Un grupo de prostitutas que labora en el centro de Mérida denunció que en la Policía Municipal y la Secretaría de Seguridad Pública opera una red que las extorsiona.
Agregaron que cada una de las 80 mujeres tiene que pagar una cuota diaria de 25 a 30 pesos “para protección”.
El dinero es entregado a los administradores de los moteles donde trabajan, quienes lo entregan a los policías.
“El trato es que nos dejen trabajar tranquilas e, incluso, cuando está flojo el día, enganchar a los clientes en la calle”.
Por cada uno de los servicios tienen que pagar de 50 a 60 pesos al dueño del motel. “Entre protección y el cuarto se va alrededor del 40% de lo que cobramos”.
Indicaron que el verdadero negocio es para los dueños de los hoteles, quienes ganan más que ellas. “Al día un hotel puede ganar más de $10,000. Los sábados y domingos sus ganancias son mayores”. Añaden que sería mejor una zona de tolerancia.
Les cobran de 50 a 60 pesos por 15 minutos en la habitación. Además del cuarto les permiten enganchar a los clientes en el vestíbulo y les venden en $10 los preservativos que la SSY regala. De cada servicio de entre 160 y 200 pesos el hotel se lleva de 60 a 70.
El administrador de un hotel de la calle 58 entre 71 y 73 dijo que accede a que allí trabajen prostitutas debido a que de otra manera ya habría cerrado.
“La gente no llega por aquí, el lugar ya tiene fama de zona de corredor sexual”, indicó.
Comerciantes ubicados en la calle 58 entre 71 y 73 aseguraron que sobreviven de milagro debido a que la prostitución en esa zona aleja a los clientes. “Las familias no llegan, no es grato para ellos ver a mujeres casi desnudas”, dijo el dueño de una tienda. “Hemos visto de todo, pleitos y personas detenidas por robar a sus clientes”.
En el Centro operan al menos 12 centros de prostitución. Según la policía en los últimos meses se disparó la prostitución, sobre todo de mujeres y travestidos de otras partes del país.
El grupo de entrevistadas, originarias de Tabasco, Veracruz, Kanasín y Chiapas, indicaron que si no cumplen con el pago no las dejan trabajar y la policía las detiene. “A varias les han inventado que robaban al cliente, tenemos que comprar hasta los preservativos que regala la autoridad”.
“Tenemos que sufrir un mundo de atropellos e injusticias, muchas vendemos nuestro cuerpo por necesidad no por gusto, y ellos se aprovechan de esto”.
