El reencuentro de una madre con su hija, secuestrada hace 27 años en Chapultepec

21 abril 2023
Noticias de Yucatán. 

(apro). – Hace casi seis meses, Lorena Ramírez encontró a su hija Juana, después de 27 años de desaparecida. Después de su reencuentro, la señora contó a BBC cómo es la relación con su hija: “Ya va a ser su cumpleaños y no sé qué regalarle”, dijo.

Juana desapareció el 1 de octubre de 1995, en el bosque de Chapultepec, en la Ciudad de México, en el zoológico. Cuando ya se iban, su esposo traía a Juana agarrada de la mano derecha y ella de la izquierda. Hicieron un círculo para despedirse de sus otros familiares que los acompañaron, soltaron a la niña un momento y desapareció.

“No sé si era una corazonada de madre, pero yo di por hecho en ese momento que me acababan de robar a mi hija”, dijo.

Corrió a una de las puertas del bosque y pidió que cerraran todos los accesos, pero el policía se negó porque a esa hora salían todos del zoológico.

Comenzó a gritar, pero fue en vano. Esperaron a que cerraran la última puerta del bosque, pero la niña de 3 años no apareció.

Denunció la desaparición ante las autoridades, pero le dijeron que debía esperar 72 horas porque quizá aparecía por ahí.

La buscó por todos lados, pero sin medios ni recursos pocas personas la ayudaron. Sus vecinos hicieron volantes con la foto de su hija, los pegaron y repartieron por las calles.

“Pasó una semana y yo estaba desesperada. No sabía qué hacer ni dónde acudir. Yo gritaba, lloraba e imploraba, pero nadie me escuchaba. Mi marido era albañil y yo lavaba y hacía quehaceres en casas. Desde entonces dedicamos nuestro tiempo también a buscar a Juana”, añadió.

Pasaron los años y tuvo otras dos hijas, pero cuando llegaba el cumpleaños de Juana le pedía a Dios que le diera la oportunidad de volverla a ver.

Hace tres años su esposo falleció, sin volver a ver su hija. En julio del año pasado se enfermó, la tuvieron que operar y le pidió a una de sus hijas que si algo le pasaba dejara de buscar a Juana.

El 1 de agosto le enviaron un mensaje de alguien que había publicado en una página de personas que decía: “Soy Juana Bernal y busco a mis padres biológicos”.

Una de sus hijas la contactó y le preguntó cómo sabía que era Juana y ella respondió: “porque la persona que me robó me dijo que me llamaba así y que me había encontrado en el Bosque de Chapultepec”.

Ella estaba recién operada, pero sus otros hijos la vieron y les dijo que recordaba a su papá y a sus dos hermanos mayores. Le dijeron que quería verla.

“Cuando abrió la puerta, me paré y ella entró. El abrazo después de 27 años. Me vio y me dijo: ‘Eres mi madre’. ‘Si, tú también eres mi hija’, le respondí. Gracias por la oportunidad de volverte a ver”, recordó.

Juana contó que recuerda aquel día en Chapultepec, cuando la soltaron, alguien la tomó de la cintura. Cree que la durmieron porque cuando despertó, estaba en una casa con tres niños.

El señor que la raptó le dijo que ellos iban a ser sus hermanos y él su papá. La registraron al año siguiente como Rocío, con fecha de nacimiento el 1 de octubre de 1992. Era el día y la hora que la robaron, junto al año real de su nacimiento.

Creció en Toluca, Estado de México. A los 7 años ya guisaba, era golpeada por la señora de la casa, debía alimentar a los animales y limpiar antes de ir a la escuela y no jugaba con amigos.

A los 17 años se casó y hasta ese momento, esas personas la discriminaron. Decían que eran una familia, pero como no, la trataban como si la hubieran encontrado en la calle, dijo.

Ella le preguntó a la señora que, si no era su madre, quién era. Ella le dijo que la habían abandonado en Chapultepec y la recogieron. Le dio su nombre real: Juana Bernal.

Hace ocho años, Juana buscó en internet y encontró el caso con su nombre, pero no supo dónde llamar. Vio como el bebé que acababa de tener se parecía mucho a la niña de la foto, a ella.

Confesó que la relación no es fácil, porque no la conoce por completo. Perdió a una niña de 3 años y encontró a una mujer de 30 años.

“Hoy no sé qué le gusta, qué quiere. Viene su cumpleaños y no sé qué regalarle porque no la conozco. La veo, la abrazo y la beso. Nos mandamos mensajes, le digo: ‘Hola, mi niña’. Ella, igual me contesta: ‘Hola mami ¿cómo estás? Creo que esto será poco a poco”, confió.

Las personas que se la robaron fueron detenidas en marzo por el delito de desaparición cometida por particular agravado y están en la cárcel, añadió.

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