El Fondo Monetario Internacional (FMI) rechazó la solicitud
del presidente venezolano, Nicolás Maduro, de un financiamiento de cinco mil
millones de dólares para dar respuesta al brote de COVID-19.
El canciller venezolano, Jorge Arreaza, indicó en forma
previa que con este préstamo el Gobierno planeaba “fortalecer las capacidades
de respuesta” del sistema de salud a la propagación del coronavirus.
Hasta el momento, hay 36 casos confirmados en Venezuela, que
mantiene el estado de cuarentena total desde el 17 de marzo.
Maduro realizó la petición “convencido” de que, “en
coordinación permanente con la Organización Mundial de la Salud (OMS) y el
apoyo mutuo entre los países del mundo, podremos enfrentar y superar esta
difícil situación, viendo hacer realidad los sueños futuros que nos depara el
trabajo y el destino común”.
Anteriormente, el presidente ha calificado al organismo como
un agente al servicio de Washington en su supuesta “guerra económica” contra su
país. Incluso, en octubre pasado, dijo que no podría entrar el FMI a territorio
venezolano pues “le quita los derechos a los pueblos del mundo”.
El FMI estimó que en 2019 la inflación sería de 200 y 500
por ciento para este 2020. En mayo, tras cuatro años de silencio, el Banco
Central de Venezuela demostró que en lo referente al Producto Interno Bruto,
(PIB) coincidió con el organismo en que podría bajar para el presente en 10 por
ciento.
La solicitud del financiamiento surge también un día después
de que Maduro, alertara sobre una abrupta caída de los precios del crudo, ante
la propagación de COVID-19, la cual llevó el precio de la cesta de crudo
venezolano por debajo del costo de producción, indicó Sputnik.
Esta situación afecta aún más la economía venezolana
dependiente del crudo y golpeada por la inestabilidad de su precio en los
últimos años, así como por las sanciones impuestas por Estados Unidos y varios
escándalos de corrupción.
Con información de Excelsior.