Los suplementos y las plantas medicinales son una alternativa muy usada para complementar los tratamientos médicos tradicionales. Una de las desconocidas pero que sin embargo contiene poderosos capacidades curativas es el Abedul o Álamo Blanco también es conocido también como Arbol de la Sabiduría. Esta planta, de nombre científico Betula Alba, mide entre cinco y quince metros; tiene ramas largas y flexibles mientras que sus hojas son romboidales y de bordes un poco recortados.
Cuáles son las propiedades medicinales del abedul
Desde la antigüedad, el abedul es una planta que se busca por sus usos terapéuticos. Se estima que puede solucionar problemas relacionados con el exceso de sal y agua en el cuerpo ya que aumenta la producción de orina para que el cuerpo se deshaga de estos excesos. Es por esto que funciona para problemas diuréticos, para el artritismo y las inflamaciones articulares, así como en enfermedades de la piel que aparezcan a partir de impurezas en la sangre.
De igual manera, los aceites de masaje fabricados con esencia de abedul y de árnica sirven para tratar el dolor muscular. El aceite de hojas de abedul sirve para tratar los síntomas de las celulitis, también gracias a su efecto de desinflación y relajación muscular.
La corteza de abedul, por su lado, funciona para frenar la caída del cabello si se lo prepara como cocción.
Cómo preparar el Abedul
De acuerdo la información publicada por la Universidad ICESI, existen diversas maneras de preparar el abedul para aprovechar sus propiedades.
Como diurético y para la hidropesía
Se debe hacer una decocción con 20 g de hojas y yema en tres cuartos de litro de agua. Dejar hervir hasta reducir el líquido a medio litro. Beber a vasitos. Para hacerlo como infusión se deben usar 20 g de hojas en un litro de agua hirviente. Beber a vasitos durante el día.
Forúnculos
Se puede armar un cataplasma realizando una cocción en poquísima agua de algunas hojas y yemas de abedul. Luego, se debe extender sobre una gasa y preparar un emplasto que se aplica sobre los forúnculos. Si se quiere crear una infusión para cicatrizar los forúnculos, se deben lavar las partes afectadas con una infusión obtenida con un pellizco de hojas y yemas vertidas en una taza con agua hirviendo. Colar y utilizar el líquido con una gasa limpia.
Caída del cabello
Esta forma de preparación sirve tanto para la caída del cabello como para la sudoración de los pies. Se debe preparar una loción hirviendo 50 gramos de la corteza del abedul en un litro de agua, para luego aplicarla en compresas o en lavados.
Para potenciar los efectos reparadores en el cabello, es conveniente agregar a la fórmula un poco de savia fresca, alcohol diluido y agua destilada. Lo mejor es aplicar la loción en masajes capilares diariamente durante varias semanas.