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Locatarios del Bazar García Rejón se quejan que desde hace años las autoridades estatales y municipales no danmantenimiento al lugar
El Bazar García Rejón, ubicado en la calle 60 con 65, muestra deterioros en su fachada y en general en todas sus instalaciones, lo que causa, según loscomerciantes, que los turistas pierdan interés en entrar al inmueble.
En el interior se pueden observar algunas de las irregularidades que denuncian los locatarios: los cables que alimentan deenergía eléctrica los puestos están al descubierto y en mal estado, siendo un peligro para la seguridad de las personas.
-Hace casi 20 años que no lo remodelan. La última vez fue durante el gobierno de Víctor Cervera Pacheco, las autoridades no se han preocupado por mejorar la imagen del mercado y realmente se necesita -explicó el comerciante Rodrigo Pompeyo Pacheco.
Publicada: Miércoles, 6 de junio de 2012 3:03 am | Mérida
La falta de atención a las instalaciones no es el único problema; otro es el de los ambulantes que se colocan en los alrededores, lo que, dicen los vendedores formales, perjudican sus ventas.
Lo anterior, aunado a que la remodelación de la calle 65 comenzó en Semana Santa, cuando hay mayor afluencia de turistas en el mercado de artesanías, ha mermado sus ganancias.
-Si la gente observa el exterior de los hoteles, se dará cuenta de que hay muchos ambulantes atosigando al turista; ellos deben tener la seguridad de que pueden pasear a gusto y si quieren una artesanía pueden ir a los mercados hechos para el libre comercio -agregó Wilfredo Pompeyo Pacheco.
También se quejan del programa Mérida en Domingo, que para ellos lejos de ser una ayuda es un obstáculo para aumentar sus ventas.- David Pompeyo Gutiérrez
En síntesis
Mala imagen.
Los locatarios de García Rejón indicaron que no les parece justo que mientras ellos pagan sus impuestos, los ambulantes ofrecen los mismos productos en las calles a precios más bajos, pero de dudosa calidad.
Mercado dominical.
Los comerciantes del García Rejón consideran que Mérida en Domingo no cumple su principal función, divertir y acercar al turismo a la cultura yucateca, y se convirtió en otro mercado.
