Durante la mañana de este lunes, un joven de 16 años de edad recorrió las aulas de su colegio en Ecuador e intentó sin éxito disparar a un profesor, informó la Policía Nacional a través de sus canales oficiales.
Los hechos se registraron en la ciudad de Santo Domingo de los Tsáchilas, según una alerta ciudadana emitida por la Unidad de Policía Comunitaria local.
Uno de los testigos aseguró que el menor, identificado como Ariel E., entró en una escuela en la que estudiaba con un arma de fuego para supuestamente amedrentar a los estudiantes, profesores y autoridades del lugar.
Posteriormente, la Policía cercó el sitio, aplicó los protocolos de seguridad y puso a salvo a los estudiantes y docentes. El adolescente armado recorrió las aulas del establecimiento educativo e “intentó disparar a un profesor, sin que se ejecute el disparo”, detalló la Policía en un comunicado.
El hecho ocurre en momentos en que Ecuador atraviesa por un estado de excepción, con un toque de queda nocturno, y cuando el jefe de Estado, Daniel Noboa, ha declarado un “conflicto armado interno” contra grupos del crimen organizado, principalmente dedicados al narcotráfico, a los que ha catalogado como “terroristas”.
Este lunes retornaron a clases presenciales varios establecimientos educativos del país, con excepción de aquellos que se encuentran en provincias de alto nivel de violencia y los pertenecientes al Distrito Metropolitano de Quito, la capital del país.
Hace dos semanas hubo una oleada de atentados y acciones violentas atribuidas a esos grupos, que incluyeron el secuestro de policías, asesinatos, artefactos explosivos, vehículos incendiados, motines en cárceles con 200 rehenes (ya liberados) y la toma de un canal de televisión por parte de trece encapuchados armados, ahora detenidos.
Esta crisis se inició con la fuga de la cárcel de José Adolfo Macías Villamar ‘Fito’, líder de la banda criminal ‘Los Choneros’, antes de que fuese a ser trasladado y aislado en una cárcel de máxima seguridad.
Con esa acción, el Gobierno se disponía a dar los primeros pasos para recuperar el control de las cárceles, muchas de ellas dominadas por estos grupos de delincuencia organizada, causantes en gran parte de la serie de masacres carcelarias, donde desde 2020 han sido asesinados más de 450 presos.
