Pero quizás muy pocos saben cómo es que Mauricio Góngora Escalante, de origen vallisoletano y cuya infancia y adolescencia transcurrieron en la isla de Cozumel, incursionó en la esfera política de su estado y cómo es que su carrera ha sido tan ascendente
Irónicamente, es gracias a su cercana amistad con Don Nassim Joaquín Ibarra, padre de Carlos Joaquín González lo que lo lleva a obtener la gerencia de la agencia de cervezas Cuauhtémoc Moctezuma en Solidaridad, de la cual era concesionario el empresario de origen libanés.
Ya colocado en una empresa con un crecimiento comercial impresionante, debido al gran auge demográfico de la zona, la Riviera Maya, le gana la ambición y haciendo una estratégica mancuerna con el presidente municipal del recién creado Solidaridad, Miguel Ramón Martín Azueta, también de origen cozumeleño, comienzan a crear empresas y permisos “fantasmas” por los cuales cobraban la famosa “exclusiva” que otorga la empresa cervecera por la comercialización de sus productos.
Pero tarde o temprano se darían cuenta de las artimañas de su flamante gerente. A través de las investigaciones que realizó la afianzadora a cuyo cargo están los temas de mal manejo de recursos dentro de Cuauhtémoc Moctezuma, se determinó un faltante de aproximadamente 4 millones de pesos.
Para esas fechas, Mauricio Góngora Escalante, ya había empezado también una carrera de empresario de transporte turístico y algunas inversiones inmobiliarias tanto en su municipio como en Cancún, lugar en donde radicaba su mujer e hijos en ese entonces.
Pero bueno, como no hay tiempo que no se cumpla, cierta noche que llegaba Góngora Escalante a su domicilio después de una ardua jornada de trabajo, dos agentes judiciales lo esperaban en las puertas de éste para trasladarlo a prisión acusado de FRAUDE Y ABUSO DE CONFIANZA en contra de Cervezas Cuauhtémoc Moctezuma.
Una vez “entambado” y con un gesto de desesperación y angustia (según relataron amigos en común entre este reportero y Góngora Escalante), solicita ayuda a su “cuate” de la infancia Félix González Canto, gobernador de Quintana Roo en ese momento. Éste de inmediato pone a su maquinaria jurídica a trabajar y salvar el pellejo de su camarada,
quien seguramente le sabía “algunas cositas” razón por la cual no podría permitir dejarlo solo en un momento como ese.
Pues bueno, una vez fuera de prisión, Mauricio Góngora Escalante es “afortunadamente” acogido en la Dirección de Ingresos del municipio de Solidaridad, posición ideal para fraguar su venganza en contra de sus encarceladores.
Sabiendo que la cervecería operaba un gran número de negocios que se encontraban “irregulares” por no contar con su documentación de funcionamiento completa, principalmente los expendios del formato CERVEFRIO, inicia una tenaz labor de clausuras de estos mismos. Su rencor hacia la cervecería que le coartó su ascenso económico era tal que los directivos de la misma le tenían un tremendo “terror” y se sientan a negociar pero claro, con las condiciones impuestas por Góngora Escalante.
Muchas cosas más se sucedieron en la vida política de Mauricio Góngora Escalante, y con mayor razón llegando a la alcaldía de Solidaridad en donde ha ofrecido una imagen de rectitud y de hombre de valores, lo cual no es más que una fachada sobre su verdadera personalidad.
Este es el hombre que el PRI quintanarroense ofrece a sus militantes y estructura para seguir gobernando a la entidad con la misma línea con la que se ha contado desde años atrás: amiguismos, protección de espaldas, corrupción e impunidad. Y esperemos que nuestros vecinos demuestren en las urnas que ya están hartos de eso.
