Reino Unido.- Un menor de 13 años, fue empujado deliberadamente a un rió en Gales el verano de 2019 causando su ahogamiento y en consecuencia la muerte del menor identificado como Christopher Kapessa.
El incidente se desarrolló luego de que Jayden Pugh, de ahora 19 años, lo empujó desde una cornisa en un acto de “diversión fuera de lugar”. Sin embargo, el forense David Regan dictaminó que Christopher no consintió ser empujado al río.
Christopher, luego de ser empujado, gritó pidiendo ayuda. Aunque otros intentaron rescatarlo, desapareció bajo la superficie y fue recuperado del agua más tarde, siendo declarado muerto en el hospital.
Tras lo sucedido, la madre de Christopher impugnó la decisión de no procesar a Pugh, acusando a la policía de racismo institucional. Además, dijo que las investigaciones se detuvieron un día después del incidente, cuando se decidió que la muerte de su hijo había sido un accidente.
El forense David Regan detalló que Christopher Kapessa cayó desde una cornisa de 2.5 metros al río, que tenía la misma profundidad, sin poder prepararse para la entrada. La caída resultó en que su cabeza quedara sumergida, experimentando posiblemente un shock de agua fría y provocando la ingestión involuntaria de agua.
A las 19:25 horas, los servicios de emergencia recuperaron a Christopher del agua, pero fue declarado muerto en el Hospital Prince Charles de Merthyr Tydfil.
