La cartera de adeudos del Isstey ascendió a $2,262 millones el año pasado, una cantidad igual a casi el 50 por ciento del patrimonio de ese organismo, lo que pone en gravísima situación al sistema de pensiones del Estado, concluye un estudio reciente de la Coparmex Mérida.
El sindicato patronal dio a conocer ese documento, llamado “Isstey, análisis de su situación financiera”, el viernes, en vísperas de la discusión en el Congreso de la propuesta de Rolando Zapata Bello para reformar la ley de ese instituto.
En entrevista con el Diario, Gustavo Cisneros Buenfil, director del Centro para la Competitividad de Yucatán (CCY) de Coparmex, responsable del estudio, dice que la mayor parte de ese adeudo es del propio gobierno del Estado, que desde 2007 (cuando empezó la administración de Ivonne Ortega Pacheco) no entrega al Isstey las aportaciones que hace por ley y las que descuenta a los empleados públicos.
Focos rojos
De este modo, añade, aunque el Isstey tiene un patrimonio en el papel de $4,604 millones, en la realidad, en dinero líquido, sólo posee $1,164 millones, de los cuales 14 por ciento, $480 millones, está en inversiones de poca liquidez, es decir, en terrenos, contra lo que marca la misma ley del instituto.
La situación es tan crítica -advierte- que el pago de las jubilaciones de los derechohabientes de ese organismo en 2016 será mayor que las aportaciones que recibirá. De continuar así, de acuerdo con estudios actuariales, el Isstey gastará todas sus reservas en 2027 y dejaría de pagar las jubilaciones y pensiones.
¿Cómo vamos a pagar?
“El tema ya nos alcanzó”, afirma el presidente de Coparmex Mérida, Nicolás Madáhuar Boehm, presente en la entrevista. “Ahora la pregunta es ¿cómo se va a pagar esa deuda?”.
La iniciativa para modificar la ley del instituto, señala Madáhuar, quien admite no conocerla aún, “puede ser una magnífica oportunidad para repensar la estructura legal de este organismo y de nuestro sistema de pensiones y jubilaciones, porque el actual no tiene viabilidad a largo plazo”.
Con respecto al alarmante crecimiento de la deuda con el Isstey, el estudio del CCY revela que ésta ascendía a $2,262 millones hasta el 31 de diciembre de 2013, de los cuales $1,441 millones correspondían a ingresos por recuperar por pagos vencidos y aportaciones del 12.75% no realizadas y $821 millones a pagos vencidos de vales de despensa, intereses y otros.
De acuerdo con la ley del instituto, el gobierno del Estado y los demás organismos que lo integran deben pagar al Isstey las cuotas que descuentan a sus trabajadores (8.5% mensual de su salario) y la aportación del patrón, en este caso el gobierno estatal, equivalente al 12.5% del salario mensual de sus empleados, en los primeros días del mes siguiente a la fecha en que se genere o recaude. El no cumplimiento de este pago ocasiona un interés del 0.75% al mes. El gobierno también se compromete a cobrar y entregar al Isstey los descuentos por préstamos realizados a los trabajadores.
La deuda crece 16,000%
Los adeudos de las entidades públicas al Isstey al 31 de julio de 2007, último día del gobierno de Patricio Patrón Laviada, eran de $13 millones, dice el análisis de la Coparmex, pero a partir de 2008 y hasta 2012, cuando termina el gobierno de Ortega Pacheco, la deuda del gobierno con el instituto aumenta a $2,078 millones (un crecimiento de ¡16,000 por ciento en cinco años!), y a $2,262 millones en 2013, en el primer año del actual gobierno de Zapata Bello.
Patrimonio de papel
Esta última cifra representa el 49% del total del patrimonio del Isstey que, según datos oficiales, asciende a $4,604 millones. Es decir, enfatiza Cisneros Buenfil, en 2013, casi la mitad de cada peso del patrimonio del Isstey no existía en la práctica, era un adeudo del gobierno del Estado pendiente de cobrar.
Precisamente por este adeudo, continúa el análisis de Coparmex, el gobierno debe pagar, sólo por intereses moratorios, más de $21 millones mensuales provenientes del presupuesto mensual, “sin que exista razón alguna” para hacerlo.
Esta situación, la no entrega de las aportaciones del gobierno y de las entidades obligadas, más otros pagos vencidos, ha ocasionado -agrega el análisis- la aguda disminución de las reservas líquidas de la institución. Actualmente éstas ascienden a $1,164 millones, una cantidad mínima respecto al patrimonio del instituto, que en el papel suma $4,604 millones, una diferencia de $3,440 millones.
Del 1 de agosto de 2001 al 31 de julio de 2007 (en el gobierno del PAN), las reservas líquidas llegaron a $1,899 millones, de acuerdo con el estudio del CCY. A partir del primero de agosto de 2007, hasta el 30 de septiembre de 2012, en cinco años y dos meses, estas reservas disminuyeron $688 millones para quedar en $1,211 millones. Del mismo modo, del primero de septiembre de 2012 al 31 de diciembre de 2013, en los primeros 15 meses de la actual administración, dice el análisis, la reserva líquida disminuyó en $47 millones, para quedar en $1,164 millones.
Terrenos ¿sí o no?
Cisneros Buenfil afirma que de esa cantidad, 14 por ciento ($480 millones) están invertidos en terrenos, “que no son bienes de fácil realización”.
(Una parte de esos terrenos, valuados en $344 millones y destinados para la Plataforma Logística, el instituto los adquirió al gobierno del Estado en diciembre de 2011 y los incorporó a su patrimonio, según denunció la agrupación Acciones Líderes en mayo. El actual director del Isstey, Ulises Carrillo Cabrera, defendió la operación y dijo que reportó grandes ganancias al organismo, aunque nadie ha aclarado cuál fue el destino de ese dinero en el gobierno de Ivonne Ortega).
Sobre este tema, Madáhuar Boehm dice: “la pregunta es si el patrimonio del Isstey debe de estar invertido en terrenos. Nosotros creemos que no. Eso incumple con los objetivos de la actual ley del instituto”.
Cisneros Buenfil advierte que el crecimiento del patrimonio del Isstey en los últimos siete años es mucho menor que el crecimiento de la deuda. En 2009, por ejemplo, dice, la deuda del organismo creció 130% y el patrimonio únicamente 12 por ciento.
Nueva alerta empresarial por las deudas que tiene el Isstey
La Coparmex: las pensiones están ya en grave riesgo