Germán Borges Sarabia y José
Francisco Borges Chuil, denunciaron que frente a sus casas que se encuentran en
la calle 28 por 23 y 25 de Kinchil, funciona de manera ilegal un taller de
pirotecnia, el cual han denunciado ante las autoridades en turno quienes
permiten que siga funcionando.
“Lo preocupante es que el
material altamente explosivo que se maneja en dicha vivienda, está cerca un
templo, una capilla, escuela y demás hogares en esta colonia la Glorieta”,
abundó don Germán.
“Hemos metido cada año nuestra
queja en el palacio municipal, pero tal parece que no hay justicia, traté de
hablar con Celiano Montejo Zapata (a) “Cuco” –el dueño- y fue imposible, no
razona, hasta me quería golpear”, indicó preocupado.
Dejó en claro que los vecinos
no están en contra de su actividad, únicamente piden que su bodega la lleve a
otro lugar alejado, “pues no son dulces con lo que está trabajando, es
pólvora”, sostuvo Francisco.
Borges Sarabia expresó enojado
que desde hace 8 años, que han venido denunciando esta situación a cada
nueva administración, pero Cuco alega que les da a los alcaldes dinero en su
campaña y por eso no le pueden hacer nada.
Incluso le dijo que al actual
edil, Valentín Pech Dzib, le dio 50 mil pesos en su campaña.
“Se lo dije al alcalde, pero
lo negó. Sin embargo cuando hizo su fiesta hubo pirotecnia a diestra y
siniestra”, acotó.
Como prueba de la existencia
del taller, exhibió uno de los cohetes que Montejo Zapata usa para practicar,
cuyo proyectil tiene una filosa punta.
Las señoras Rubí Canul Tzuc y
Sofía Chuil Dzul, pidieron a las autoridades competentes supervisen al
productor de estos artefactos visita para saber si realmente el taller cuenta
con los permisos y seguridad, entre otras medidas de Protección Civil.
Los vecinos exhortaron a las autoridades a tomar medidas antes de que ocurra una desgracia, y que hagan lo de siempre “muerto el niño, a tapar el pozo”.
Reporteros Hoy