El Inegi informó que durante la primera
quincena de febrero se registró una caída de precios de 0.10 por ciento en
comparación con la segunda quincena de enero, y con este resultado, la
inflación anual se ubicó en 3.89 por ciento, por debajo del 4.37 por ciento
previo.
Así, por primera vez desde diciembre de
2016 la inflación se colocó nuevamente dentro del rango de meta del Banxico de
3.0%, con una tolerancia de variación de más/menos un punto porcentual.
Se precisó que durante la primera mitad de
febrero los precios que más influyeron a la baja de la carestía fueron el
jitomate, con un descenso de 24.5 por ciento; chile serrano, 24.4; tomate
verde, 18.4 por ciento; calabacita, 16 por ciento; y nopales, 11.5 por ciento.
En tanto, los que más subieron fueron
cebolla, con 7.2 por ciento; chayote, 19 por ciento; huevo, 3.61; azúcar, 4.2
por ciento; gasolina Magna, 0.2 por ciento; y refrescos envasados, 0.5 por
ciento.
Con el resultado a la primera quincena de
febrero, la mayoría de grupos financieros calculan que la inflación en todo
2019 se ubique entre 3.5 y 3.8 por ciento.
El instituto detalló que el índice de
precios subyacente reportó un incremento de 0.26 por ciento quincenal y una
tasa anual de 3.51 por ciento.
Por su parte, el índice de precios no
subyacente tuvo una reducción de 1.15 por ciento quincenal, así como una variación
anual de 5.15 por ciento.
Dentro del índice de precios subyacente,
los precios de las mercancías aumentaron 0.34 por ciento y los de los servicios
0.17 por ciento quincenal.
Al interior del índice de precios no
subyacente, los costos de los productos agropecuarios descendieron 2.78 por
ciento, en tanto que los de los energéticos y tarifas autorizadas por el
gobierno subieron 0.05 por ciento en la primera quincena de febrero del año en
curso.
Juan Alderete, economista senior de Grupo
Financiero Banorte, dijo que hay que
seguir atentos al comportamiento de los energéticos.