Noticias de Yucatán
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Un especialista pide no cerrar los ojos al problema
Mérida aún está a tiempo de revertir sus problemas de contaminación sonora y no se debe cerrar los ojos a la gravedad del problema, pues tarde o temprano los efectos pueden presentarse en la población, advirtió el doctor José Renato Velázquez Rodríguez de la Gala.
Reconoció que en la actualidad los gobiernos municipal, estatal y federal ofrecen muchos apoyos a las personas con problemas auditivos al entregarle aparatos para mejorar la audición, pero es necesario crear y aplicar más y mejores políticas públicas al respecto.
El especialista recordó que hace algunos años pocas personas mayores compraban auxiliares auditivos y hoy es algo más común.
Luego detalló que del 100% de los padecimientos del oído registrados en Yucatán, un 30% se debe a problemas de nacimiento, otro 30% a herencia, 30 por ciento más a padecimiento adquirido y un 10 por ciento son idiopáticos, es decir por causas desconocidas, aunque la pérdida auditiva o hipoacusia es el problema congénito más común de todos.
También destacó que la gente cada vez vive más tiempo y el 60% de la población mayor de 65 años presenta alguna pérdida auditiva.
Velázquez Rodríguez de la Gala, quien tiene una maestría en Audiología Clínica, Técnica Ambiental, Psicosocial y Educativa, propone una serie de medidas para contrarrestar la contaminación auditiva que afecta a los meridanos.
Entre ellas destacan las siguientes:
1) Reforestar y crear más parques y plazas con abundante vegetación para que absorban parte del ruido.
2) Regular y aplicar la ley en los negocios con música a niveles muy elevados y fuera de lo permisible.
3) Planificar el tránsito vehicular para evitar caos vial y fomentar medios de transportes eficientes que disminuyan la cantidad de autos particulares en la calles.— Luis Alpuche Escalante
Seduma y el ITM preparan un estudio más amplio que abarcará otros puntos de la ciudad que han crecido en los últimos años, además del Centro Histórico.
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Prenden la alerta el Tecnológico y una dependencia
medio ambiente
Niveles elevados en algunas zonas del Centro Histórico de acuerdo con un estudio
Junto con el rápido crecimiento de la capital yucateca en los últimos años, el ruido ambiental de la ciudad ha aumentado de igual forma sus niveles, superando en algunos puntos del Centro Histórico los 90 decibeles (dB), 20 dB más de lo deseable para las ciudades, de acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS).
Si bien no se alcanza la gravedad de urbes como la ciudad de México, estudios de la Secretaría de Desarrollo Urbano y Medio Ambiente (Seduma) y del Instituto Tecnológico de Mérida (ITM) prenden la alerta para implementar políticas públicas de prevención y control de la contaminación sonora.
Los monitoreos realizados en los últimos años muestran que las principales fuentes de contaminación por ruido en la ciudad de Mérida son los vendedores ambulantes, comercios y automotores que transitan por sus calles.
A ello se suman las terminales y paraderos de autobuses, taxis y colectivos, tianguis, talleres, bares con música al aire libre, y comercios con perifoneo y música “ambiental”.
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La contaminación auditiva ocasiona daños en Mérida
La contaminación sonora es un problema que afecta a muchas capitales y ciudades importantes en el mundo. La Organización Mundial de la Salud (OMS) definió al ruido como todo sonido desagradable que cause efectos nocivos en la salud de las personas.
El límite tolerable del sonido a que los seres humanos pueden estar expuestos sin efectos negativos es de 75 decibeles (dB); 70 es lo deseable para las ciudades, según la OMS. Más allá de este valor comienzan las molestias, síntomas y problemas de salud como la disminución de la audición hasta la hipoacusia total o sordera, fatiga, alteraciones del sueño y pérdida de memoria, entre otras alteraciones.
La estridencia constante genera una menor calidad de vida y degrada el medio ambiente, y la capital yucateca no es ajena a todo esto, pues en un día normal en algunos puntos de la ciudad, como los alrededores de los mercados Lucas de Gálvez y San Benito, se superan los 80 dB.
En los últimos años la contaminación auditiva ha crecido de manera importante por diversos factores: el crecimiento de la ciudad, el aumento en el uso de maquinaria para la construcción de nuevos desarrollos habitacionales y comerciales, y el aumento del parque vehicular público y privado.
A ello se suman las terminales y paraderos de autobuses, taxis y colectivos, tianguis, talleres, bares con música al aire libre y comercios con perifoneo y música “ambiental” como forma de atraer clientes.
Francisco Vivas Ucán, funcionario del departamento de Monitoreo y Control Ambiental de la Secretaría de Desarrollo Urbano y Medio Ambiente (Seduma), detalló que el Centro Histórico de Mérida tiene la mayor concentración de personas, vehículos, camiones de transporte y establecimientos comerciales de la ciudad.
Tan sólo en automotores calculó que a diario entran y salen de su primer cuadro 30 mil unidades.
Un “Centro vivo”
Datos de la Cámara Nacional de Comercio de Mérida (Canacome) indican que en el Centro Histórico operan 3,000 establecimientos, trabajan cerca de 50,000 personas, 250,000 transitan a diario por sus calles durante días normales, 300,000 en las quincenas y de 350,000 a 400,000 en los días navideños y de fin de año.
Todo este ruido, aseguran los especialistas, produce un impacto en las personas que ahí conviven y puede ocasionar daños a nivel auditivo, como la sordera, o efectos extra auditivos, como la fatiga mental y física, alteraciones digestivas, aumentos en la tensión arterial y problemas en la comunicación interpersonal, entre muchos otros.
Por esa razón el funcionario de la Seduma dijo que es necesario conocer los índices reales de contaminación y analizarlos para sustentar acciones públicas en bienestar de la salud de la población meridana.
Estudios realizados por la Seduma, el Instituto Tecnológico de Mérida (ITM) y la Universidad Autónoma de Yucatán (Uady) muestran que las principales fuentes de contaminación por ruido en la “Ciudad Blanca” son los vendedores ambulantes, comercios y automotores que circulan por sus calles y avenidas las 24 horas del día.
El primer estudio de niveles de ruido realizado en Mérida data de 1980: “Estimación de un plano isonivel de ruido en el primer cuadro de la ciudad de Mérida”, fue realizado por el ingeniero Jorge Tun Cuevas, de la Facultad de Ingeniería de la Uady, y registró en ese entonces un promedio de 74.49 dB (A) en 18 puntos del área estudiada.
Los valores mínimos y máximos fueron de 66.61 y 80.55 dB (A).— Luis Iván Alpuche Escalante
Ruido Control
El Ayuntamiento de Mérida cuenta con un reglamento para controlar el ruido.
Reglamento
Reglamento de Equilibrio Ecológico y Protección al Ambiente del Municipio de Mérida.
Amplio estudios
La Seduma y el ITM preparan un estudio más amplio que abarcará otros puntos de la ciudad.
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