A causa de su desmedida forma de beber y porque ya tenía problemas en su familia y trabajo, Gaspar Gómez Santiago, de 28 años de edad, decidió acabar de tajo con sus broncas y recurrió al suicidio.
El descubrimiento del cuerpo lo realizó la pareja del ahora occiso y del que se encontraba separado porque ya se había vuelto adicto a las bebidas alcohólicas.
La mujer llegó la noche del viernes al predio que compartían, número 326 de la calle 25 F entre 4 y 4 B del fraccionamiento Vergel IV.
El joven encontró la muerte en el predio número 326 de la calle 25 F entre 4 y 4 B del fraccionamiento Vergel IV.
Esto lo hizo porque un compañero de labores de su pareja se había comunicado con ella, indicándole que no había ido a trabajar ese día.
Por eso, preocupada, fue a verlo, sólo para hallarlo pendiendo, sin vida, de una soga que ató alrededor de su cuello y el otro extremo a una ventana que da hacia el patio del inmueble.
La mujer decidió dar parte a las autoridades y a la familia del ahora occiso, que de inmediato llegó al lugar para constatar el hecho.
Al lugar acudieron paramédicos de la Secretaría de Seguridad Pública, que determinaron que ya había fallecido esta persona.
Personal del Servicio Médico Forense se encargó del levantamiento del cadáver para su traslado al anfiteatro del Xoclán para la necropsia de ley y su posterior sepultura. (Sipse)