La deuda yucateca

23 septiembre 2011
Noticias de Yucatán

 (deuda, despilfarro)


Trampas en el laberinto 
Publicada:  23 septiembre 2011
Daniel Ávila Ruiz (*)

La falla de nuestra época consiste en que sus hombres no quieren ser útiles sino importantes -Winston Churchill

El flamante secretario de Planeación del gobierno del Estado, Ulises Carrillo, acompañado de bombo y platillos de sus correligionarios, anunció una iniciativa del Ejecutivo estatal para refinanciar la deuda pública con Bancomer y el Banco del Bajío. La iniciativa, señaló, se enviará al Congreso del Estado para su aprobación. Seguro los disciplinados diputados priistas atenderán las decisiones ya tomadas por la Secretaría.

¿Qué significa refinanciar una deuda? En términos llanos: negociar un nuevo crédito a más bajo interés. Vista así, es una medida positiva pues podría disminuir el alto costo que pagaremos los yucatecos por la deuda del gobierno estatal. El refinanciamiento, sin embargo, no acaba con los problemas ni garantiza estabilidad o bienestar. Trampas en esta historia de mentiras, hay muchas. Enuncio sólo algunas.

Primero: la gobernadora y su secretario de Planeación siguen mintiendo sobre el monto de la deuda: en agosto Ivonne Ortega señaló que era de $1,400 millones; 4 días después Ulises Carrillo reconoció que alcanzaba $1,648 millones. Si la gobernadora y su más exitoso asesor no pueden ponerse de acuerdo en la cifra, ¿cómo explicarán la diferencia entre sus datos y las cifras registradas por la Secretaría de Hacienda federal? A junio de 2011, según la SHCP, la deuda pública de Yucatán era de $1,814 millones.

Segundo: Carrillo minimizó las razones de los bancos para refinanciar la deuda, ¿por qué refinancian? Porque buscan garantías al pago de una deuda. ¿Debemos recordarle al secretario que las instituciones bancarias y financieras no son entidades de beneficencia? Su disposición a renegociar no es resultado, como señala Carrillo, de "una posición financiera robusta, sólida y confiable", sino de los crecientes focos de alarma por el acelerado crecimiento de la deuda estatal.

Tercero: el secretario también escondió el monto real del ahorro que supuestamente conllevará el refinanciamiento. Declaró que éste ahorrará $100 millones "en términos nominales". ¿Nos puede decir cuál es el monto calculado en términos reales? ¿Se le olvida o intencionalmente esconde que el pago total de intereses incluye, entre otros, la tasa de inflación y el tipo de cambio?

Cuarto: Carrillo, sin intención, reconoce que la deuda contratada por Ivonne Ortega nos hipoteca por décadas. Según sus declaraciones, tendremos que pagar su deuda con bancos hasta 2027...

Quinto: el secretario de Planeación señala que la deuda derivada de arrendamientos, la de corto plazo, así como los proyectos comprometidos bajo el esquema de "Proyectos de Prestación de Servicios" (PPS) no son deuda pública sino gasto. La deuda pública, tememos muchos yucatecos, es precisamente resultado del exceso en el gasto. ¿Cuánto se ha contratado para responder a lo que él llama "gasto" (pago a nómina y gasto de imagen), y cuánto quedó para inversión productiva?

Sexto: ¿La gobernadora y el secretario de Planeación no consultan la información federal, accesible a quien la busque, o cuál es la intención de mentir sobre cifras oficiales? Mientras el secretario señala que la deuda estatal equivale a 1% del PIB estatal, las cifras de Hacienda dicen que alcanza 1.7% del PIB, ¡un incremento de más del 240%!

Séptimo: ¿conocen el secretario y la gobernadora el significado de las calificaciones de instituciones como Fitch Ratings y Moody's? La primera bajó la perspectiva crediticia de estable a negativa frente al crédito por hasta $2,600 millones en los próximos tres años. La segunda señaló que el nivel de deuda alcanzaría hasta 9.5% de los ingresos totales del estado.

Lo relevante hoy es que la sociedad sepa la verdad sobre nuestra deuda y sus efectos. De acuerdo con diversos cálculos, ésta podría variar entre 4,000 y 10,000 millones; sin embargo, el gobierno del Estado no nos da información completa. Lo que sí sabemos, por la SHCP, es que todo el dinero de libre disposición que recibimos de la Federación se destina a pagar la deuda contratada por el gobierno del Estado; que el crecimiento real se inició en 2009 y que continúa; y que pagaremos todos los yucatecos por 20 años.Nuestras autoridades estatales y municipales -y sus cada vez más poderosos asesores- no quieren o pueden ser útiles ni responsables. Y es que escribir discursos no equivale a oficio o servicio público.Hago eco de las inquietudes y sentimientos expresos de los yucatecos: La nación y la patria antes que el partido. En palabras de Miguel Negrete: "Tengo patria, antes que partido".- Mérida, Yucatán.

danielavilaruiz@gmail.com
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