En una semana, la cifra de monos saraguato o aulladores (Alouatta palliata), muertos en Tabasco y Chiapas, por la onda de calor, aumentó de 78 a 150 ejemplares, entre machos, hembras y crías, según datos recabados por Excélsior.
La emergencia que comenzó el 5 de mayo, continúa para esta especie “En Peligro de Extinción”, en la región de la Chontalpa, al oeste de Tabasco, que comprende los municipios de Cunduacán, Comalcalco, Paraíso, Nacajuca y Jalpa de Méndez, además de la periferia de Villahermosa, y el noroeste de Chiapas, en los municipios de Juárez y Pichucalco.
Las crías de mono saraguato que quedaron huérfanas ascienden a por lo menos siete, pero puede haber muchas más, debido a que el desorden reinó por varios días, y los ejemplares fueron resguardados prácticamente en cualquier lugar como viviendas o clínicas veterinarias.
La primera necropsia realizada a un mono saraguato de Tabasco, sugiere golpe de calor, pero en Chiapas hay otros hallazgos, por lo que faltan resultados de patología para determinar las causas de la mortandad masiva.
Los monos saraguato o aulladores, que viven en fragmentos muy pequeños de lo queda de monte alto, en acahuales y zonas cacaoteras (donde se siembra cacao), en Tabasco y Chiapas, siguen cayendo desde lo alto de los árboles con signos de golpe de calor, tras convulsionar, presentar hipoglucemia y entrar en paro cardiorrespiratorio.
A 19 días de que comenzó la emergencia, la Dirección General de Vida Silvestre (DGVS), de la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat), hizo acto de presencia en la región, tras los reiterados llamados de organizaciones no gubernamentales que pedían el establecimiento de protocolos de atención para evitar el caos y el desorden en la ayuda que se está brindando a los monos saraguato, así como la distribución de agua y alimentos, la creación de refugios temporales, acciones de reforestación y medidas preventivas a largo plazo.
En una reunión informal con las asociaciones civiles, Román Hernández Martínez, jefe de la Unidad Coordinadora de Delegaciones de la Semarnat, no mostró mayor preocupación por los monos saraguato o por un posible riesgo epidemiológico para la población, por el manejo de los ejemplares, sino porque las asociaciones civiles se atrevieron a hablar con los medios de comunicación para denunciar lo que estaba ocurriendo, y "provocaron un problema mundial".
Ante esta situación, amenazó a los expertos, que hasta ahora se estaban haciendo cargo de la emergencia, con fincarles responsabilidades si seguían difundiendo información sobre la mortandad masiva de los aulladores, al tiempo que los expulsó de la atención a los monos saraguato y nombró a la Universidad Juárez Autónoma de Tabasco (UJAT), como responsable de la coordinación, a pesar de que no cuenta con médicos veterinarios con experiencia en la atención de la especie.
De esta forma, la Alianza Nacional para la Conservación de Primates, conformada por el Centro Mexicano para la Rehabilitación de Primates (CMRP); Conservación Sin Fronteras; Conservación de la Biodiversidad del Usumacinta (COBIUS); Universidad Popular Autónoma de Puebla (UPAEP), y la Universidad Autónoma de Morelos (UAEM), quedó fuera de la atención de la emergencia y ahora será la Semarnat a través de la UJAT, quien vea por el bienestar de los monos saraguato.