CIUDAD DE MÉXICO (apro).- El expresidente Vicente Fox, intensificó su desprecio contra su sucesor panista Felipe Calderón quien, dijo, intenta mantenerse en el poder impulsando a su esposa Margarita Zavala para la presidencia en 2018.
“Vomito en cualquiera que mete a la familia en el negocio. Por eso, Calderón no me cae. Lo digo públicamente. Se equivoca en meter a su señora. Es gente que no abandona el poder. Que no puede regresar a disfrutar de una vida privada. Se les queda ese gusanito.
“Entonces me vomito en Calderón por meter a su mujer. Ella quizás puede ser una gran líder. Pero no creo en familias metiéndose al poder. Como Perón y Evita, Perón e Isabelita, Kirchner y Kirchnerita, Calderón y Calderoncita, Trump y Trompitas…”, lanzó el guanajuatense en una entrevista con el portal La Política Online.
Consideró que si Margarita Zavala llegara a ser candidata del PAN, tendría muchas oportunidades de ser presidenta. Sin embargo, consideró que “no pasará por la aduana interna del PAN, como tampoco pasó su esposa Martha Sahagún quien el 22 de noviembre de 2001, durante la Convención Nacional de la Cruz Roja, se declaró dispuesta a contender por la presidencia de la República.
Incluso Fox declaró en una ocasión que estaría contento de entregar la banda presidencial a una mujer cuando concluyera su gobierno.
Al repetirse la historia de que la esposa de un expresidente panista exprese su deseo por contender por la presidencia, Fox Quesada afirmó que el PAN es un partido que sí tiene convenciones y democracia interna. “Allí Margarita y Felipe están en gran desventaja”, dijo.
–¿Es un problema de estructura interna?—le preguntaron.
–Es un problema de Margarita y Felipe, que han utilizado el partido para satisfacer propósitos personales. Entonces, la gente del PAN no está tan propenso de acompañar a Felipe Calderón. Sacrificó el partido para su beneficio. Pero habrá que esperar y ver.
Fox Quesada, quien ha avalado en distintos momentos la gestión del actual presidente priista Enrique Peña Nieto, en particular por el manejo de la economía, afirmó que dejó de tener partido, que no es priista ni panista y que quizás nunca lo haya sido, más allá de que alguna vez compartió los criterios del PAN
“Las ideologías son un tema del siglo pasado. Aquí en Latinoamérica seguimos perdiendo el tiempo con ideologías cuando la gente lo único que quiere son gobiernos pragmáticos que les den empleos, educación y seguridad”, dijo y advirtió que si los partidos no reducen su carga ideológica nunca podrán cumplir su función.
AMLO no debe ser presidente
Tras hacer un repaso de los candidatos potenciales de los distintos partidos y algunos independientes a disputar la presidencia, Fox Quesada se detuvo en el que, dijo, sería lo peor que podría pasarle a México: que gane Andrés Manuel López Obrador.
Al contestar a la pregunta de quién estaría en mejores condiciones de coexistir con una eventual presidencia del magnate estadunidense Donald Trump, dijo que no es de los que piensan que un presiente o gobierno pueden salvar a un país.
“Pero puedo decir que tengo una sola fijación para la próxima elección en México y es que Andrés Manuel López Obrador no debe ser presidente.
“Es una amenaza populista, un mentiroso, un líder mesiánico como el prototipo de los que hemos padecido en Latinoamérica. En Venezuela queremos que se largue Maduro. ¡Qué bueno que Diosito se llevó a Chávez! Y ojalá que suelten a Leopoldo López de la cárcel para que se convierta en presidente de ese maravilloso país de manera democrática”, dijo el exmandatario
Y siguió:
“Para México, lo único que no quiero es que AMLO se cuele por el desencanto que hay. Con ese discurso místico de que no sirve ninguno más que él. Si los políticos no hacen mejor las cosas eso es lo que se nos viene encima.
–¿A Mancera no lo observa como un candidato potable?— le cuestionaron.
–Es que Mancera está perdiendo mucha imagen y ya no va a recuperar. Está muy quemado. Ha perdido muchísimo, pese a haber entrado muy bien. Pero tuvo muy malos manejos. Es un tipo sin pasión, sin fuerzas. Es un líder mediocre sin mayor presencia. La gente no compra la mediocridad—asestó.
Ayotzinapa no es culpa de Peña
Fox Quesada abundó sobre dos de los casos que han sumido al gobierno de Peña Nieto en una profunda crisis y el “desencanto” al que se refirió: Ayotzinapa y La Casa Blanca.
En el primer caso, igual que lo ha dicho Peña Nieto, dijo que se trató de un problema de violencias criminal que debió atender el gobierno estatal y que el único error del presidente, según él, fue no tomar las precauciones necesarias de vigilar a seis normales, entre ellas la de Ayotzinapa, que eran “verdaderos focos de guerrilla trotskista”.
“No sé por qué se culpa a Peña Nieto de Ayotzinapa. Él no tuvo nada que ver, absolutamente nada que ver. Es un problema de violencia criminal que se desata en el estado de Guerrero, que debió atender el gobierno estatal y el ejército allí presente. Pero no hay por qué culpar al Presidente.
“Sin embargo, hago este señalamiento: cuando yo entré como presidente de México, a mí me dijeron de inmediato que había cinco o seis normales que eran verdaderos focos de guerrilla trotskista, donde los jóvenes no son educados para ser maestros, sino para otros objetivos. Tomé muy en serio esa advertencia, y tomé todas las precauciones necesarias. Las tuve rodeadas y cuidadas a estas normales. Una de ellas es la de Ayotzinapa”, reveló el guanajuatense.
Recalcó que fue un descuido grande de la administración de Peña Nieto por “no haber identificado esos focos de violencia, cuando ya estaban haciendo acciones de vandalismo. Si hubiera algo que señalarle al Presidente, desde mi punto de vista, es no haber tomado acciones preventivas”, insistió.
En el caso de la Casa Blanca, se limitó a decir que el único problema fue que el mandatario equivocó el manejo del tema y la comunicación.
“Creo que jurídicamente el presidente tomó las precauciones necesarias para estar en una posición correcta. Pero equivocó el manejo y la comunicación. Creyó que poner a la señora (Angélica Rivera) a explicarlo solucionaría todo. La señora se puso muy nerviosa, quedó todo mal explicado y fue un error de comunicación fatal”, dijo.