La tercera ola de contagios en México está impulsada, sobre todo, por encuentros sociales y por los jóvenes. “Los fines de semana son nuestra perdición”, señala Mauricio Rodríguez.
“La gente quiere ya quitarse el cubrebocas y vivir la vida. Se están haciendo graduaciones, los muchachos andan de fiesta en lugares cerrados, sin sana distancia. Y de fin de semana en fin de semana se va amplificando la epidemia”, agrega el vocero de la Comisión para Atender la Emergencia por Coronavirus de la UNAM.
El especialista lo explica en días: “Una persona se contagia el sábado o domingo, en una fiesta o reunión, y para el siguiente fin ya es súper contagioso: le va a transmitir el virus mínimo a tres personas más. Cada una de esas tres personas se lo va a transmitir, el siguiente fin de semana, a otras tres, y así va creciendo la epidemia”.
Eso sí, en el país los casos han aumentado pero las muertes se mantienen estables, algo que los especialistas atribuyen al efecto de la vacunación, pero también a que los contagiados son de menor edad. De acuerdo a datos de la Secretaría de Salud, el 23 de junio se registraron 4 mil 963 casos positivos, para el día 30 de ese mes, el número subió a 6 mil 105 y para el 7 de julio se reportaron ya 8 mil 507.
Mientras que de fallecimientos, el 16 de junio se registraron 200; el 23, 342; el 30, 244; y el 7 de julio fueron 234, lo que no muestra un incremento similar al de casos.
“Una de las cosas notorias en México y en el mundo es que aún cuando existen estas terceras oleadas, estos repuntes, estamos teniendo casos pero la hospitalización y las defunciones no crecen a la misma velocidad, crecen de una manera más controlada en la medida que la vacuna ha hecho su efecto”, explicó Sylvain Aldighieri, jefe del equipo RSI, Alerta y Respuesta ante Epidemias de la Organización Panamericana de la Salud (OPS), en conferencia de prensa este miércoles.
Los jóvenes son el nuevo foco
El repunte de casos en México empezó en zonas turísticas, justo por la afluencia de vacacionistas y la falta de medidas de protección; pero hay otras entidades donde las razones son diversas. En Tabasco, por ejemplo, la epidemia ha sido difícil de controlar por la imposibilidad de parar actividades en una zona petrolera; en la Ciudad de México tuvo que ver la reapertura de cada vez más actividades presenciales.
Pero en estas semanas, como ya lo han señalado las autoridades de salud en México y como lo ratificó la misma OPS, son los jóvenes el nuevo centro de los contagios, lo que también ha ayudado a que haya menos muertes, por su menor nivel de riesgo de desarrollar COVID grave. Las razones de que ellos sean el nuevo foco es porque son los que tienen mayor vida social, con contactos de riesgo, y porque no están vacunados.
Una enfermera que trabaja en una clínica familiar del ISSSTE en la Ciudad de México, y que pide omitir su nombre porque no les permiten dar entrevistas, cuenta a Animal Político que hace unas semanas llegaban alrededor de 10 pacientes, de ellos, cinco iban ya con prueba positiva de COVID, del resto dos eran sospechosos y tres tenían rinitis alérgica o secuelas de coronavirus.
Este lunes 5 de julio, llegaron 14 pacientes, 10 ya con prueba positiva y el resto sospechosos. El promedio de edad de los afectados es de 18 a 39 años, y los casos son de leves a moderados, sin que ameriten hospitalización.
“De acuerdo a lo que nos platican los pacientes se han contagiado algunos sí por la cuestión social, pero también porque ya tuvieron que volver al trabajo presencial, a subirse al Metro, eso también ha disparado los contagios, y este grupo de edad está resultando también más afectado porque son los que no tienen vacuna”, dice la enfermera.
Rodríguez señala que además de que la gente se ha confiado, las fiestas han subido en número, y el porcentaje de población más joven falta por vacunarse también hay que considerar que ya están en el país variantes de COVID más transmisibles, como la delta.
Jaime Sepúlveda, director ejecutivo del Instituto de Ciencias de la Salud Global de la Universidad de California, en San Francisco, Estados Unidos, explica que la variante delta ya se ha extendido por todo el mundo. En California es ya la predominante. En Rusia, el 90% de los contagios están asociados a esa variante; en India, el 97%.
“En México sabemos que ya está circulando, seguramente va a ser la predominante en poco tiempo y es una variante más agresiva en cuanto a su transmisión, es 40 a 60% más transmisible que variantes previas”, explica Sepúlveda.
Solo por esa razón, por su mayor transmisibilidad esta variante sí es más peligrosa, aunque las autoridades digan que no, advierte Rodríguez.
De acuerdo a datos del Consorcio Mexicano de Vigilancia Genómica (CoViGenMex), en el periodo del 1 de mayo al 16 de junio, la variante delta se detectó en 222 de las 3 mil 925 (5.65%) muestras secuenciadas, con mayor prevalencia en Baja California Sur; mientras que en la Ciudad de México y el Estado de México presentaba ya una tendencia ascendente.
Mauricio Rodríguez, el vocero de la Comisión COVID de la UNAM, dice que los de menos edad no deben confiarse. Es cierto que pueden tener enfermedad menos severa, pero también hay que considerar que en México hay muchos jóvenes con comorbilidades como obesidad o incluso ya con diabetes y no lo saben, lo que puede agravar el cuadro de la infección.
También, dice, deben considerar que pueden contagiar a otras personas ya vacunadas y vulnerables (apenas está en estudio que tanto las vacunas evitan la transmisión).
Y, por otro lado, señala el especialista, ocho de cada 10 personas que han tenido COVID presentarán secuelas, hasta seis meses después, entre estas: dolor de cabeza, fatiga, falta de concentración, insomnio o dolor de articulaciones.
“Esta enfermedad es una enfermedad con muchos misterios, no podemos ponernos a ver ahora qué tanto le afecta a los jóvenes, hay que cuidarse y vacunarse”, subraya Rodríguez.
El punto de la vacunación es el que más preocupa a los especialistas que piden a los gobiernos acelerar la inmunización y a la gente acudir a recibir sus dosis.
“Más que buscar la mejor vacuna, hay que buscar la que nos podamos poner a la brevedad posible, porque así no solo se protege la persona y su familia, sino también esto impide que sigan surgiendo nuevas variantes del virus, que son más transmisibles y posiblemente también más virulentas, es decir más severas en su expresión clínica”, cierra el director ejecutivo del Instituto de Ciencias de la Salud Global de la Universidad de California, en San Francisco, Estados Unidos, Jaime Sepúlveda.
Oleadas regionales
El repunte de casos no es homogéneo en todo el país. Los estados donde la epidemia ha repuntado son los que están en naranja en el Semáforo de Riesgo COVID: Baja California Sur, Yucatán, Quintana Roo, Tabasco y Tamaulipas.
Pero también hay otros que permanecen en amarillo que han incrementado en número de casos, entre estos: Ciudad de México, Sonora, Sinaloa y Colima.
De hecho –de acuerdo a datos del Sistema de Información de la Red IRAG (Infección Respiratoria Aguda Grave), donde las unidades médicas reportan su saturación– las 10 entidades con mayor ocupación hospitalaria en camas con ventilador son: Yucatán, con 56.17% de ocupación; Baja California Sur, con 54.38%; Sinaloa, 31.90%; Tabasco, 31.57%; Oaxaca, 26.15%; Ciudad de México, 25.88%; Sonora, 25%; Tamaulipas, 22.58; Nayarit, 22.05 y Colima, 21.66%.
Sin embargo, esos porcentajes no son comparables a lo que se vivió en el pico de la segunda ola de COVID en México cuando los hospitales registraban más de 50% de ocupación en camas con ventilador. El 24 de enero, por ejemplo, la ocupación en camas para intubación estaba en Colima en 65.21% y en la Ciudad de México en 84.35%.
De la capital del país conviene aclarar que las autoridades locales y federales dan información diferente respecto a la ocupación hospitalaria: la Red IRAG, como ya se mencionó, reporta, para este 7 de julio, una saturación de 25.88% en camas con ventilador, mientras que el gobierno de la Ciudad de México señala que ese porcentaje es de 14.8%.
Al consultar a la Agencia Digital de Innovación Pública (ADIP), que se encarga dentro del gobierno de la CDMX de esta información, sobre el por qué la diferencia, el área de comunicación sólo señaló que se debe a que la Red IRAG –que se usa incluso para determinar uno de los indicadores más importantes, la ocupación hospitalaria, para el Semáforo de Riesgo COVID– “reporta solo unos hospitales”.