La Organización Mundial de la Salud (OMS) señala que el cáncer es la principal causa de muerte en todo el mundo. En el 2020 se registraron aproximadamente 10 millones de defunciones, donde se destacaron más: el cáncer de mama (2.6 millones de casos); el cáncer de pulmón (2.2 millones de casos); y el cáncer colorrectal, (1.93 millones de casos).
Entendiendo que el cáncer es “la multiplicación rápida de células anormales que se extienden más allá de sus límites habituales y pueden invadir partes adyacentes del cuerpo o propagarse a otros órganos, en un proceso que se denomina «metástasis»”, muchos son las posibles causas de su desarrollo.
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Los factores de riesgo asociados con cualquier tipo de cáncer son el alcohol, tabaco, sedentarismo y la contaminación del aire, explica la entidad internacional; asegurando que algunas infecciones crónicas inciden en su desarrollo como la hepatitis B y C, por ejemplo.
El informe publicado por la OMS en el 2022, manifiesta que se puede reducir el riesgo de cáncer hasta en un 50 % teniendo hábitos saludables con acciones preventivas. Por esto, es importante hacer algunas modificaciones que contribuyan a ello y prestar atención a los síntomas que pueden vincularse con el cáncer de colon, ya que pueden ser silenciosos.
Tres factores que podrían desarrollar cáncer de colon
El colon es el mismo intestino grueso, que de acuerdo con la Clínica Mayo, “es la parte final del tubo digestivo”, que cuando se presenta un cáncer, generalmente tiene un inicio con la formación de pólipos que “se forman al interior del colon”.
Cabe mencionar que, de acuerdo con la Biblioteca Nacional de Medicina de los Estados Unidos (MedlinePlus), los pólipos son tejidos agregados que se desarrollan en el cuerpo, considerados benignos, pero que se pueden convertir en cancerosos.
Por esto, el centro especializado revela tres de los factores que podrían desarrollar cáncer de colon, no siendo los únicos, pero sí los más trascendentes, como por ejemplo:
1. Alimentación rica en grasa
Las instituciones instan a mantener una dieta balanceada en donde se consuma fibra -moderadamente- y se sustituya alimentos ricos en grasa insaturada por la saturada, misma que es favorable para el organismo, como la que se encuentra en el aguacate, algunos frutos secos, entre otros.
2. Carne roja
Además, algunos estudios citados por la OMS señalan que el consumo de carne roja eleva el riesgo de cáncer colorrectal, siendo uno de los más comunes. Todo esto lo certifica un artículo publicado por la organización, que por medio de una revisión de 22 expertos concluyó que el consumo de carne podría ser cancerígeno y estar asociado con el cáncer colorrectal.
“Los expertos concluyeron que cada porción de 50 gramos de carne procesada consumida diariamente aumenta el riesgo de cáncer colorrectal en un 18 %”, asegura.
Es entonces que cuando se habla de carne procesada, se refiere a aquella que se somete a una transformación, ya sea de curado, salazón y/o ahumado, para mejorar su sabor; entre estas se conocen el salchichón, el jamón y las salchichas.
3 . Enfermedad intestinal inflamatoria
En este tipo de afección se ven asociados varios trastornos digestivos en los que se encuentran la colitis y la enfermedad de Crohn, en donde se afecta el colon (intestino grueso). Los síntomas comunes de estas dolencias son diarrea, fatiga, dolor estomacal y pérdida de peso.
Los factores que influyen en el posible desarrollo de estas enfermedades son el consumo de cigarrillo,. Incluso la Clínica precisa que quienes dejan de fumar mantienen estable el tracto digestivo.
“Su riesgo de cáncer colorrectal es mayor si usted padece una enfermedad inflamatoria del intestino (IBD, por sus siglas en inglés), incluyendo colitis ulcerosa o enfermedad de Crohn”, menciona la American Cancer Society .
Además, añade información sobre los estudios que encuentran una correlación con el trabajo nocturno y el cáncer colorrectal, como factor de riesgo, por las alteraciones que sufre la melatonina, por el cambio de luz. Además, pacientes con otros tipos de cáncer aumentan el riesgo de cáncer colorrectal; sin embargo, asegura que se necesita más evidencia para corroborar esto.
Según el Instituto Nacional, el cáncer provoca que algunas células del cuerpo se multipliquen sin control alguno; es posible que esta patología se origine en cualquier parte del organismo. Las células se forman y se multiplican a medida que el cuerpo lo necesita, pero cuando estas envejecen, se dañan o mueren y son reemplazadas por las nuevas.
En algunas ocasiones el proceso no sigue su curso habitual y las células anormales o células dañadas se multiplican cuando no deberían. Estos átomos pueden formar lo que se conoce como tumores que pueden ser benignos o malignos. Los tumores malignos o cancerosos invaden algunos tejidos e incluso pueden trasladarse hasta otras partes del cuerpo formando otros tumores; esto se conoce como metástasis.
Cáncer
La Liga Colombiana contra el Cáncer mencionó que aunque la enfermedad suele diagnosticarse a partir de una edad madura, los cambios celulares que conducen a esta enfermedad empiezan mucho antes, es por esto que el tratamiento es más efectivo cuando el cáncer se diagnostica en las primeras fases, con los primeros síntomas o antes de la aparición de estos.
Ahora bien, el cáncer es una enfermedad que puede afectar a pacientes de todos los orígenes, razas y edades. Los profesionales de la salud mencionan que la mejor forma de prevenir enfermedades de todo tipo, es llevar, una dieta sana y equilibrada que contenga alimentos de todos los grupos. Un nutricionista será el encargado de brindan las porciones adecuadas para cada paciente.
Esta enfermedad, en alguno casos, puede heredarse; por eso, es importante que se informe al médico tratante acerca de las condiciones de salud de los familiares más cercanos y más cuando se trata de esta patología.
La prevención y la detección temprana de cáncer es la clave para tratar la enfermedad y evitar la mortalidad.
Los médicos cuando se está en riesgo de desencadenar cáncer, brindan unas recomendaciones para la personas e incluso pueden sugerir practicarse exámenes periódicamente; para diagnosticar a tiempo la enfermedad, en dado caso de que pueda desarollarse.
Alimentos importantes para incluir en la dieta
Aceite de hígado de bacalao.
Aceite de salmón.
Salmón.
Vista superior de cuatro tipos diferentes de proteína animal como un filete de ternera cruda, una pechuga de pollo cruda, un filete de salmón crudo y un filete de cerdo crudo en una bandeja de piedra. La bandeja de piedra está en el centro de la imagen y está rodeada de condimentos, especias y verduras.
Foto referencia sobre salmón. - Foto: Getty Images
Ostras crudas.
Arenque fresco.
Leche fortificada.
alpiste leche de alpiste agua de alpiste
Huevo cocido (la yema tiene un alto contenido de esta vitamina)
Carnes (pollo, pavo, puerco) y vísceras en general. (Al ser una vitamina liposoluble esta presente en todos los tejidos animales).
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Los ácidos grasos omega-3 son componentes importantes de las membranas que rodean cada célula en el organismo. Las concentraciones de DHA son especialmente altas en la retina (ojo), el cerebro y los espermatozoides. Los omega-3 también proporcionan calorías para dar al organismo energía y tienen muchas funciones en el corazón, los vasos sanguíneos, los pulmones, el sistema inmunitario y el sistema endocrino (la red de glándulas productoras de hormonas).
Pescado y otros mariscos (especialmente pescados grasos de agua fría, como salmón, caballa, atún, arenques, y sardinas);
Nueces y semillas (como semillas de linaza, de chía y nueces negras)
Frutos secos
Las nueces aportan una serie de nutrientes y beneficios al cerebro. - Foto: Getty Images
Aceites de plantas (como aceite de la linaza, aceite de soja (soya) y aceite de canola)
Alimentos fortificados (como ciertas marcas de huevos, yogurt, jugos, leche, bebidas de soja (soya) y fórmula infantil).
