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Cristina Cifuentes, presidenta de la Comunidad de Madrid, podría haber falsificado dos notas para obtener su máster en la Universidad Rey Juan Carlos de Madrid. Según desvela hoy eldiario.es, una funcionaria de otro campus de esa institución educativa que no tenía relación con el máster cambió dos años después dos calificaciones que constaban como 'no presentado' por sendos notables, dos 7,5 sobre 10.
Se trataría de una asignatura de 3 créditos (30 horas lectivas) y el trabajo de fin de carrera, de 24 créditos (240 horas lectivas). El máster constaba de un total de 60 créditos, por lo que las dos asignaturas constituyen casi la mitad del contenido del curso.
Otro detalle que ha llamado la atención de su caso es que no consta el pago de una nueva matrícula. Cuando un alumno de un máster suspende una asignatura (o bien no se presenta), debe volver a pagar el importe de la matrícula antes de poder presentarse de nuevo. Lo que sí consta, en cambio, es el pago para poder retirar el título, que se realizó 15 días después del cambio de las notas.
La Universidad dice que fue un fallo de transcripción
La portavoz de la presidenta de la Comunidad de Madrid afirmó que Cifuentes había dejado dos asignaturas sin hacer y posteriormente volvió a pagar la matrícula, algo de lo que no constan documentos. Sin embargo, la Universidad Rey Juan Carlos ha convocado hoy una rueda de prensa en la que su rector ha asegurado que se trató de un error de transcripción en la plataforma informática y que la presidenta habría aprobado todo en 2012, una versión totalmente contradictoria con lo afirmado por la portavoz de la política.
Cristina Cifuentes se afilió al Partido Popular en 1980 –entonces Alianza Popular– y desde entonces ha desempeñado numerosos cargos en la formación. Entre ellos, destaca el de delegada del Gobierno en la Comunidad de Madrid, cargo que desempeñó durante el tiempo que cursó el máster, en 2011-2012, justo cuando se produjeron las masivas manifestaciones del 15M, que dieron lugar a polémicas intervenciones de la Policía bajo su mando. Ya entonces, antes de ser candidata a la Presidencia de la Comunidad de Madrid, se convirtió en una persona conocida a nivel nacional.
Por su parte, eldiario.es afirma a través de su director, Ignacio Escolar, que poseen más documentación sobre este escándalo que irán publicando a lo largo del día de hoy y de mañana. Si se confirma, se trataría de un delito, pues la falsificación de documento público está penada en el Código Penal español con penas de cárcel.
La trabajadora que hizo el cambio, 'amiga' de Cifuentes
Por el momento, se sabe que la trabajadora de la Universidad que cambió las notas es Amalia Calonge, que parece ser que tenía vínculos de amistad con Cifuentes. Hasta hoy tenía como imagen de perfil en su WhatsApp una fotografía en la que aparecía abrazada a la política.
También se sabe que el profesor de la asignatura que aparece aprobada dos años después, Pablo Chico, fue 'colocado' por el PP en un cargo público en el municipio madrileño de Pozuelo de Alarcón, como publica el mismo medio que ha desvelado el escándalo. Sin embargo, Chico dice no recordar a Cifuentes como alumna suya, a pesar del cargo que ostentaba y de contar solo con 20 alumnos.
Lo cierto es que Cristina Cifuentes tiene firmado un acuerdo con el partido Ciudadanos para gobernar la Comunidad de Madrid en el que se incluye específicamente la obligación de dimitir para cualquier cargo público que se demuestre que haya falseado su currículo.
Por el momento, Cifuentes aún no ha dado explicaciones, ni a los medios de comunicación ni en la Asamblea de Madrid (la cámara legislativa regional).
Cabe mencionar que la Universidad Rey Juan Carlos está financiada por la Comunidad de Madrid y ha estado recientemente inmersa en otros escándalos, como el de los plagios de su anterior rector, que finalmente se vio obligado a dimitir.
El máster: paso previo para incorporarse a la Universidad
Según Ignacio Escolar, Cifuentes se habría matriculado en este máster porque lo necesitaba para poder presentar una tesis doctoral con la que después poder optar a una plaza de docente en la Universidad, ya que esta ha manifestado que espera que ese sea su futuro: "cuando esto acabe, volveré a la Universidad".
Escolar también se pregunta cómo lograba acudir a clase o estudiar siendo delegada del Gobierno, o cómo pretende preparar su tesis doctoral mientras preside una comunidad como la de Madrid.
