Una taza vieja con un ramo de flor de nube es el arreglo luctuoso de lo que para más de un centenar de personas se volvió una tumba, pues a siete días de la tragedia en San Primitivo, comunidad de Tlahuelilpan, son muy pocas las personas que buscan algún indicio de un familiar o conocido que haya sobrevivido a la explosión de la toma clandestina del ducto Tuxpan-Tula de Petróleos Mexicanos (Pemex).
Miguel, en su bicicleta, acudió cerca del mediodía de ayer a la zona del incendio. Dijo que ya no buscaba restos, sino que regresaba a ver cómo había quedado el lugar.
Recordó que el 18 de enero, cuando ocurrió la tragedia, estuvo unos 10 minutos antes de que la fuga explotara.
En el accidente, dos de sus tíos y un amigo murieron y su padrastro resultó herido, por lo que se encuentra hospitalizado.
Un día después del percance, el gobernador de Hidalgo, Omar Fayad Meneses, informó en conferencia de prensa del gobierno federal que 74 personas eran atendidas clínicamente, mientras que 73 habían muerto.
Miguel contó que el día de la explosión bajó al punto de donde el combustible brotaba a más de 4 metros de altura, pero, debido al fuerte olor, se mareó y prefirió irse.
Agregó que observó a gente que se encontraba tirada en el piso alucinando, otros vomitando y algunos hasta derramándose el hidrocarburo que recolectaban, pues piensa que por el hedor se intoxicaron.
56% de los lesionados ha fallecido
De 79 personas que lograron huir del fuego en una toma clandestina del ducto Tuxpan-Tula el pasado 18 de enero, 56.9% ha fallecido.
El número de muertos por la explosión suma 114 personas, hasta esta mañana del 26 de enero, de acuerdo con el gobierno de Hidalgo
Según el reporte oficial, 33 personas permanecen hospitalizadas.
De los heridos atendidos, dos fueron dados de alta, cuatro están hospitalizados en la entidad y el resto se encuentran en el Estado de México y la capital del país.
Además, de los 68 restos humanos hallados, 16 han sido identificados; de esta última cifra, solo uno no ha sido entregado a sus familiares.
De 2016 a 2018, la entidad escaló del quinto al primer lugar en el país por el número de tomas clandestinas en ductos de Petróleos Mexicanos (Pemex), según datos de la empresa productiva del Estado.
Además, en los primeros 20 días de este año Hidalgo lideró el ranking nacional de ordeñas detectadas, con 164 casos, entre los que se encuentra la toma clandestina que el viernes de la semana pasada explotó en Tlahuelilpan.
Durante 2018, en Hidalgo se encontraron 2 mil 121 perforaciones. Tula y Cuautepec concentraron 43%.
Con huesos y tejido buscan identificar restos
A partir de dientes, tejidos, fragmentos de estructuras óseas y uñas, 11 peritos de la Procuraduría General de Justicia de Hidalgo (PGJH) indagan a quién pertenecen 52 restos humanos no identificados de personas que fallecieron en la explosión de un ducto en San Primitivo, localidad de Tlahuelilpan, el pasado 18 de enero.
Horacio Briseño Ortega, coordinador del Laboratorio de Genética Forense de la fiscalía, dijo a Criterio que el personal aún recaba las muestras de personas que han señalado la no localización de sus familiares, quienes se encontraban en la toma clandestina recolectando gasolina cuando ocurrió la tragedia, la semana pasada.
“En el lugar (fueron hallados) alrededor de 68 restos, viables para identificar, y tenemos 64 muestras biológicas proporcionadas por los familiares”, indicó previo al reporte estatal que indica 68 tomas de ADN.
De los 68 cuerpos que quedaron calcinados en el sitio de la explosión, se han identificado 16, según el gobierno de Hidalgo. El 22 de enero el gobierno informó que especialistas del Servicio Médico Forense (Semefo) de la PGJH trasladaron 53 despojos humanos levantados en el predio, a los cuales se les realizará la prueba de perfil genético, contenida en las secuencias de ADN.
El perito agregó que, por el estado de degradación de los restos, existen complicaciones en el procedimiento, por lo que la investigación podría tardar meses.
Explicó que en la etapa que denominan cuantificación (seleccionan la cantidad y la calidad de la muestra) se hace una amplificación del material extraído y se copia para obtener el perfil genético. Luego se compara con las más de 60 tomas biológicas, para determinar si existe familiaridad.
En esta labor de genética forense participan siete personas. Jazmín García Escobar, perito en odontología e identificación humana, expresó que, en su área, cuatro especialistas están divididos en dos tareas: un par realiza entrevistas a los familiares para recolectar datos e historia de vida de las víctimas (enfermedades, operaciones, tatuajes, cicatrices y datos fisionómicos), mientras que los otros trabajan en laboratorio.
“El (caso) de entrevistas resulta de baja utilidad por el grado de degradación de los cuerpos, y el de laboratorio consiste en el análisis de los órganos dentarios, la cavidad bucal, y trabajamos en coordinación con el laboratorio de antropología forense, que también nos está aportando datos relacionados con hallazgos en estructuras óseas que nos pueden dar datos estimativos de edad, determinación de sexo y otras particularidades que se deberán cotejar con las entrevistas”, agregó.
Animal Político