Noticias de Yucatán
A 100 años
de la reinstalación de la Suprema Corte, en un país con dificultades, estamos
frente a una enorme lección histórica acerca de cuál debe ser, en nuestro
carácter de juzgadores, el objetivo y el horizonte que debemos acatar y no
puede ser otro que el cumplimiento cabal de la Constitución, dijo el Ministro
José Ramón Cossío.
La Constitución de 1917 ha servido a los mexicanos para
salir adelante frente a los graves problemas del pasado, y sirve del mismo modo
para enfrentar los actuales, respecto de los cuales la Carta Magna, como hoja
de ruta, es el documento que nos habrá de llevar a buen puerto, afirmó el
Ministro Luis María Aguilar Morales, presidente de la Suprema Corte de Justicia
de la Nación (SCJN)
El Ministro Presidente encabezó, en el auditorio “José
María Iglesias” del Alto Tribunal, la ceremonia de develación de la placa
conmemorativa del centésimo aniversario de la reinstalación de la SCJN, cuyas
actividades estuvieron suspendidas del 14 de agosto de 1914 al 1 de junio de
1917, como resultado del golpe de Estado de Victoriano Huerta y el
estallamiento de la revolución, y se reanudaron por mandato de la Constitución
de 1917.
En su intervención, destacó la vinculación entre el
centenario de la reinstalación de la SCJN y el de la Constitución, pues la
Carta Magna y su órgano garante han estado enlazados históricamente desde su
origen.
“Ambos centenarios tienen una relación intrínseca dado
que el Máximo Tribunal fue reinstalado por mandato del artículo quinto
transitorio de la Constitución de 1917”, dijo ante el Ministro José Ramón
Cossío, Coordinador de la Comisión Organizadora para los Festejos del
Centenario de la Constitución; el Consejero de la Judicatura Federal, Jorge
Antonio Cruz Ramos; el Magistrado Marcos Alejandro Celis Quintal, Presidente de
la Comisión Nacional de Tribunales Superiores de Justicia de los Estados Unidos
Mexicanos, Ministras, Ministros, Magistrados del Tribunal Electoral del Poder
Judicial de la Federación (TEPJF).
El Ministro José Ramón Cossío destacó la relevancia de
que la Constitución de 1917 hubiese dispuesto la reinstalación de la SCJN, no
así del Poder Ejecutivo o del Legislativo, porque hubo necesidad de cerrar el
Alto Tribunal, cuyos integrantes dudaron entre decidir si acataban el ejercicio
de un poder político que estaba usurpando Victoriano Huerta, o esperar, como lo
pretendió uno solo de los ministros, el entonces presidente, a que se agotaran
las formas de legitimación.
“Me parece que hoy, a 100 años, en un país con
dificultades estamos frente a una enorme lección histórica acerca de cuál debe
ser, en nuestro carácter de juzgadores, el objetivo y el horizonte que debemos
acatar y no puede ser otro que el acatamiento cabal, de la Constitución”,
sostuvo.
El Consejero de la Judicatura Federal Jorge Antonio Cruz
Ramos, en su intervención, resaltó el enorme reto que representó para los
integrantes de esa Corte la reinstalación: tramitar los juicos de amparo que se
promovieron antes de la suspensión de actividades y organizar a los juzgadores
federales con esa finalidad, pero además dar cauce al cúmulo de derechos que la
Constitución contemplaba, destacadamente los derechos agrarios y laborales por
los que muchos mexicanos y mexicanas lucharon durante la Revolución.
“La esperanza y expectativa de millones de mexicanos de
hace de nuestra patria un lugar digno y justo para todos recayó de especial
manera en la SCJN al ser reinstalada. Hoy, a 100 años, esa misma esperanza y
expectativa siguen presentes. Los derechos y valores consagrados en nuestra
Constitución desde que fue promulgada y los que se han sumado exigen hacer de
México un país justo y en orden”, expresó.
El Ministro Presidente sostuvo que, como órgano destinado
a su salvaguarda, la Suprema Corte se debe a la Constitución en tanto que ésta
ordena la instauración y funcionamiento de un Tribunal Constitucional. La Carta
Magna, aseveró el Ministro Presidente, es también el pacto federal que
representa el proyecto de vida de nuestra identidad colectiva.
“La Constitución de Querétaro instituyó nuevas formas
para decidir e interpretar el derecho, al establecer la igualdad y la justicia
social como condiciones necesarias para el desarrollo de nuestra nación, y el
reconocimiento de los derechos de todos, así como mediante las instituciones
indispensables que lo hicieran realidad”, expuso.
Recordó que la Constitución de 1917, además de incluir
las decisiones fundamentales de ser una república federal, democrática y con
división de poderes, fue la primera del mundo en reconocer los derechos
sociales, antes de la Constitución Soviética de 1918 y la de Weimar de 1919.
La reinstalación de este Alto Tribunal hace 100 años
cobra gran relevancia por ser el acto que simboliza la construcción de nuestras
instituciones de justicia. Y así como tiene una connotación fáctica, en cuanto
a que se reanudaron las labores del Máximo Tribunal, también tiene una
connotación emblemática, en cuanto que fue un nuevo comienzo para el sistema
jurídico mexicano y sus instituciones, explicó el Ministro Aguilar Morales.
En México, la reinstalación de la Suprema Corte de
Justicia de la Nación implicó un esfuerzo fidedigno por volver a la
institucionalidad, en un entorno global adverso a esta tendencia, dijo, y
reconoció la presencia de los presidentes de los tribunales superiores de
justicia locales en este ejercicio de federalismo, pues la esfera federal surge
de los gobiernos estatales y es por éstos que existe la federación, manifestó.
“Los fueros locales y federal conformamos un todo, un
sistema, y como tal, compartimos un objetivo común. Al final del día el
ciudadano no se detiene a hacer distinciones entre fueros sino que nos mira
como un todo, como un sistema desde los juzgados de paz hasta el Pleno de la
Suprema Corte de Justicia de la Nación”.
Por ello, consideró, los integrantes del Poder Judicial
también deben adaptarse al cambio sistémico en la impartición de justicia: como
las reformas constitucionales en materia de derechos humanos y amparo, al nuevo
sistema de justicia penal, a los juicios orales, al juicio en línea, a la
reforma constitucional en materia de transparencia, rendición de cuentas y
también a la de telecomunicaciones.
“Los tiempos actuales requieren de la judicatura una
actualización constante, porque sólo se puede aplicar lo que se conoce y, sobre
todo, lo que se domina”, aseguró.
Al término de la ceremonia, se develó una placa
conmemorativa de la reinstalación de la SCJN, con los nombres de quienes la
integraron entonces.
Comunicado 114 de la Suprema Corte de Justicia de la Nación