Al rendir ayer declaración preparatoria, las dos mujeres detenidas en Progreso por la presunta compraventa de un recién nacido negaron los hechos y reiteraron su inocencia.
Pese a esto, la Procuraduría insistió en que la madre del bebé, Joahana López Caballero, sí intentó vender al pequeño, además de que evidenció el abandono en que tenía al niño.
Esta consideración fue avalada por la "nana" del recién nacido, Laura Pérez Castillo -también detenida-, quien reveló que el niño tiene ronchas en el cuerpo producto de la adicción a las drogas de la madre.
Indicó que ella llevó personalmente al pequeño al doctor durante los seis días que tuvo a su cuidado al recién nacido y el médico le informó que las ronchas son producto de la adicción a las drogas de la madre, transmitidas durante la lactancia.
Las dos mujeres comparecieron ante el Juzgado Octavo Penal, donde reiteraron que no quisieron "comercializar" con el pequeño, quien cumplirá un mes de nacido el próximo día 29.
Ayer se informó que el niño no está registrado ante las autoridades, aunque los vecinos de la mujer que lo cuidaba lo "bautizaron" como Tommy.
López Caballero dijo que no quiso vender a su niño, sino que se le olvidó irlo a recoger temprano a casa de Pérez Castillo porque se embriagó en el camino y luego se "armó el alboroto" cuando no le quisieron entregar a su bebé, motivo por el cual ambas fueron detenidas.
Por su parte, Pérez Castillo dijo que desde el 15 de septiembre pasado se quedó a cargo de la criatura hasta que el 21 fue la madre por el niño, pero, reiteró, no se lo quiso entregar porque estaba drogada y ebria.
-Nunca lo quise comprar, pero es verdad que no se lo quería entregar porque estaba en mal estado... muy drogada -indicó la mujer, quien aseguró que la joven madre tiene otro hijo.
La Procuraduría sostuvo la acusación porque, en su declaración ministerial, la madre admitió que quiso vender a la criatura.
En ese testimonio, la joven madre afirmó que no tenía dinero y sintió muchas ganas de "quemar" unas piedras, es decir quiso consumir droga.
Lo primero que se le ocurrió fue vender al bebé, al que llevó a casa de Laura Pérez Castillo, en la calle 33, número 2, entre 48 y 50 de la colonia Revolución, con quien pactó la compraventa del niño en $1,800, según el testimonio oficial.
Pese a esta versión, ambas mujeres alcanzarían derecho a fianza porque el delito que se les atribuye no es grave, aunque sera hasta el lunes cuando se defina su situación jurídica.
En otro caso similar, las autoridades policíacas reportaron que Karina Contreras Poot, vecina de Maní, dejó con una desconocida, en Oxkutzcab, a su bebé recién nacida, para irse a embriagar.
La joven, quien tiene tres hijos más de siete, cinco y tres años, había perdido la custodia temporal de los niños por la vida desenfrenada que lleva.
Sin embargo, hace seis meses el DIF le devolvió a los niños y ahora también le regresó a su bebé de 15 días de nacida.
Sin embargo, le advirtieron que es la última oportunidad que recibe para cuidarlo, al igual que a los demás.
Según se investigó en Maní, Karina es adicta al alcohol y las drogas. Vive en unión libre con una persona llamada Carlos Quijada, desempleado.
Ella acude a trabajar como mesera a Oxkutzcab y anteayer dejó a su hijo recién nacido con una desconocida, que lo llevó al Palacio al ver que la madre no llegaba.
