Noticias de Yucatán
Puebla.- La víctima narra que tenía que andar cargando
con una bolsa que incluyera, además de cosméticos, más de 30 preservativos
todos los días, el objetivo era utilizar cada uno de ellos con tal de sacar
dinero para cubrir la cuota establecida por su “padrote”.
Pamela cuenta que comenzó a ser víctima de trata cuando
su agresor la enganchó cuando ella tenía la edad de 20 años, esto ocurrió en pleno
Centro Histórico de Puebla.
ANTECEDENTES
La joven sufría violencia intrafamiliar, posteriormente
conoce a un chico, el cual, se encargó de “conquistarla”, ella trabajaba en una
tienda de conveniencia para apoyar en los gastos familiares, el enamorado iba
por ella a su centro laboral todos los días, situación que parecía 'normal'.
La relación de “noviazgo” avanzaba muy bien, pero un día,
Pamela llegó tarde a casa, motivo que generó molestia en su madre, al grado de
correrla de casa.
La joven se sintió presionada y con cierto temor abandonó
la casa de su madre, sin tener a dónde ir se vio obligada a llamarle a su
novio, el cual, aprovechó la situación.
“Me dijo: no te preocupes, yo te amo, vente a vivir
conmigo, sin embargo, conforme fueron pasando los días, me pedía que al salir
de casa lo hiciera con la mirada agachada, sólo viendo hacia adelante, no podía
mirar a otros lados...fue así que comenzaron las agresiones físicas”, relata la
joven a Síntesis.
Así comenzó todo un calvario para Pamela, el camino duro
de la prostitución en las calles de la Ciudad de Puebla, después en Veracruz
hasta llegar a la Ciudad de México, allá en la zona de “La Merced”.
Toda esta situación la vivió la joven mujer por un lapso
de 3 años.
“Él me dijo que tenía que prostituirme, yo le dije que no
quería, pero me golpeaba y me amenazaba con matar a mi familia, el primer día
estuve con 30 hombres, fue muy duro para mi, porque una persona que un día te
dice 'te amo', y al otro te das cuenta que sólo le interesa el dinero”.
Pamela dice haber estado en Puebla en pleno Centro, cerca
de Paseo Bravo, vivía en una casa tipo vecindad, con otras mujeres, donde los
hombres podían entrar y escoger a la muchacha con la que quería intimar y
obviamente pagar por ello, ya que el padrote le pedía de entre 3 mil a 5 mil
pesos diarios, así que dependiendo la cuota impuesta sería la cantidad de hombres
con los que debía “estar” para cubrir el pago.
La trata de personas es un delito grave
Por otra parte, la víctima señaló que en esta situación
hay policías involucrados
Un día de esos, un policía entró a la vecindad,
procurando el servicio sexual, ya estando en la habitación a solas, la joven
dice haberle suplicado que la ayudara a salir de ahí, pero el agente solo se
limitó a decirle: “sabes qué, yo te estoy pagando un servicio, yo no vengo a
escuchar tu historia, no vengo nada más que a tu servicio”, además de estas
terribles palabras que jamás se imaginó escuchar de un elemento policial, su
padrote le propinó tremenda golpiza, ya que antes de salir del lugar, el oficial
le dijo al sujeto que la chica le había pedido ayuda.
“Las mismas personas que están en los puestos en "La
Merced" y los policías te vigilan pero para que no te vayas a escapar,
pero no para tu protección, los mismos clientes te pueden hasta matar; había chicas
que no salían vivas de la habitación porque los clientes las mataban al no
acceder a lo que querían”, señala Pamela.
PASÓ EL TIEMPO Y SE ABRE UNA LUZ EN EL CAMINO DE LA JOVEN
VÍCTIMA
Después de estar tres años bajo el verdugo de la trata de
personas, un milagro llegó para la chica, pues el 7 de mayo del año 2012 se
encontraba como de costumbre, trabajando en la esquina de “La Merced”, después
de unas horas de servicio, arribaron a la zona elementos de la PGJ y rescataron
además de Pamela a otras chicas que se encontraban en similar situación.
En este operativo lograron capturar al tratante y la
jovencita fue trasladada a la fundación Camino a Casa en donde recibió ayuda,
buen trato y rehabilitación.
Después de seis años, Pamela aprendió a enfocarse a
realizar sus estudios, del cual salió graduada el pasado 30 de junio de la
carrera de enfermería. Cabe destacar que la joven ya no sigue en la ciudad de
Puebla por su propia seguridad, y busca salir adelantepor su propio mérito.
Por último señaló que “Por la gente, y por las veces que
yo llegué al hospital y que nunca me ayudaron, por eso estudié enfermería para
ayudar a quien llegue maltratada, golpeada”, precisa al tiempo de destacar que,
también, brinda pláticas a escuelas del nivel primaria, secundaria y bachiller
para orientarlos y no ser víctimas de este delito.
Afortunadamente, Pamela no cuenta con enfermedades de
transmisión sexual, a pesar de que a diario tenía relaciones con 30 hombres o
más ya que con ellos usaba condón, pero con “su pareja” no.
La Comisión Unidos contra la Trata dio a conocer que de
2009 a 2016 se emitieron en México 765 denuncias por trata de personas, 547 de
ellas han sido condenatorias. El Debate.