Un día después de que un explosivo fue abandonado frente a la refinería de Salamanca, en Guanajuato, trascendieron más detalles: sí era un explosivo letal.
En la conferencia de prensa de ayer el presidente López Obrador habló del campo, de sus redes sociales, hasta de beisbol. Pero de la amenaza de bomba, nada.
Fuentes del Gobierno Federal involucradas en el caso, informaron a Imagen Noticias que se encontraron casi 2 kilogramos de explosivos tipo Emulex 1, un material que se utiliza en voladuras para mover material en grandes construcciones como carreteras y presas.
En la industria minera se utiliza para mover cientos de miles de toneladas de mineral al día.
La explosión de 1 kilogramo de Emulex 1 puede provocar una onda expansiva
caliente que viaja de 5 mil a 6 mil metros por segundo y que genera daños en un radio de 100 metros.
Si el artefacto dentro de la camioneta hubiera sido activado, su detonación hubiera sido más destructiva porque las piezas del vehículo viajarían a altas velocidades como proyectiles balísticos.
Si alguna persona está dentro de un radio de 40 metros de la detonación tiene una alta probabilidad de morir.
Vanguardia