Noticias de Yucatán
Falta mucho por hacer en el ámbito de atención y la parte legal para que haya una auténtica protección de las mujeres que sufren violencia familiar, manifestó ayer Leticia Murúa Beltrán, directora de la asociación civil APIS Sureste, que es filial de la Fundación para la Equidad.
Entrevistada con motivo del 30 aniversario de dicha Fundación y 18 del APIS Sureste, con sede en Mérida, Murúa Beltrán dijo que la Ley para una Vida Libre de Violencia que aprobó Yucatán en 2008 y su reglamento no están armonizados con las leyes federales, por lo tanto es difícil su aplicación. Además, las instituciones que se dedican a la prevención y proveen servicios de atención especializada están saturadas por la excesiva demanda y casos de maltrato femenil.
"Muchas veces nos encontramos que las mujeres dicen que tardan mucho tiempo para recibir los servicios y los juicios llevan más de un año, lo que siembra el desánimo en las víctimas", señaló.
"Vemos que hay interés de atender el problema en los tres niveles de gobierno, pero la problemática ya los rebasó y todavía hay vacíos y huecos legales".
¿Por qué muchas víctimas perdonan y liberan a sus agresores?, se le preguntó.
"Es la parte complicada de la violencia familiar", dijo. "Cuando las mujeres denuncian, ya llevan muchos años de vivir la violencia y creen que no se repetirá. O creen que al pisar la cárcel el esposo servirá de escarmiento, pero no es así".
Otros motivos es que retiran los cargos por miedo o porque carecen de dinero para sostener el hogar sin apoyo del esposo.
"Nadie llega al fondo de las causas para entender el fenómeno", señaló.
(violencia, mujeres, desacato)
30 junio 2011
¿Por qué muchas víctimas perdonan y liberan a sus agresores?, se le preguntó.
"Es la parte complicada de la violencia familiar", dijo. "Cuando las mujeres denuncian, ya llevan muchos años de vivir la violencia y creen que no se repetirá. O creen que al pisar la cárcel el esposo servirá de escarmiento, pero no es así".
Otros motivos es que retiran los cargos por miedo o porque carecen de dinero para sostener el hogar sin apoyo del esposo.
"Nadie llega al fondo de las causas para entender el fenómeno", señaló.
