Las enfermedades fúngicas ha devastado muchas especies
animales y vegetales, y hasta ahora los humanos y otros mamíferos parecían
estar protegidos por su temperatura corporal; sin embargo, científicos
advierten que el cambio climático podría desafiar esa defensa.
De acuerdo con Notimex, un estudio realizado por
microbiólogos estadunidenses reveló que el cambio climático puede traer nuevas
amenazas de hongos a la salud humana, pues éstos podrían estar volviéndose
tolerantes a la temperatura corporal promedio de las personas y, gracias a
ello, multiplicándose.
Los investigadores refieren que entre 2012 y 2015 surgieron
versiones patógenas del hongo Candida auris de manera independiente en África,
Asia y América del Sur, las cuales son de la misma especie, pero genéticamente
distintas, por lo que descartaron su propagación a través de los continentes
por viajeros infectados.
Hay una probabilidad de que el Candida auris, un tipo de
hongo, se vuelva tolerante a la temperatura corporal normal promedio de las
personas.
Este hongo tiene la capacidad de tolerar alrededor de 36
grados centígrados (°C), afirman los investigadores en un artículo publicado
mBio, revista de la Sociedad Americana de Microbiología.
Explican que los hongos se habrían aclimatado al
calentamiento global y “si esta hipótesis resulta cierta, C. auris podría ser
el primer ejemplo de una nueva enfermedad micótica derivada del cambio
climático que plantea un riesgo para los humanos”, enfatizan los microbiólogos.
El informe de la investigación refiere que desde mediados de
2016 comenzaron a registrarse infecciones por C. auris en Estados Unidos y
hasta ahora se han confirmado casi 700 casos en 12 estados del país, con brotes
mortales entre pacientes en hospitales y otras instalaciones de atención
médica.
Más de 30 países alrededor del mundo también han reportado
casos de este hongo, que causa infecciones peligrosas en la sangre, el cerebro,
el corazón y otras partes del cuerpo.
Los estudios muestran que una infección invasiva puede ser
mortal del 30 al 60 por ciento de las veces, mientras que algunas infecciones
son resistentes a todos los medicamentos antimicóticos disponibles.
Los científicos señalan que los pacientes hospitalizados
tienden a tener sistemas inmunitarios debilitados, pero advierten que el C.
auris no sería un problema de salud si no hubiera desarrollado primero la
capacidad de replicarse dentro de las personas y para ello debió hacerse más
tolerante a temperaturas más cálidas.
“A medida que se adapten a un clima más cálido, algunos de
ellos (hongos) tendrán la capacidad de romper nuestras defensas térmicas”,
advierten.