En la víspera del concierto de Shakira, la falta de cuentas claras, las denuncias de presuntos desvíos y los enredos en el manejo de las cifras que han acompañado a este polémico evento desde su anuncio se complicaron con las declaraciones del promotor Darío de León Pereira, ya que aseguró que no le pagaron $21 millones, como dice el Ayuntamiento de Mérida.
En entrevista de radio en cadena nacional con René Franco, el productor de espectáculos recalcó en varias ocasiones que el contrato del concierto "dista mucho" de los $21 millones que, según la administración de Angélica Araujo Lara, le pagó a la empresa Entretenimiento, Promoción y Eventos de México, S.A. de C.V., representada por Adrián Esteban de León Sosa, hijo de Darío de León.
"La producción dista mucho de ese número, sí hay una inversión muy grande pero que se le va a quedar a la gente porque es un parque, dijo en referencia a La Plancha de Mérida", difundió Grupo Fórmula, en la reseña de la entrevista radiofónica.
"En entrevista con René Franco, (Darío de León) admitió que conoce de la controversia y las críticas que el espectáculo ha generado, pero aclaró que la administración municipal no pagó 21 millones de pesos como se ha informado, aunque tampoco dijo de cuánto fue la inversión".
René Franco también le preguntó al promotor -quien organizó con Jorge Esma Bazán los conciertos de Plácido Domingo, Elton John y Sara Brightman en Chichén Itzá- si sabe de la fiesta "after" de la hija de la alcaldesa con los selecciones de la Sub 17 y que el concierto no es para promover a Mérida sino para que la presidenta festeje a su hija.
"De las cosas privadas no estoy enterado, no, que yo sepa, habrá after party, y tampoco hay ninguna actividad de la artista, desde nuestro punto de vista", respondió Darío de León.
El conductor tomó la información del Diario que publicamos ayer sobre el aparente desvío de recursos del Ramo 33 para pagar a la artista y se la planteó al promotor. El aludido dijo que desconoce si hubo una triangulación de recursos públicos.
Las declaraciones de Darío de León contradicen los pagos que, según la Comuna, ya realizó a la empresa Entretenimiento, Promoción y Eventos de México, que fueron motivo de una denuncia que presentó el diputado Daniel Ávila Ruiz ante la Comisión de Vigilancia de la Auditoría Superior de la Federación.
El contrato, que es del dominio público, entre la Comuna y esa empresa se pactó en un millón y medio de dólares o su equivalente en pesos mexicanos, más el Impuesto al Valor Agregado.
Tomando en cuenta que el IVA es del 16%, la suma a pagar fue de 1.740,000 dólares o su equivalente en moneda nacional.
El equipo de Angélica Araujo dice que el 18 de marzo de este año, fecha de la firma del contrato, pagó $7.018,000 a la empresa, según la factura No. 1691.
El segundo pago fue por $6.838,606 cubierto el 14 de abril, como estaba acordado, según la factura No. 1620. Y aunque el tercer y último pago estaba previsto para el 25 de mayo, fue hasta el 4 de este mes cuando pagó el finiquito de $6.883,788, según la factura No. 1651.
Sumando las tres partidas, el pago del concierto fue de $20.740,394 o $21 millones en números cerrados, que equivale a 1.740,000 dólares (con IVA).
El tipo de cambio promedio fue de $11.91 por dólar.
Con las revelaciones de Darío de León, padre del que aparece como promotor artístico del concierto, el Ayuntamiento que encabeza Angélica Araujo tendrá que explicar cuánto fue realmente lo que pagó por el evento.
El contrato, de 1.5 millones de dólares más IVA, es exclusivamente por los servicios de coordinación general y producción artística a fin de llevar al cabo la presentación de Shakira en Mérida. Si no se cubrían los pagos parciales en las fechas previstas era causal de rescisión.
Además, la Comuna tenía que gastar más dinero con las obligaciones que le impuso el contrato, como acondicionar el sitio del concierto, poner camerinos, vallas, mobiliario, personal de seguridad, seguridad especializada para la artista, dos camionetas Suburban blindadas para la transportación en tierra de la cantante, personal para el montaje y desmontaje del escenario, personal para acomodar a los asistentes, limpieza, señalización, baños, y pantallas gigantes para las personas que estén detrás de las 30,000 que cubre el montaje del escenario.- Félix Ucán Salazar