Ciclistas en riesgo (Español e inglés)

13 agosto 2015
Noticias de Yucatán



BERLÍN  (dpa) – Un conductor llega a un cruce, quiere girar, indica el movimiento a la derecha y comienza a mover el volante. De repente aparece un ciclista por el ángulo ciego. El conductor frena con brusquedad y el cilista también. No ha pasado nada, pero ambos están furiosos. El ciclista da una palmadita al capó y el conductor gesticula detrás del volante. Es un breve momento de rabia muy habitual entre unos y otros.
A veces basta una pequeñez para que se desate la guerra. “Conductor y ciclista son dos entes autónomos en el espacio urbano que combaten entre sí”, afirma el sociólogo de tráfico Alfred Fuhr.
Una explicación sencilla de la difícil relación es que los conductores son unos gamberros que se esconden en el anonimato del vehículo de metal y no conceden ni un centímetro. Enfrente, el ciclista, que siente tener la razón ecológica y moral y como muestra de su superioridad no atiende a semáforos en rojo e ignora señales de tráfico. Acelerador contra pedal, conductor contra ciclista, motor contra músculo. Así de sencillo.
Pero la realidad es mucho más compleja. En este debate no valen juicios generales. Muchos conductores son también ciclistas y viceversa. “No se debería estigmatizar a ninguna de las partes”, dice Andrea Häußler, psicóloga de tráfico, que asegura que la personalidad cambia con el medio de transporte usado. 
Sin embargo, siempre se mantiene una característica. “Se tiende a disfrutar del rol propio. Existe una necesidad de autonomía, una cierta libertad que se expresa de modo diferente en un auto y sobre la bicicleta”, dice Häußler.
Según Alfred Fuhr, el ciclista se inclina a usar el espacio del tráfico de la forma más óptima posible para sus intereses y por ello circula sobre la carretera o sobre la acera, no atiende a los cruces, atraviesa las líneas continuas, el césped y los pasos peatonales. Nada es un problema. “Los ciclistas siguen parcialmente las normas”, dice Fuhr. Cuando el conductor se monta en una bicicleta puede finalmente tomar el camino más corto al destino.
Y al revés: cuando uno se sienta detrás de un volante, la sensación de libertad es diferente. En el coche nos sentimos protegidos. “Con 1.500 kilos de acero alrededor uno se siente más seguro”, dice Fuhr. En ese sentido, no se ve a los ciclistas como un peligro, por lo que no se considera necesaria la precaución. Eso puede conducir a negligencias como no mirar suficiente por el hombro y superar el carril para bicicletas.
Cuando ciclistas y conductores llevan al límite sus posibilidades la consecuencia lógica es el accidente. Para evitarlos los expertos consideran fundamental la precaución, tanto para conductores como para ciclistas. Pero la práctica no es tan fácil. Stephanie Krone, que pertence a un club de ciclistas en Alemania, exige que los más poderosos, los conductores en los vehículos, tomen en consideración los intereses de los más débiles, los que circulan en bicicleta.
Sin embargo, a Herbert Engelmohr, del club del automóvil AvD, no le gusta la categorización entre fuertes y débiles: “Sugiere que hay unos que deben seguir las normas de tráfico más que otros”.
En pleno tráfico hay una tendencia a olvidar o suprimir los códigos. Por ello, mucho depende de la actitud con que un conductor y un ciclista inicien el trayecto. “La precaución y el cuidado son actitudes y sólo se consigen cuando se analiza el rol de cada uno y se distancia de sus propios intereses”, dice Andrea Häußler.
“No se trata de ser conductor o ciclista. Al final, todos somos usuarios de la vía pública”, afirma. No hay un solo papel que sea el determinante. Y las obligaciones que acarrea usar la vía pública conciernen a todos y están tipificadas en la mayor parte de los códigos viales: “La participación en el tráfico rodado exige atención constante y respeto mutuo”.


 

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BERLIN (dpa) - A driver arrives at a junction, you want to turn, indicates the movement to the right and begin to move the steering wheel. Suddenly a cyclist appears in the blind spot. The driver braked sharply and cilista too. It has not happened, but both are furious. The rider pats the hood and driver gesturing behind the wheel. It is a brief moment of very common anger between them.
Sometimes just a small thing for the war breaks out. "Driver and cycling are two autonomous in urban space that fight each other entities," says sociologist Alfred Fuhr traffic.
A simple explanation of the difficult relationship is that drivers are hooligans who hide in anonymity metal vehicle and do not give one centimeter. Opposite, the cyclist, who like to have the ecological and moral reason and to show his superiority does not serve red lights and ignoring traffic signs. Accelerator pedal against driver against cyclist, motor against muscle. As simple as that.
But the reality is much more complex. In this debate not worth general judgments. Many drivers are also cyclists and vice versa. "You should not stigmatize any party," says Andrea Häußler, traffic psychologist, which ensures that the personality change with transport medium used. 
However, it always remains a feature. "You tend to enjoy the own role. There is a need for autonomy, a certain freedom which is expressed differently in a car and on the bike, "says Häußler.
According to Alfred Fuhr, the rider leans to use space traffic in the most optimal way possible for their interests and therefore circulates on the road or on the sidewalk, not serving crossings, through the solid lines, grass and crosswalks. Nothing is a problem. "Cyclists partially follow the rules," said Fuhr. When the driver is mounted on a bicycle you can finally take the shortest path to the destination.
And vice versa: when you sit behind the wheel, the feeling of freedom is different. In the car we feel protected. "With 1,500 kilos of steel around you feel safer," said Fuhr. In that sense, it does not see cyclists as a danger, so caution is not considered necessary. That can lead to negligence and not look enough at the shoulder and overcome the bicycle lane.
When cyclists and drivers maxing out its potential is the logical consequence of the accident. To avoid experts consider crucial caution, for both drivers and cyclists. But the practice is not so easy. Stephanie Krone, who belongs to a club of cyclists in Germany, requires that the most powerful drivers of vehicles, taking into consideration the interests of the weakest, the circulating a bicycle.
However, Herbert Engelmohr, the automobile club AvD, dislikes the categorization between strong and weak: "It suggests that there are some who must follow traffic rules more than others."
In traffic there is a tendency to forget or suppress the codes. Therefore, much it depends on the attitude with which a driver and a cyclist begin the journey. "Caution and care are attitudes and consigen only when the role of each distance and analyze their own interests," says Andrea Häußler.
"It's not about being a driver or rider. In the end, we are all users of public roads, "he says. No one is the determining role. And the obligations that entails using public roads concern everyone and are typified in most of the vials codes: "Participation in traffic requires constant attention and mutual respect."
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