Como oportunamente informamos, durante la jornada electoral interna del PRI para elegir a su nuevo dirigente en Yucatán surgieron numerosas irregularidades, entre las cuales, las más recurrentes fueron que “hicieron votar” a personas que ya habían fallecido y en el otro extremo, numerosos de votantes, conocidos priistas que sí viven, no pudieron ejercer su sufragio porque fueron “rasurados” del padrón.
En medio de estas irregularidades, el exdiputado federal Francisco Torres Rivas y uno de los dos aspirantes, se proclamó la mismsa noche del domingo 7 ppdp., cuando se realizaron las elecciones, ganador con la votación, alegando haber obtenido ventaja ene l 60% de los 106 municipios de Yucatán.
El PRI yucateco, presidido por Jorge Sobrino Argáez, oficialmente no había dado a conocer resultados, Torres Rivas sostuvo que le ganó a Diego Lugo Interian, alcalde con licencia del municipio de Sucila, ubicado al sur del Estado, quien, también se declaró vencedor.
Hoy, la crisis en ese partido, a raíz de las enfrentamientos entre ambos aspirantes y tras las irregularidades en la contienda se se más evidente con la protesta de los anti-Panchitos, que colocaron féretros y coronas mortuorias en la sede del PRI, en lo que algún día fue la Casa del Pueblo.
