Noticias de Yucatán
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Un grupo de abogados, con la presunta complicidad con el gobernador de Puebla, Rafael Moreno Valle-Rosas, “saquearon” con artimañas legales el patrimonio de la Fundación Mary Street Jenkins, institución de beneficencia que impulsa la educación.
La revista Proceso publica un reportaje en el que se detalla que 13 mil millones de pesos, equivalente al presupuesto de Colima, fueron transferidos a un paraíso fiscal en Barbados, el país del Caribe.
El texto detalla una alianza entre algunos miembros de la familia Jenkins con Refael Moreno Valle, con ayuda de abogados como prestanombres.
“Esta ‘clara confabulación’ entre los Jenkins, Moreno Valle, funcionarios, notarios y abogados está descrita a detalle en la denuncia que el 16 de marzo presentó Guillermo Jenkins de Landa, el primogénito de la familia supuestamente beneficiaria, que pide investigar ‘la más grande defraudación cometida en perjuicio de la beneficencia privada en la historia de este país’”, dice el texto del semanario.
En la denuncia presentada ante la Junta para el Cuidado de las Instituciones de Asistencia Privada del Estado de Puebla se documenta que la Fundación Jenkins donó hace dos años, el 30 de abril de 2014, todo su patrimonio –valuado en 720 millones de dólares– a la Fundación Bienestar de la Filantropía, la cual cambió de nombre y sede y se llevó el dinero a Barbados.
“Si la cantidad donada no fuera exorbitante en sí misma, es interesante hacer hincapié en que este saqueo se llevó a un extremo tal que, como consecuencia de esta donación, la Fundación Mary Street Jenkins literalmente se quedó en la calle, al no conservar siquiera un inmueble donde poder establecer su domicilio y su oficina”, refiere el documento.
Y así, afirma el denunciante, “en realidad se materializa una liquidación de facto de la Fundación Mary Street Jenkins, consumándose con ella la más grande defraudación cometida en perjuicio de la beneficencia privada en la historia de este país, la cual, en caso de que esta Junta decida nuevamente no actuar, se habrá materializado a ciencia y paciencia de la entidad pública que siempre ha estado encargado de su cuidado”.
Según se asienta en el documento, la donación tuvo como objeto “desviar” y “expatriar” casi todo el patrimonio de la Fundación “Jenkins” al extranjero, lo que ocasionó que la asociación se quedara “literalmente en la calle”.
“La supuesta donación que en este caso se denuncia no es más que una operación simulada en la que, detrás del velo de la personalidad moral creado por la Fundación Bienestar para la Filantropía, en realidad se oculta que dicha fundación es controlada por las mismas personas físicas que controlan la fundación Mary Street Jenkins.”
Se refiere a Elodia Sofía de Landa Irízar y Guillermo Jenkins Anstead, sus padres, quienes –asegura– “siempre han buscado burlar la voluntad testamentaria” de William Jenkins, el creador de la fundación, para quedarse con su fortuna, una visión que “ha sido alimentada por la ambición desmedida” de su hermano Roberto, informó Proceso.
Roberto Jenkins de Landa es allegado a Moreno Valle y asiste a los principales actos del gobernador, como la inauguración del Museo Barroco o el Quinto Informe de Gobierno, en enero, cuando negó toda irregularidad en el manejo de la Fundación: “Aquí estamos, nada cambia, y aquí vamos a seguir felices de la vida”.
Un grupo de abogados, con la presunta complicidad con el gobernador de Puebla, Rafael Moreno Valle-Rosas, “saquearon” con artimañas legales el patrimonio de la Fundación Mary Street Jenkins, institución de beneficencia que impulsa la educación.
La revista Proceso publica un reportaje en el que se detalla que 13 mil millones de pesos, equivalente al presupuesto de Colima, fueron transferidos a un paraíso fiscal en Barbados, el país del Caribe.
El texto detalla una alianza entre algunos miembros de la familia Jenkins con Refael Moreno Valle, con ayuda de abogados como prestanombres.
“Esta ‘clara confabulación’ entre los Jenkins, Moreno Valle, funcionarios, notarios y abogados está descrita a detalle en la denuncia que el 16 de marzo presentó Guillermo Jenkins de Landa, el primogénito de la familia supuestamente beneficiaria, que pide investigar ‘la más grande defraudación cometida en perjuicio de la beneficencia privada en la historia de este país’”, dice el texto del semanario.
En la denuncia presentada ante la Junta para el Cuidado de las Instituciones de Asistencia Privada del Estado de Puebla se documenta que la Fundación Jenkins donó hace dos años, el 30 de abril de 2014, todo su patrimonio –valuado en 720 millones de dólares– a la Fundación Bienestar de la Filantropía, la cual cambió de nombre y sede y se llevó el dinero a Barbados.
“Si la cantidad donada no fuera exorbitante en sí misma, es interesante hacer hincapié en que este saqueo se llevó a un extremo tal que, como consecuencia de esta donación, la Fundación Mary Street Jenkins literalmente se quedó en la calle, al no conservar siquiera un inmueble donde poder establecer su domicilio y su oficina”, refiere el documento.
Y así, afirma el denunciante, “en realidad se materializa una liquidación de facto de la Fundación Mary Street Jenkins, consumándose con ella la más grande defraudación cometida en perjuicio de la beneficencia privada en la historia de este país, la cual, en caso de que esta Junta decida nuevamente no actuar, se habrá materializado a ciencia y paciencia de la entidad pública que siempre ha estado encargado de su cuidado”.
Según se asienta en el documento, la donación tuvo como objeto “desviar” y “expatriar” casi todo el patrimonio de la Fundación “Jenkins” al extranjero, lo que ocasionó que la asociación se quedara “literalmente en la calle”.
“La supuesta donación que en este caso se denuncia no es más que una operación simulada en la que, detrás del velo de la personalidad moral creado por la Fundación Bienestar para la Filantropía, en realidad se oculta que dicha fundación es controlada por las mismas personas físicas que controlan la fundación Mary Street Jenkins.”
Se refiere a Elodia Sofía de Landa Irízar y Guillermo Jenkins Anstead, sus padres, quienes –asegura– “siempre han buscado burlar la voluntad testamentaria” de William Jenkins, el creador de la fundación, para quedarse con su fortuna, una visión que “ha sido alimentada por la ambición desmedida” de su hermano Roberto, informó Proceso.
Roberto Jenkins de Landa es allegado a Moreno Valle y asiste a los principales actos del gobernador, como la inauguración del Museo Barroco o el Quinto Informe de Gobierno, en enero, cuando negó toda irregularidad en el manejo de la Fundación: “Aquí estamos, nada cambia, y aquí vamos a seguir felices de la vida”.