Inicialmente, los agentes inmobiliarios le advirtieron que
cometía un error, pues su campo quedaría rodeado de edificios para
departamentos, que invadirían la zona para volverla urbana. Sin embargo,
Myslowski estaba convencido y nadie lo haría cambiar de opinión sobre sus
hectáreas de tierra.
Muchos de los agricultores de Lublin, la novena ciudad
más grande de Polonia, aceptaron vender sus campos y poco a poco se
cumplió la promesa: el terreno se rodeo de complejos habitacionales. Poco a
poco, los vecinos se fueron acostumbrando a los tractores y a la peculiar vista
y hoy, la propiedad es uno de los grandes íconos del lugar.
El paisaje contrasta: edificios con múltiples departamentos,
autos pasando por las calles, semáforos, banquetas de concreto y un gran
tractor amarillo haciendo la cosecha de este año desde la
calle Jantarowa. El campo se mantiene a pesar de todo.
Los vecinos y el mismo Myslowski han tenido que aprender a
convivir, con todo y los ruidos, pero ambos son respetuosos del estilo de vida
del otro y, por el contrario, celebran al agricultor por su convicción y hasta
han compartido videos del peculiar ambiente.
Una sensación en internet
Las imágenes del campo en medio de la ciudad sorprendieron a
los usuarios y se hicieron virales rápidamente. Los medios locales se
acercaron al lugar para conocer a Myslowski, quien reveló que se siente a gusto
con sus vecinos.
“La gente está bien. Entienden que tengo trabajo que hacer.
Miran y hacen videos. Los niños también están felices. Nunca ha habido
problemas con eso”, aseguró el agricultor que cultiva la canola en sus
tierras.
Katarzyna, residente local, aseguró al medio polaco Dziennik
Wschodni: “Como residente, puedo decir que no nos molesta en absoluto, al
contrario. Es mejor tener una vista así al mirar por la ventana que estar
rodeada de edificios de concreto”.
Otra vecina de la zona llamada Monika aseguró que sus hijos
siguen el avance de la producción y disfrutan de la cosecha, “los niños
esperan este momento todo el año. No nos molesta, estamos felices”.
En cuanto a los videos que circulan en las redes sociales,
Myslowski agregó que no le molestan “en absoluto. Probablemente yo también las
compartiría”.
“Es toda una sensación para la gente que vive en la ciudad y
no está acostumbrada a ver las máquinas. Genera curiosidad y no es de extrañar.
Me acerco a todo esto con humor”, comentó.