tesis de grado en el CICY, señaló que con este trabajo se promoverá que este tipo de productos mexicanos sean llevados al mercado y satisfagan una necesidad, principalmente, para aquellas personas de escasos recursos que no pueden acceder a tecnologías de importación.
Finalmente, señaló que este proyecto está en fase in vitro, donde se descubrió que el andamio generado en el CICY no es tóxico ni citotóxico y que está en posibilidad de ser fabricado a una cantidad adecuada para atención a nivel clínico. No obstante, reveló que se trabajará para hacer estudios de biocompatibilidad in vivo en animales de experimentación, como conejos, para en un futuro llegar a trabajar con humanos. Boletín