Rodeada de gobernadores, algunos líderes sindicales y empresariales, miles de burócratas y personajes de la farándula, la gobernadora Ivonne Ortega Pacheco encabezó anoche en la zona arqueológica de Dzibilchaltún la cuarta edición de lo que ella ha llamado su "informe ciudadano".
Contra lo que se había pronosticado, no apareció la lluvia en el sitio maya donde se desarrolló el evento, que comenzó 45 minutos después de la hora programada.
La presencia de Carlos Salinas de Gortari levantó expectación entre los reporteros nacionales y locales, quienes en todo momento siguieron al ex presidente.
Evasivo, aunque sin llegar a ser cortante, Salinas de Gortari insistió en que vino a Yucatán sólo para acompañar anoche a la gobernadora.
Contestó pocas preguntas, una de ellas si considera que el PRI recuperará la presidencia en 2012: "Es muy temprano para hablar de ese tema", respondió.
Cuando se le preguntó sobre su amistad con Elba Esther Gordillo, dijo: "Mi única amiga es la gobernadora de Yucatán".
La pequeña comunidad ubicada a unos metros de la zona arqueológica fue tomada por miles de personas que en amplio despliegue de recursos llegaron desde varios puntos de la entidad y de otras partes de la República. Por lo menos 300 autobuses y taxis foráneos formaron una doble fila de tres kilómetros.
En contraste con el acto priista y las escasas cuentas que rindió la gobernadora, varias agrupaciones cívicas realizaron lo que llamaron "el auténtico informe ciudadano" en el Callejón del Congreso y la Coparmex sacó a la luz un análisis que destaca que, pese al multimillonario gasto de la actual administración estatal, su única obra ejecutada es el malecón internacional de Progreso.